La Restauración en España
Tras el fracaso del intento de construir un estado democrático y con la nueva restauración de la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII, España parecía volver a la situación anterior de 1868.
Pero la Restauración no fue una simple vuelta al pasado: el cuadro de fuerzas sociales y económicas se estaba haciendo más complejo, lo que provocaba nuevas tensiones y conflictos. El modelo político y social de la Restauración se caracterizó por un extremado conservadurismo. Sin embargo, lentamente se fueron desarrollando una serie de elementos que acabarían por romper ese estrecho marco: el movimiento obrero, las fuerzas políticas democráticas que darían al traste con un sistema basado en la corrupción y el caciquismo.
Las bases del régimen restaurado:
La revolución de 1868 no consiguió instaurar una forma estable de monarquía ni solucionó el problema social. Faltaba una auténtica burguesía en España con conciencia unitaria. A esto se añadió el divorcio de la masa popular con respecto a las clases dirigentes del país. Así comenzó el periodo llamado de la Restauración. Por restaurar se entendía estrictamente restablecer la dinastía borbónica y crear las condiciones necesarias para mantenerla, pero con modificaciones externas.
El retorno de la dinastía borbónica:
Tras el golpe del general Pavía, el general Serrano encabezó el gobierno y dedicó todos sus esfuerzos a poner término a la guerra carlista. Los oficiales alfonsinos de grado alto y medio adquirieron mayor protagonismo y constituyeron un grupo de presión que preconizaba la restauración de la dinastía borbónica.
El 1 de diciembre, el príncipe Alfonso dirigió desde la academia militar de Sandhurst en Inglaterra un manifiesto a la nación, redactado por Cánovas, en el que afirmaba que la única solución para los problemas de España, desde las clases obreras a las clases más elevadas, residía en el restablecimiento de la monarquía tradicional.
A finales de 1874, el general Martínez Campos proclamó en Sagunto ante una brigada de soldados a Alfonso XII como rey de España y obtuvo inmediatamente la adhesión de la mayor parte del ejército. Cánovas apelaba a la burguesía para que de nuevo sostuviera el trono de Alfonso XII. Se inició así la Restauración que pretendía restablecer el régimen liberal moderado anterior de 1868.
Primeras medidas de Cánovas del Castillo:
Encabezó el gobierno formado tras el golpe del general Martínez Campos logrando la conciliación general entre todos los monárquicos alrededor del futuro rey Alfonso XII. Al fin, el rey entró en Madrid el 14 de enero de 1875 como procurador de la convivencia entre todos.
Las primeras medidas del nuevo régimen consistieron en:
- Lograr el apoyo de la Iglesia.
- Suspender los periódicos de la oposición.
- Establecer una nueva política y tribunales especiales para los delitos de imprenta.
- Conseguir un ejército amigo y depurar el funcionariado.
Además, para evitar futuros pronunciamientos, el rey no sería en adelante solamente la clave del mecanismo político-constitucional, sino también un efectivo jefe supremo del ejército. Se dieron también pasos para poner fin a la guerra civil con los carlistas en el norte, lo que se conseguiría en febrero de 1876, y al conflicto de Cuba.
El proceso constituyente:
La convocatoria de las Cortes para elaborar la nueva Constitución se hizo por sufragio universal, pero fue un mero trámite porque ya se había organizado un sistema de captación de votos. Antes de que comenzaran los debates, Cánovas consideró fundamental establecer unas premisas para poder colocar la monarquía por encima de los partidos políticos y para que quedara fuera de futuros posibles debates sobre su validez de poderes.
En las primeras elecciones convocadas en enero de 1876, un 90% de los diputados elegidos lo fueron de su partido liberal-conservador.
La Constitución de 1876:
Con esa mayoría de incondicionales y aceptados esos supuestos, que fueron la piedra angular para la elaboración de la Constitución, los artículos fueron aprobados en breve tiempo y con pocos debates. El Congreso se dividió entre los defensores de la unidad católica y los partidarios de la tolerancia dentro de la línea de la Constitución de 1869.
La breve Constitución de 1876, de solo 89 artículos, establecía una imperfecta división de poderes al otorgar al monarca la facultad de nombrar al jefe de gobierno; reconocía vagamente las libertades políticas básicas; establecía un parlamento bicameral con un Senado formado parte por senadores por derecho propio y vitalicios. La Constitución determinaba, asimismo, un Estado confesional aunque permitía el ejercicio privado de otras religiones. Fue promulgada el 30 de junio de 1876 y permaneció en vigor hasta 1931.
El sistema político canovista: turnismo y bipartidismo
Una vez aprobada la Constitución, comenzó su andadura el sistema canovista, sustentado sobre dos pilares: la soberanía compartida del rey y las Cortes, y la existencia de unos partidos oficiales que aceptaran la legalidad constitucional.
