La Revolución Americana: El Nacimiento de los Estados Unidos
El Camino hacia la Independencia
El Reino Unido poseía trece colonias en la costa oriental de Norteamérica. El 4 de julio de 1776, los habitantes de las trece colonias proclamaron su independencia e iniciaron una guerra que desembocó en la fundación de los Estados Unidos de América.
Los orígenes de la independencia se remontaban a la guerra de los siete años (1756-1763) entre británicos y franceses. Como los colonos norteamericanos no participaban en la elección del Parlamento británico, consideraban que no debían pagar impuestos. Se mantuvo el impuesto sobre el té, de gran consumo entre los colonos. La concesión en 1773 del monopolio de la venta del té a la Compañía de las Indias Orientales perjudicó a los comerciantes de las colonias. La respuesta fue el llamado motín del té (diciembre de 1773), unos jóvenes disfrazados de indios lanzaron al mar los cargamentos de té. En septiembre de 1774, doce de las trece colonias británicas (menos Georgia), se reunieron en Filadelfia para elaborar una lista de agravios.
La Guerra de Independencia
El 4 de julio de 1776 fue proclamada la independencia de Estados Unidos de América, en una declaración redactada por Thomas Jefferson.
En la primera fase (1775-1777) se enfrentaron a los británicos siguiendo una táctica de guerrillas. La victoria de las milicias en Saratoga (1777) decidió a Francia apoyar a los rebeldes. Comenzó así la segunda fase (1778-1782) en la que el ejército británico quedó desabastecido. En octubre (1781) las tropas inglesas fueron derrotadas en Yorktown. La paz se restableció con el tratado de Versalles (1783), por el que Reino Unido reconocía la independencia de EEUU.
La Constitución Americana
Después del conflicto cada una de las 13 colonias era un estado independiente. Hubo una propuesta para la elaboración de una constitución para todos los Estados que entró en vigor en 1789. La constitución establecía un sistema político con tres poderes:
- Poder legislativo que residía en un Parlamento compuesto de dos cámaras: el Senado (dos miembros por cada Estado) y la Cámara de Representantes (cada Estado tenía un número de representantes proporcional a su población).
- El poder ejecutivo que tenía un presidente elegido por sufragio universal masculino para 4 años.
- El poder judicial que era independiente del poder político.
La Revolución Francesa (1789-1799)
Las Causas de la Revolución
En 1789 se inició la Revolución francesa, un proceso complejo que acabó con el Antiguo Régimen y abrió las puertas a la nueva sociedad liberal.
Se había producido una subida de los precios y un auge de los negocios y la industria. La burguesía conseguía elevados beneficios económicos, pero su progreso topaba con las reglamentaciones que interferían el libre comercio y la libre producción. Los burgueses reclamaban cambios políticos que acabasen con el intervencionismo estatal, los privilegios aristocráticos y el absolutismo. Los privilegiados veían con preocupación vivían de rentas fijas y se esforzaban por consolidar y aumentar sus privilegios. Una grave crisis económica acabó de complicar la situación. Por un lado, las condiciones de vida del campesinado se vieron agravadas por el aumento de las cargas feudales. Una crisis industrial en 1786, originada en parte por la apertura del mercado francés a la concurrencia inglesa, trajo consigo el cierre de muchos talleres y fábricas y acentuó el paro entre los trabajadores. Las huelgas y los motines se incrementaron en vísperas de la revolución. Las finanzas reales estaban en una situación de déficit crónico debido, sobre todo, a que la aristocracia no pagaba impuestos y el Tercer Estado cargaba con todos los tributos.
La Convocatoria de los Estados Generales
Calonne, ministro de Luis XVI, propuso la contribución de la nobleza al pago de impuestos para aliviar la situación económica. La nobleza se opuso a las diversas peticiones de pago, diciendo que sólo los Estados Generales podían aprobar nuevas cargas fiscales. Esto provocó una grave crisis política y obligó al monarca Luis XVI, en 1788, a convocar los Estados Generales para el mes de mayo del año siguiente. Se crearon Cuadernos de Quejas, que recogían las peticiones al rey. Todos los cuadernos mostraban el descontento con la monarquía. Durante el invierno y la primavera de 1788-1789, los sectores más ilustrados de la burguesía obtuvieron su primera reivindicación: contar en los Estados Generales con el mismo número de representantes que la nobleza y el clero juntos.
La Ruptura de Julio de 1789
Los Estados Generales se abrieron en Versalles el 5 de mayo de 1789. La nobleza y el clero estaban seguros de imponer su voluntad, pero inmediatamente los representantes del Tercer Estado reclamaron la reunión conjunta de los estamentos y el voto por persona. El rey y los privilegiados se negaron a tal pretensión y las sesiones de los Estados Generales se suspendieron. El monarca cedió a las demandas y los Estados Generales se transformaron en Asamblea Nacional Constituyente el 9 de julio. Los diputados llamaron a la movilización, que culminó el 14 de julio con el asalto a la prisión de la Bastilla, símbolo del absolutismo.
La Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791)
Los diputados de la Asamblea Nacional Constituyente tenían que legislar para abolir el Antiguo Régimen, pero también debían satisfacer a una población que defendía la revolución con las armas y que, por primera vez, era protagonista de los cambios políticos. Se procedió a la abolición jurídica del feudalismo, se aprobó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, se inició la redacción de una Constitución, que fue aprobada en septiembre de 1791. El texto constitucional definía una monarquía constitucional, basada en la división de poderes: el ejecutivo, en manos del rey, el legislativo, desempeñado por la Asamblea, y el judicial, gratuito y ejercido por jueces electos.
