La Revolución Francesa y las Unificaciones de Italia y Alemania: Causas, Etapas y Consecuencias

La Revolución Francesa: Causas, Etapas y Consecuencias

Las Causas de la Revolución Francesa

En Francia, la revolución estalló por diferentes causas:

  • Políticas e ideológicas: En la segunda mitad del siglo XVIII, el absolutismo había sido criticado por la Ilustración, y la revolución americana mostró que era posible derribarlo.
  • Sociales y económicas: Todos los grupos sociales estaban descontentos. La nobleza y el clero habían perdido poder a causa del absolutismo real, y muchos enfrentaban dificultades económicas.

La Chispa que Encendió la Revolución

La chispa o causa inmediata que encendió la revolución fue una doble crisis económica:

  • Crisis alimentaria: Debido a las malas cosechas de los años anteriores, lo que provocó una extensión del hambre.
  • Crisis financiera: El endeudamiento del Estado por sus gastos militares y de la corte.

La Convocatoria de los Estados Generales

Las sesiones de la asamblea se iniciaron el 5 de mayo de 1789. La discusión inicial se centró en la forma de votar. La nobleza y el clero querían un voto para cada orden o estamento; mientras el Tercer Estado, más numeroso, exigía el voto por cabeza. Al rechazarse sus peticiones, los representantes del Tercer Estado se proclamaron Asamblea Nacional, o representantes de toda la nación. Luis XVI trató de disolverla, pero no lo consiguió.

La Evolución de la Revolución Francesa

La Asamblea Constituyente (1789-1791)

El 7 de julio de 1789, y mediante votación, la Asamblea Nacional decidió transformarse en Asamblea Constituyente, a fin de dotar a Francia de una constitución. El pueblo francés decidió asaltar la Bastilla, una fortaleza-prisión, el 14 de julio. Las primeras cosas aprobadas por la Asamblea Constituyente serían el fin del feudalismo, la eliminación de derechos señoriales, diezmo y nacionalizar los bienes de la Iglesia. También aprobaron una Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). Dos años después, en 1791, se aprobó la primera constitución francesa.

La Asamblea Legislativa (1791-1792)

Tras aprobarse la Constitución, la Asamblea Constituyente se disolvió y fue sustituida por una Asamblea Legislativa. En su corta existencia hizo frente a varios problemas: oposición de los nobles exiliados, así como el enfrentamiento entre girondinos (grupos radicales) y jacobinos (grupos populares compuestos por trabajadores independientes, pequeños comerciantes y artesanos).

La Convención (1792-1795)

Estuvo dominada inicialmente por los girondinos. En este periodo se abolió la monarquía, se proclamó la República (1792) y se procesó y guillotinó a Luis XVI (1793). El descontento popular ante la guerra permitió a los jacobinos radicales acceder al poder, en 1793. Su líder, Robespierre, rechazó la invasión extranjera, promulgó una constitución más democrática (1793) que permitió el sufragio universal masculino, etc. La Convención depuso y guillotinó a Robespierre y sus partidarios. El poder pasó a los diputados del centro, que elaboraron la Constitución de 1795, más moderada y con sufragio restringido.

El Directorio y el Consulado (1795-1799)

Según lo establecido en la Constitución, el poder ejecutivo recayó en un Directorio de cinco miembros. En las campañas que emprendieron destacó un joven general llamado Napoleón Bonaparte que, aprovechando su prestigio, dio un golpe de Estado (1799) y sustituyó al Directorio por un Consulado formado por tres cónsules.

Napoleón Bonaparte: Del Consulado al Imperio

Durante el Consulado

Evitó el retorno del absolutismo, permitió el regreso de los exiliados y firmó un Concordato con la Iglesia para establecer la Paz religiosa. Llevó a cabo una reforma administrativa, colocando a prefectos en las provincias, promulgó un Código Civil, reformó la Hacienda y la enseñanza. En 1804 se sintió tan fuerte que se hizo coronar emperador.

Durante el Imperio

Su prestigio lo ganó por su capacidad de derrotar a monarcas absolutos. Conquistó gran parte de Europa, consiguiendo su mayor imperio en 1811. En los países anexionados, colocó en el trono a familiares o generales de su ejército, imponiendo las ideas revolucionarias. En 1814, tras ser vencido en Rusia y en España, Napoleón abandonó el poder. Retornó en 1815, pero fue derrotado en Waterloo y desterrado a la isla de Santa Elena donde murió en 1821.

Revoluciones Liberales del Siglo XIX

Revoluciones de 1820

Una serie de levantamientos liberales liderados por militares, intentaron acabar con el absolutismo, pero la Santa Alianza pudo con ellos. Se extendieron por España, Portugal, Nápoles, Piamonte y Rusia. Se impuso el absolutismo.

Revoluciones de 1830

Se produjo en Europa Central y Occidental. Tuvieron apoyo popular, y aunque triunfaron, eran de un liberalismo conservador (sufragio censitario y limitación de libertades públicas).

Revoluciones de 1848

Partieron de Francia. Aparecieron los ideales democráticos: sufragio universal, soberanía popular, igualdad social, y surgieron los trabajadores como fuerza política.

Unificación de Italia (1859-1870)

Italia estaba dividida en 6 estados, siendo el Papa soberano en uno de ellos. Solo el Piamonte, al norte, con una Monarquía al frente (Dinastía Saboya), se manifestaba a favor de la unificación de toda Italia.

  • Cavour, en el norte, anexionó los Estados del Norte.
  • Garibaldi, en el centro y sur, derrocó a los monarcas de esos estados.
  • En 1861, el primer parlamento italiano proclamó rey de Italia a Victor Manuel II de Saboya. Se anexa Venecia en 1866 y en 1870 se anexionó los Estados Pontificios.

Unificación de Alemania (1864-1871)

Alemania estaba fraccionada en 36 estados, y su principal problema era la rivalidad entre sus principales potencias: Prusia y Austria.

  • Prusia creó una unión aduanera (Zollverein), agrupando a los estados alemanes excepto Austria.
  • Se le ofreció la corona de Alemania al rey de Prusia, pero no aceptó por provenir de un parlamento liberal.
  • Así Prusia comenzó una guerra para conseguir la unificación. Hasta que su canciller, Otto von Bismarck, tras victoriosas batallas, unió a todos los estados, proclamándose el II Imperio (Reich) alemán y Guillermo I fue proclamado káiser (emperador).

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