Pensaba Cánovas que eran precisos dos partidos para poder turnarse en el gobierno. Estos dos partidos estarían apoyados en un electorado de burgueses relevantes que formaban la clase política del país, puesto que la ley electoral había restablecido el sufragio censitario.
Con arreglo a estos principios, Cánovas, jefe del partido liberal-conservador, precisaba un partido que se estructurara de acuerdo con la izquierda dinástica y así convocó al nuevo partido liberal-fusionista, formado por progresistas y demócratas que habían votado la Constitución de 1869, que tenía por jefe a Sagasta.
Centralismo y control ideológico:
La nota predominante de la actividad legislativa fue el reforzamiento de la coerción política, el autoritarismo y el centralismo. La primera constatación de esto fue la abolición de los fueros de las provincias vascas. El procedimiento seguido para esa abolición demostraba quiénes eran los vencedores de las guerras: Cánovas se limitó a comunicar a los representantes de las diputaciones forales su decisión de proponer a las Cortes, para su aprobación, un proyecto de ley que haría extensivas a sus provincias la obligación de prestar el servicio militar.
El centralismo con eje en Madrid se hizo patente en la reorganización de los ayuntamientos. Se determinó que en las poblaciones de más de 30.000 habitantes los alcaldes serían nombrados por el rey, lo que equivalía a ser designados por el gobierno.
En segundo lugar, se restringió la libertad de imprenta al establecerse la censura previa a los impresos de menos de 200 páginas, lo que significaba el control estatal de todos los folletos y periódicos. El resultado era que todas las publicaciones, por un medio u otro, estaban reguladas. La Ley de Imprenta de 1879 extendió la consideración de delito a todo ataque e incluso a la duda sobre el sistema político y social de la Restauración.
La corrupción electoral:
El turnismo era una fórmula política que, gracias a la manipulación electoral, daba a ambos partidos la posibilidad de alternarse en el gobierno de forma pacífica. Así se pactaba de antemano la falsificación. Aceptar la falsificación permanente implicaba estar de acuerdo, además de con lo irrenunciable (la Corona y la Constitución), con la defensa del sistema de producción capitalista y la propiedad privada, y la existencia de un sistema político que debía funcionar de arriba abajo.
El sistema quedaba asegurado por el liderazgo de los dos partidos, centrado en Madrid, y por el control del poder local mediante la práctica caciquil. Así pues, la práctica política consistía en encontrar un parlamento adecuado, falseando la voluntad nacional. La fórmula se basaba en la elaboración de una lista en la que figuraban aquellos candidatos que contaban con la aquiescencia del gobierno. Esos candidatos oficiales tenían ganada la elección prácticamente antes de que se realizara.
Cuando el pacto se convertía en algo imposible se denominaba pucherazo, que consistía en la aplicación de coacción, violencia, fraude, compra de votos…
El caciquismo:
fue un exo sociopolitico k se manifesto en españa desde mediados del siglo19.consistente en el control del poder en determinadas zonas sobre todod rurales x personas de gran influencia y prestigio social.era un residuo de las antiguas relaciones señoriales y suponia la dependencia personal y el dominio del kacique sobre los campesinos km un autentico señor de vidas y aciendas.los cacikes eran miembros de una elite local caracterizada x su arraigo en una medio geografico,su predominio personal en esa sociedad cerrada.mientras k el funcionario o el diputado eran intercambiables y dependian de madrid,el cacique permanecia ai,fijado en su medio siendo el unico interlocutor real deq se disponia en el poder politico central para entrar en contacto con la realidad en la cual todavia no abia acabado de consumarse el proceso gistorico del paso del antiguo al nuevo regimen.eran los mas influyentes de la localidad encargados de recopilar los votos y amañar las eleecciones para el correspodiente diputado encasillado u oficial.la evolucion del regimen:en 1885 murio alfonsoXII con lo k se creo una situacion de riesgo para la continuidad del regimen.sagaste llego a un acuerdo kn canovas para garantizar la alternancia y el turno de partidxos,k se plasmo en el llamado pacto de el pardo.comenzo asi el periodo de la regencia de maria cristina de habsburgo k duraria asta 1902,fexa en la k accio al tro kn 16 añlos el ijo postumo de alfonsoXII.a lo largo de estos años se mantuvo la alternancia entre los 2grandes partidos dinamicos:canovista y sagastinos,conservadores y liberales se turnaron pacifricamente el gobierno.la reina regente mantuvo un claro ekilibio a sagasta.sagasta formo gobierno en 5 ocasiones asta su retirada en 1901 y bajo sus gobiernos se aprobaron diversas leyes: la ley de la liberta de reunion y expresion.ley de prensa,libertad sindical y la introduccion del sufragio universal masculino