La Restauración en España (1875-1931)
El Sistema Político de Cánovas del Castillo
La Restauración como periodo histórico se inició en 1875 con la vuelta al trono de los Borbones y terminó en 1931 con la proclamación de la Segunda República.
En el plano político
La Restauración sobresalió por las gestiones realizadas por Cánovas del Castillo como jefe del partido alfonsino. Cánovas quería que la restauración de los Borbones no fuese por un golpe de estado, sino ganando las elecciones, porque si era por un golpe de estado, temía que no se pudiera fortalecer la monarquía. Para aumentar el número de partidarios del príncipe Alfonso, Cánovas escribió el Manifiesto de Sandhurst donde Alfonso XII se declara católico y liberal.
Pero Cánovas no pudo impedir que Martínez Campos diese un golpe de estado en Sagunto. El gobierno republicano del General Serrano no pudo impedirlo, entonces Cánovas tomó el poder formando un gobierno interino hasta que llegó Alfonso XII. El nuevo gobierno tuvo que hacer frente a tres problemas principales:
- La Tercera Guerra Carlista
- La Guerra de Cuba
- Preparar un nuevo sistema político para fortalecer la monarquía
La Tercera Guerra Carlista finalizó a principios de 1876, quedando los carlistas muy debilitados tras ser derrotados por las tropas del gobierno. Respecto a la Guerra de Cuba, terminó con la firma de la Paz de Zanjón.
Para acabar con los golpes de estado y la intervención del ejército, Cánovas intentó hacer más fuerte el poder civil por medio de un sistema político que se basaba en cuatro pilares:
- El Rey
- Las Cortes
- El turno en el poder de dos grandes partidos
- La Constitución de 1876
Los dos primeros pilares ya existían, pero Cánovas añadió el turno de partidos y una nueva constitución.
El Turno de Partidos
El turno de partidos se inspiró en el parlamentarismo inglés. Dos partidos se turnaron en el poder durante toda la Restauración: el partido conservador de Cánovas (derecha) y el partido liberal de Sagasta (izquierda). Al margen existieron otras fuerzas políticas sin apenas representación en el parlamento como los carlistas, anarquistas y republicanos. Las fuerzas regionales solo en Cataluña, a finales de siglo, empezaron a tener vitalidad. En consecuencia, durante toda la Restauración se produjo la alternancia en el poder del partido liberal y conservador.
La Constitución de 1876
La Constitución fue aprobada por las Cortes en junio de 1876. Su característica principal es que es flexible. Esta constitución no establece nada en concreto sobre el sufragio, solo se basaba en una ley electoral, por eso con la misma constitución se estableció primero el sufragio censitario y después el sufragio universal. La Constitución creó la división entre el poder legislativo, ejecutivo y judicial.
La soberanía reside en el Rey y las Cortes. Las Cortes eran bicamerales, sus atribuciones son las de legislar y elegir, en caso de necesidad, al regente. El poder ejecutivo reside en el Rey y en el gobierno. La persona del Rey es irresponsable e inviolable. El Rey nombra y separa libremente a los ministros, disuelve las Cortes y tiene la facultad de vetar las leyes, etc.
En cuanto a la relación entre poderes, la Constitución no establece nada, pero de hecho se estableció un sistema de doble confianza, donde teniendo la confianza del Rey y de la mayoría parlamentaria se podía gobernar.
También en cuanto a los derechos y libertades, la Constitución recogía la inviolabilidad de la correspondencia y el domicilio, entre otros, pero estos derechos y libertades quedaron regulados por leyes.
Los únicos artículos que provocaron intensos debates fueron el artículo 11 y 12.
- Artículo 11: Regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado. El Estado establecía que nadie sería molestado por sus creencias religiosas.
- Artículo 12: Trata el tema de la educación y estableció la libertad de enseñanza.
El Reinado de Alfonso XII (1875-1885): La Práctica del Turno de Partidos
Durante estos diez años, Cánovas presidió el gobierno en varias ocasiones. Durante este periodo se hizo más fuerte la Restauración al conseguir Cánovas que Sagasta aceptase la alternancia pacífica del turno de partidos. Durante estos años se aprobaron leyes a las que hacía mención la Constitución, como la ley que regulaba el sufragio, entre otras. En general, estas leyes se distinguen por su carácter restrictivo.
En 1881 Sagasta formó su primer gobierno bajo el reinado de Alfonso XII, manteniéndose en el poder hasta 1883. Sagasta tuvo una línea política de prudencia continua, no modificando la Constitución ni las leyes que restringían el derecho al sufragio o el derecho de reunión o asociación.
Los gobiernos de Sagasta y Posada Herrera hicieron frente a los sucesos de la Mano Negra, y a los intentos republicanos de empezar una insurrección por medio de la Asociación Militar Republicana. Estos intentos fracasaron y algunos dirigentes republicanos como Ruiz Zorrilla tuvieron que exiliarse.
En 1884 Cánovas vuelve a ser presidente del gobierno hasta noviembre de 1885. Cánovas integró en el partido conservador a la Unión Católica de Alejandro Pidal. Con ello evitó que el catolicismo político se aproximase a los carlistas, que aunque estaban derrotados todavía eran una fuerza política y social destacada. Cánovas también evitó que la Unión Católica se consolidase como partido confesional, lo que le quitaría apoyo al partido conservador.
Cánovas hizo frente a nuevos intentos de revoluciones promovidos por los republicanos, revoluciones de estudiantes y atentados terroristas anarquistas.