La Revolución Francesa, la Restauración y las Unificaciones de Italia y Alemania

La Revolución Francesa

Causas

Fue provocada por la mala situación económica y la influencia de las ideas liberales, difundidas por la Ilustración, que habían tenido en la independencia estadounidense un reciente ejemplo.

  • La crisis económica: La monarquía atravesaba una permanente crisis fiscal debido a los elevados gastos de la corte. Por eso, se plantearon reformas que pedían el pago de impuestos por parte de los privilegiados.
  • La crisis agraria: Una sucesión de malas cosechas disparó los precios y causó graves problemas de abastecimiento, todo ello contribuyó al descontento entre los grupos populares.
  • La difusión de las ideas liberales: Cobraron fuerza los principios del liberalismo. Su difusión entre los círculos ilustrados y burgueses de la sociedad francesa extendió la crítica al absolutismo y a la sociedad estamental, y la defensa de la división de poderes y los derechos ciudadanos.

Los Estados Generales y la Asamblea Nacional

El origen del proceso se encuentra en el rechazo de la nobleza al pago de impuestos. Este hecho, conocido como la revuelta de los privilegiados, provocó que Luis XVI se viera obligado a convocar los Estados Generales, una asamblea que no se reunía desde 1614.

En los meses previos a su celebración, cada estamento se encargó de elaborar los Cuadernos de Quejas, en los que recogían sus peticiones al rey. Las sesiones de los Estados Generales comenzaron en mayo de 1789 en el Palacio de Versalles. El enfrentamiento se desató cuando el Tercer Estado exigió que se abandonara el tradicional voto por estamento y se estableciera el voto individual.

Rechazada la propuesta, los no privilegiados se autoproclamaron Asamblea Nacional, a la que se sumaron algunos representantes de la nobleza y el clero. Luis XVI ordenó su disolución. Los miembros de la Asamblea se trasladaron a la Sala del Juego de Pelota, donde el 20 de junio juraron no disolverse hasta haber aprobado una constitución.

La Restauración

Las monarquías derrocadas por Napoleón fueron restituidas y se creó un sistema internacional basado en la negociación y el equilibrio entre estados.

El Congreso de Viena

  • Legitimismo: Se restablecieron en el trono las monarquías tradicionales sobre la base de los derechos históricos, sin tener en cuenta la soberanía nacional ni ningún control político.
  • Absolutismo: Se acordó restaurar los principios del Antiguo Régimen en aquellos países en los que se habían abolido.
  • Equilibrio internacional: Se intentó evitar que ningún estado europeo acumulara un poder excesivo.
  • Intervencionismo: Las potencias se reservaron el derecho a intervenir en el plano internacional.
  • Congresos: Como medio para evitar los enfrentamientos entre potencias, se determinó discutir las rivalidades políticas en sucesivos congresos.

Con el fin de garantizar estos acuerdos, se establecieron dos sistemas de alianzas: la Cuádruple Alianza (entre Prusia, Rusia, Austria y Reino Unido) y la Santa Alianza (Prusia, Rusia y Austria, a la que después se sumarían Francia y otros estados).

Las Revoluciones de 1820

La respuesta liberal contra la Restauración comenzó en España. En Nápoles, las revueltas promovidas por los carbonari obligaron al rey Fernando I a instituir un parlamento y conceder una constitución. Ambos movimientos fueron derrotados por la intervención de la Santa Alianza.

También fracasó el movimiento decembrista en Rusia. Solo Grecia, con el apoyo del Reino Unido, logró la independencia del Imperio otomano tras la firma del Tratado de Adrianópolis en 1829.

Las Revoluciones de 1830

El proceso empezó en Francia, donde tuvo lugar un levantamiento popular en respuesta a las políticas absolutistas de Carlos X. Bélgica se independizó de Holanda y estableció una monarquía constitucional. Polonia vivió una revuelta contra el zar Nicolás I, que fue violentamente sofocada. También fracasó la rebelión del norte de Italia contra Austria. En los estados alemanes, la revolución fue reprimida con dureza.

Las Revoluciones de 1848

Tuvo lugar una oleada revolucionaria en toda Europa. Su carácter democrático y social hizo que fuera bautizada como la Primavera de los Pueblos. Estalló por diversas causas:

  • Crisis económica: Un periodo de malas cosechas, crisis industrial y comercial agravó la inestabilidad.
  • Descontento de la pequeña burguesía: El carácter censitario de los regímenes liberales impedía a este grupo social la participación en la vida política.
  • Actividades liberales y nacionalistas: De forma clandestina, habían proseguido su defensa de regímenes constitucionales o de la independencia nacional.
  • Aparición del proletariado como sujeto político: Reclamaron sus derechos políticos y una mayor justicia social.

La Unificación Italiana

Durante las revoluciones de 1830 y 1848, apareció en los estados italianos un sentimiento de resistencia conjunta contra Austria y de pertenencia a un espacio común. Diversas sociedades secretas habían difundido el ideario nacionalista, que tuvo su reflejo cultural en el Risorgimento, movimiento que reivindicaba la cultura y la literatura italiana.

Etapas de la Unificación

El proceso de unificación tuvo que enfrentarse a la oposición del Imperio austríaco, que controlaba los estados del norte; a la del Papa, que poseía la Italia central; y a la de los Borbones en el trono del Reino de Nápoles.

  • Anexión de Lombardía
  • Conquista de Nápoles (Camisas Rojas)
  • Incorporación de Venecia
  • Ocupación de Roma

Consecuencias de la Unificación

Italia se convirtió en una monarquía parlamentaria, con el sistema político de la Constitución de Piamonte. Pasó a ser una potencia media en Europa.

El nuevo reino tuvo que afrontar diversos problemas, como la enemistad con el Papa debido a la pérdida de territorios, que provocó la ruptura de las relaciones con la Iglesia.

El país se vio afectado por un profundo desequilibrio regional entre el norte industrializado y el sur rural y atrasado.

La Unificación Alemana

Tras el fracaso del Parlamento de Fráncfort, la unificación nacional se orientó desde dos opciones: una Gran Alemania, liderada por Austria, y una Pequeña Alemania, encabezada por Prusia, que excluiría a los austriacos.

Prusia terminó liderando el proceso gracias al liderazgo del canciller Otto von Bismarck y del rey prusiano Guillermo I.

El Proceso de Unificación

Para consolidar la unificación, Bismarck tenía que debilitar la influencia de Austria y superar el rechazo de los estados católicos del sur, lo que consiguió a través de distintas guerras:

  • Guerra de los Ducados
  • Guerra contra Austria (Confederación Alemana del Norte)
  • Guerra franco-prusiana

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