La Radicalización de la Revolución: Caída de la Monarquía (1791-1792)
Los nobles emigrados al extranjero y los eclesiásticos refractarios alentaban la intervención de las potencias europeas para restablecer el antiguo régimen. La familia real intentó fugarse de Francia para reunirse con las tropas austriacas e iniciar la invasión del país, pero fue descubierta en Varennes y enviada de vuelta a París. El 20 de abril de 1792, la Asamblea decidió declarar la guerra a Austria, considerada el foco de la contrarrevolución. Las primeras acciones bélicas fueron desastrosas para los franceses, cuya oficialidad, formada básicamente por nobles, se pasó al enemigo. La amenaza de las tropas austriacas, dirigidas por Brunswick, sobre París…
La Convención Nacional: Una República Democrática (1792-1795)
La nueva Asamblea, ahora llamada Convención Nacional, se formó el 20 de septiembre de 1792, el día de la batalla de Valmy, que supuso la primera victoria del nuevo ejército republicano contra los absolutistas europeos.
La Convención Girondina
El gobierno estaba en manos de los girondinos quienes adoptaron posiciones moderadas que disgustaron a las masas populares. El primer problema era qué hacer con el rey Luis XVI. Los girondinos eran partidarios de castigarlo por traición pero no querían procesarlo hasta que no acabara la guerra, temerosos de que su condena a muerte diera un carácter muy radical a la revolución. Los jacobinos querían procesarlo y condenarlo. Luis XVI fue guillotinado el 21 de enero de 1793 y María Antonieta unos meses después. La situación se agravó con la insurrección campesina del departamento de la Vendée, provocada por el hambre y las nuevas levas. Pero el gobierno girondino se negaba a tomar medidas. Los jacobinos creyeron que había llegado el momento de dar un golpe de timón y de llevar a cabo una experiencia nueva de gobierno social y democrático.
La Convención Jacobina (El Terror)
En los últimos días de mayo y primeros de junio de 1793, los jacobinos arrestaron y ejecutaron a algunos de los principales dirigentes girondinos. Aprobaron una nueva constitución en 1793 que estableció la soberanía popular y el sufragio universal masculino. Establecieron un gobierno revolucionario que suspendió las garantías constitucionales e inició una política conocida como el Terror. El Comité de Salvación Pública, controlado por Robespierre, concentró todos los poderes y tomó medidas excepcionales.
La República Burguesa (1795-1799)
Tras la caída de los jacobinos se inició la tercera etapa de la Convención, que supuso el desmantelamiento de la legislación jacobina y el inicio de un lento proceso que situó a la burguesía conservadora como la gran beneficiaria de la revolución. Se aprobó una nueva Constitución (1795) que estableció el sufragio censitario, definió un nuevo poder ejecutivo, el Directorio, y estableció un legislativo en dos cámaras, el Consejo de Ancianos y el de Quinientos, de carácter muy conservador.
Napoleón Bonaparte
El Ascenso de Napoleón
Al imponerse como dictador militar, Napoleón Bonaparte clausuró la Revolución, pero dejó clara su intención de asentar los principios que se habían alcanzado en 1791: los de un régimen liberal con predominio de los propietarios.
La Francia de Napoleón Bonaparte
En los inicios del Consulado, Napoleón compartió el poder con otros dos cónsules (triunvirato), pero en 1802 se declaró cónsul único y vitalicio. El Consulado se dotó de una nueva Constitución que establecía un ejecutivo fuerte, limitaba el sufragio a los más ricos y anulaba la Declaración de Derechos. Elaboró un Código Civil (1804), un Código de Comercio (1807) y un Código Penal (1810) que sancionaban la igualdad ante la ley, el derecho de propiedad, la libertad individual, de conciencia y de trabajo, y el libre acceso a los cargos públicos. En segundo lugar, realizó una centralización administrativa, mediante prefectos, representantes del jefe del Estado en los departamentos que se encargaban de aplicar las disposiciones del gobierno. Finalmente, desarrolló la enseñanza pública y la uniformización lingüística.
El Dominio de Europa
La acción exterior fue el otro gran componente de la etapa napoleónica. Pretendía crear un Imperio con el centro en Francia e implantar las instituciones revolucionarias en los territorios ocupados, quebrando así los regímenes absolutistas. El dominio francés sobre Europa alcanzó su cénit en 1812. A partir de ese momento, el fracaso en Rusia, las dificultades en España y la formación de una gran coalición europea (1813) provocaron el declive de Napoleón. La ocupación de París por las fuerzas coaligadas, en 1814, comportó la destitución de Bonaparte y el restablecimiento de los Borbones, en la persona de Luis XVIII. Napoleón fue confinado en la isla de Elba, pero el descontento popular tras la restauración del absolutismo favoreció su efímero retorno («Cien días»). Fue definitivamente derrotado por las potencias coaligadas en la batalla de Waterloo (1815) y confinado en la isla de Santa Elena.
La Europa de la Restauración
La derrota de Napoleón inició el período de la Restauración que, con algunas modificaciones, se prolongó hasta 1848. Fue un sistema político diseñado por las potencias vencedoras (Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña) con el objetivo de restablecer el a…