La Revolución de los Transportes
Mejora de los transportes era esencial para transportar mercancías desde el punto de fabricación hasta los lugares de consumo de una manera eficaz y rápida. Así mejoraron los CAMINOS, que se asfaltaron y la navegación fluvial con la construcción de canales.
LOCOMOTORA
La auténtica revolución llegó con el invento de STEPHENSON (1829): la locomotora, impulsada por máquina de vapor y capaz de trasladarse sobre rieles. Primera línea de pasajeros fue de Liverpool a Mánchester inaugurada en 1830. Para 1900 Inglaterra contaba con 30.000 km de vías férreas.
FERROCARRIL
La construcción de este atrajo grandes inversiones de capital. Aparecieron muchas compañías de ferrocarriles que crearon muchos puestos de trabajo en la construcción tanto de las vías como de las locomotoras.
VAPOR A BARCOS
Robert Fulton en 1807 aplicó el vapor a los barcos. El barco se convirtió en transporte esencial para el comercio internacional.
REVOLUCIÓN MERCANTIL
Las mejoras en las infraestructuras y en el transporte hicieron posible la consolidación de una economía de mercado, en la que no se producía para el autoconsumo, sino para la venta. El impulso inicial de expansión comercial británico provino del mercado exterior: los industriales y comerciantes orientaron su producción hacia el mercado ultramarino. La mayor transformación fue el desarrollo del mercado interior que permitió la generalización de los intercambios. Su consolidación fue un proceso más lento, se nutrió del crecimiento de población, al haber más consumidores y al aumentar su capacidad adquisitiva que aumentó el consumo.
Industria Textil Algodonera
Primer pilar de la revolución industrial, los tejidos de algodón eran muy demandados por los clientes, puesto que eran suaves, resistentes y de fácil lavado. Estos tejidos procedían de la India. Inglaterra se dio cuenta de que era un gran negocio del cual se podía sacar mucho dinero y decidió fabricar ella misma los tejidos de algodón. Importaba el algodón de la India y de las colonias americanas costándole muy barato. Luego en su fábrica preparaban el tejido. Para consolidar aún más el negocio prohibieron la importación de cualquier tejido de algodón, los ingleses solo podrían comprar telas de algodón fabricadas en Inglaterra.
Producción de Hierro
Otro pilar en la revolución industrial fue la producción de hierro necesario, entre otras cosas, para fabricar las máquinas de la industria textil y otras herramientas. Es necesario producir hierro en grandes cantidades. ¿Cómo hacerlo? Se consigue al descubrir el carbón de coque. El mineral de hierro se fundía con calor proveniente de la combustión de carbón vegetal que era muy caro. Este carbón se sustituirá por carbón de coque, que tenía mucho más poder calorífico con lo que el hierro se fundía antes y por lo tanto se abarataron los costes de la fundición.
Nuevas Innovaciones
Más tarde se dan nuevas innovaciones: la pudelación para eliminar las impurezas del hierro, el laminado de hierro, y el convertidor BESSEMER, que desde 1856 permitió transformar el hierro en acero. La siderurgia impulsó el sector minero para extraer hierro y carbón, la mejora de los transportes, sobre todo para la aparición del ferrocarril y del barco de vapor, impulsaron la industria siderúrgica.
Industrialización
Entre finales del siglo XVIII y 1880, Europa, siguiendo el ejemplo británico, comienza a adoptar los cambios económicos necesarios para acabar con una economía agraria y artesanal y pasar a una economía basada en la industria. Los primeros en industrializarse fueron Francia y Bélgica conocidos como los FIRST COMES. Bélgica inicia gracias a la posesión de ricos yacimientos de carbón, una agricultura desarrollada y un activo comercio que le permitió acumular capitales. Francia se benefició de la abundancia de minas de hierro y carbón de sus territorios. También consiguió acumular importantes capitales que invirtió, sobre todo en Rusia y en los países mediterráneos. A partir de 1850 y 1870, inicia la industrialización Prusia. Más reservado en la industrialización se encuentra el Piamonte y España en la que se industrializan pequeñas zonas como Cataluña y País Vasco. Por último, el imperio austriaco y Rusia son los últimos estados en comenzar la industrialización a finales del siglo XIX. Un caso especial lo componen Estados Unidos y Japón, cuyo avance en su industria fue tan rápido y fuerte que llegaron a convertirse en dos potencias económicas mundiales que desbancaron a Inglaterra de ese papel a finales del siglo XIX.
Capitalismo
Sistema económico basado en la propiedad. Así, la fábrica y lo que en ella se produce tiene un dueño. La única persona que podía entrar en la propiedad de una fábrica pertenecían a la burguesía. Los burgueses son capitalistas (dueños del capital). El desarrollo del capitalismo va a provocar que se creen nuevos instrumentos financieros: entidades bancarias se multiplicaron y se convirtieron en captadoras del ahorro privado y suministradoras del capital para invertir en industria. Las sociedades por acciones permitieron reunir el capital necesario para las grandes inversiones que requería la industrialización. Una sociedad por acciones es la agrupación de varios inversores para crear una industria ferrocarril, explotar una mina, etc. El capital necesario se reparte en acciones que son adquiridas por diferentes inversores y dan derecho al cobro de una parte proporcional del beneficio generado por la empresa. La emisión por las acciones y su compraventa se realiza en la bolsa.