La Revolución de la Prensa en Inglaterra
Orígenes y Desarrollo Inicial
En 1622, apareció el primer semanario inglés, titulado A Current of General Newes. Le siguieron otros, como Weekly News from Italy, Germany, Hungaria, Bohemia, the Palatinatem France and the Low Countries. En 1638, Nathaniel Butter y Nicholas Bourne obtuvieron un privilegio real para publicar noticias del extranjero en fascículos.
La burguesía, sublevada contra el rey, utilizó la prensa para cuestionar las prerrogativas del poder absoluto del rey y de la Iglesia. El Parlamento de 1640 se convirtió en un símbolo de defensa de la religión (puritanismo y protestantismo), la libertad (oposición al monopolio) y la propiedad (enfrentamiento a las prerrogativas del rey en materia de impuestos).
La Revolución de 1640 y la Dictadura de Cromwell
La Revolución de 1640 trajo una mayor liberación de la prensa. Se pudieron dar informaciones de política interior, lo que estimuló la aparición de nuevas publicaciones, como Diurnal Occurrences in Parliament de Samuel Pecke y los»mercurio» (Aullicus o Academicus, al servicio realista, y Britanicus, al servicio de los parlamentarios).
La ordenanza sobre la prensa de 1642 codificó los derechos de las publicaciones. En 1643, se estableció la censura previa, el depósito legal, los controles y las sanciones, todo ello bajo el control de la Corporación de Editores (Stationer’s Company). Milton reaccionó contra estas medidas en su obra Areopagitica (1644).
En 1649, se promulgó una ley que autorizaba solo dos periódicos oficiales: A Brief Relation (1649-1650) y Several Proceedings in Parliament (1649-1655). Finalmente, se autorizaron A perfect Diurnal y Mercurius Politicus. A partir de 1655, el dictador Cromwell solo autorizó esta segunda publicación, dictada por Marchamont Nedham.
La Restauración y la Licensing Act
Con la Restauración, se perdió la relación comunicativa debido a la represión política. La London Gazette (1655) y la Orxford Gazette tradujeron el modelo de la Gazzete de Francia de Renaudot y Richelieu.
La Licensing Act (1662) restringió la libertad de prensa. El Parlamento de 1660-1678, dominado por los Tories (conservadores), agudizó la crisis de la institución monárquica. Cuando los Whigs (liberales) dominaron el Parlamento (1679-1681), la situación empeoró.
La Revolución de 1688 y la Libertad de Prensa
Jacobo II intentó restaurar el absolutismo en Inglaterra. Consiguió el pacto político entre Tories y Whigs, pero el estallido de la Revolución de 1688 cambió el panorama.
Los pactistas solicitaron a Guillermo de Orange (Holanda) que ocupara el trono de Inglaterra. Posteriormente, Jacobo se dio a la fuga y se promulgó el ordenamiento de la revolución. Este creó una mecánica de discusión que se aplicó a todas las pugnas. Se estableció la norma de libertad de reunión y expresión.
La Revolución de 1688 tuvo una trascendental repercusión informativa. En 1695, se derogó la Licensing Act, poniendo fin al sistema de control medieval de la prensa.
La Stamp Act y el Surgimiento de la Prensa Crítica
En 1697, la Cámara de los Comunes inauguró un impuesto sobre el papel. La Stamp Act de 1712 lo continuó definitivamente. Cada propietario de periódico debía pagar un penique por hoja impresa más un chelín por cada anuncio inserto. Esto limitó la edición de periódicos a quienes podían permitirse el gasto.
Desde 1722, los»Mensajeros Reale» organizados por Nicholas Paxton tenían un enorme poder y libertad de acción. Podían arrestar, incautar propiedades, maltratar y confinar a impresores o empleados.
Surgieron dos grupos que criticaban al gobierno:
- Prensa moral: Criticaba las costumbres, hábitos y la sociedad. Utilizaba la literatura para enmascarar los ataques. Ejemplos: Tatler de Richard Steel (1709), The Spectator de Richard Steel y Joseph Addison (1711) y Guardian (1713).
- Prensa crítica: Se oponía abiertamente a la situación y aceptaba las posibles consecuencias. Ejemplos: The Gentlemens Magazine de Edward Cave, North Briton de John Wilkes y las cartas de»Juniu» publicadas en un periódico de la capital.
El Primer Diario y los Periódicos de Anuncios
En 1702, se creó el primer diario del mundo: Daily Courant, fundado por Elizabeth Mallet y Samuel Buckley. También florecieron los periódicos de anuncios, como Public Advertiser.