La Sociedad del Antiguo Régimen
La Nobleza
La aristocracia procedía del feudalismo medieval y tenía función militar (su ocupación tradicional era el ejército y las armas). Poseía extensas propiedades de tierras en las que trabajaban campesinos, de los que obtenían sus principales rentas. Se distinguían dos grupos:
- Alta nobleza o aristocracia: poseían títulos, extensas propiedades territoriales, altos cargos en la corte y privilegios.
- Baja nobleza: nivel de vida más modesto y recursos más escasos.
Ambas gozaban de importantes privilegios y constituían un grupo muy cerrado, ya que en teoría solo se pertenecía a ella por nacimiento.
El Estamento Eclesiástico
Estaba constituido por los miembros del clero. Tenía también importantes propiedades territoriales y privilegios fiscales, así como una gran influencia cultural y política. Se distingue entre:
- Alto clero: formado por los principales cargos eclesiásticos, procedían de familias que buscaban una ocupación de prestigio para sus hijos.
- Bajo Clero: constituido por sacerdotes y frailes, disfrutaban de un inferior nivel de vida y rentas mucho más modestas.
El Tercer Estado
El grupo más numeroso y diverso, integrado por todos aquellos que no eran ni nobles ni clérigos. Todos ellos tenían en común el hecho de carecer de privilegios. El campesinado constituía el grupo más numeroso (alrededor del 80%). La mayoría tenía escasos recursos, y muchos de ellos no poseían tierras pero sí soportaban diversas obligaciones de carácter señorial. Su situación variaba según la región:
- Mayor parte de Europa Occidental: el campesinado era más o menos libre debido a la progresiva desaparición de las estructuras feudales.
- Europa Central y Oriental: gran parte del campesinado seguía sometida a la servidumbre y estaba atada a las tierras de la nobleza y del clero, lo que le hacía soportar numerosas obligaciones señoriales.
El Imperio Napoleónico
Napoleón aspiró a crear un imperio continental europeo bajo la supremacía francesa, utilizando una política de expansión que le enfrentó a nuevas coaliciones de los países europeos y le obligó a sostener continuas guerras. Durante varios años, su habilidad militar le permitió obtener numerosas victorias (batallas de Marengo 1800, Austerlitz 1805, o Jena 1806), lo que le convirtió temporalmente en el árbitro de Europa. Napoleón trató de articular un imperio continental a través del bloqueo y aislamiento de Gran Bretaña, y del dominio francés sobre las naciones europeas. En España, aprovechó la crisis interna de la monarquía borbónica y forzó la abdicación de Carlos IV y la renuncia a los derechos de sucesión de Fernando VII, situando en el trono a su hermano José Bonaparte.
Pero este imperio no tardó en entrar en crisis, motivada por distintas causas:
- Las ideas nacionalistas y liberales se rebelaron contra Napoleón.
- El dominio militar en Europa obligó a la sociedad francesa a un constante esfuerzo bélico, tanto en el plano económico como en el reclutamiento continuado de soldados de reemplazo.
- La situación militar se fue complicando debido a la multitud de frentes abiertos, en una campaña contra Rusia que acabó en catástrofe y alentó a otros países a enfrentarse a Napoleón.
El agotamiento militar tras la debacle sufrida en Rusia lo llevó a una nueva derrota en Leipzig (1813) y tuvo que abdicar en 1814, siendo sustituido por el nuevo rey Luis XVIII. Napoleón fue recluido en la isla de Elba, desde donde se fugó y, entre marzo y junio de 1815, se hizo de nuevo con el poder de Francia durante el llamado Imperio de los Cien Días. Derrotado finalmente en Waterloo, fue desterrado a la isla de Santa Elena, donde falleció en 1821. Luis XVIII volvió a ser coronado.
La Revolución Francesa
Los Estados Generales y la Asamblea Nacional
Ante la bancarrota del Estado y la negativa de los estamentos privilegiados a contribuir fiscalmente, Luis XVI convocó los Estados Generales, una asamblea representativa por estamentos. Cada estamento elaboraba los cuadernos de quejas, donde se recogían sus peticiones. Los Estados Generales se iniciaron en Versalles en mayo de 1789. Entre las reivindicaciones del Tercer Estado se hallaban que se estableciese un sistema conjunto de deliberación y que el voto fuera individual. Al ser rechazada la propuesta, el Tercer Estado se autoproclamó Asamblea Nacional y trasladó su sede a la sala del Juego de Pelota, donde juraron no disolverse hasta aprobar una constitución. A la vez, estallaron revueltas populares. La más trascendente, la de París, donde el 14 de julio la población asaltó la cárcel de la Bastilla. Los campesinos protagonizaron en el campo violentas protestas contra la nobleza, asaltando castillos y quemando sus títulos nobiliarios.
La Asamblea Constituyente
El rey se vio obligado a ordenar que los estamentos privilegiados se sumaran a la nueva Asamblea. En agosto de 1789 se decretó la abolición de los derechos señoriales y la supresión del feudalismo, y se proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, lo que supuso el fin simbólico del Antiguo Régimen. La obra de la Asamblea culminó en 1791 con la promulgación de la primera Constitución francesa:
- Se reconocieron los principios liberales.
- El Gobierno era una monarquía constitucional, en la que el rey quedaba limitado por la constitución.
- Se estableció la separación de Iglesia y Estado, mediante la Constitución Civil del Clero.