La Revolución de Octubre de 1934
Columnas de mineros armados ocuparon pueblos y sustituyeron los ayuntamientos por comités revolucionarios. Sitiaron Oviedo y formaron patrullas para enfrentarse a las fuerzas del orden. Ante la magnitud de los acontecimientos, el Gobierno decidió mandar a la Legión. La resistencia duró más de 10 días. El balance terrible: 1.500 muertos y más de 5.000 detenidos.
En Cataluña, Luis Companys, Presidente de la Generalitat, proclamó el 6 de octubre la República Catalana dentro de la República Federal Española. Companys reaccionaba así frente a la paralización del traspaso de competencias del gobierno central. La rebelión fue rápidamente sofocada, después de que el ejército tomara el Palacio de la Generalitat. El gobierno catalán en pleno y todos los concejales de Barcelona fueron encarcelados. En total hubo 3.500 detenidos, incluidos Azaña y Largo Caballero.
Consecuencias de la Revolución de Octubre
Las consecuencias de la revolución de octubre fueron profundas. La CEDA aumentó su participación en el gobierno, que endureció su política. Se suspendió el Estatuto de Cataluña, se inició la devolución a los jesuitas de sus propiedades, e incluso se elaboró un proyecto de reforma constitucional marcadamente conservador (restricción de las autonomías, supresión del divorcio, defensa del derecho de propiedad, etc.). Pero este texto no llegó a votarse por la crisis de gobierno que estalló en el otoño de 1935. Varios miembros del Partido Radical se habían visto involucrados en una serie de escándalos de corrupción (caso del “estraperlo”, asunto Nombela), que enrarecieron el clima político. Gil Robles intentó ser nombrado presidente, pero Alcalá Zamora se negó y convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936.
Elecciones de 1936 y el Frente Popular
La campaña electoral se desarrolló en un clima de profundo enfrentamiento y polarización:
- Los grupos de izquierda (socialistas, comunistas y republicanos) formaron una coalición electoral, el llamado Frente Popular. Su programa incluía la amnistía para los encarcelados de octubre y la reactivación de las reformas.
- Las derechas, por el contrario, no fueron capaces de confeccionar una candidatura única ni redactar un programa electoral conjunto.
La victoria, ajustada y sorpresiva, fue para el Frente Popular (48% de los votos).
El Gobierno del Frente Popular
Azaña fue elegido presidente de la república y Casares Quiroga jefe de un gobierno formado exclusivamente por republicanos en el que no quiso participar el PSOE. Inmediatamente, pusieron en marcha la ejecución del programa electoral: amnistía para los más de 30.000 presos políticos, restauración del Gobierno de Cataluña, comienzo de las negociaciones para la autonomía vasca, reanudación de la reforma agraria, etc.
Creciente Tensión y Preparativos para el Golpe
Los sectores más reaccionarios iniciaron de inmediato los preparativos de una conspiración contra la República. Ante los crecientes rumores de golpe de Estado, el gobierno ordenó el traslado de los militares “peligrosos”: Franco, a Canarias; Mola, a Navarra; Goded, a Baleares.
La reacción de terratenientes y empresarios fue plantar cara al Gobierno: se cerraron fábricas, se obstaculizó el asentamiento de campesinos en las tierras expropiadas y se trasladaron capitales al extranjero.
La de la izquierda (comunistas, anarquistas y sector radical del PSOE) forzar la radicalización de la política republicana mediante huelgas, ocupaciones de tierras, etc. En la derecha, Falange Española fomentó un clima de enfrentamiento. Patrullas de falangistas armados recorrían las calles protagonizando acciones violentas contra los líderes de la izquierda. Los enfrentamientos se propagaron entre febrero y julio de 1936 por todo el país. El gobierno reaccionó: detuvo a J. Antonio Primo de Rivera y cerró las sedes de Falange. Aun así, la violencia callejera y los crímenes políticos continuaron, tanto por la izquierda como la derecha.
La Conspiración Militar y el Asesinato de Calvo Sotelo
La organización de la conspiración militar partió de algunos militares de extrema derecha y la Unión Militar Española (UME). En marzo se reunió en Madrid un destacado grupo de generales, entre ellos Mola, que diseñaron el golpe de Estado. La jefatura suprema de la sublevación quedaría en manos del general Sanjurjo.
Mola –el director– planificó la sublevación simultánea de las guarniciones de todo el país, acompañada de una violenta represión. El asesinato de Calvo Sotelo, el 13 de julio, como represalia al del teniente Castillo de la Guardia de Asalto, aceleró el proceso y sumó al golpe a los indecisos, entre ellos Franco.
El Estallido de la Guerra Civil
El 17 de julio comenzó la sublevación en las guarniciones del protectorado de Marruecos, y al día siguiente se sumaron otras guarniciones de la Península. El que parecía un pronunciamiento más de los muchos que han ido jalonando nuestra historia contemporánea se convertirá, tras fracasar en la mayor parte de las grandes ciudades, en una guerra fratricida cuyas consecuencias se extienden hasta nuestros días; comenzaba la Guerra Civil española.