La Revolución Industrial: Un Análisis Comparativo entre Países

Condiciones para la Revolución Industrial

Para que se produzca una Revolución Industrial es necesario que se cumplan una serie de condiciones:

  1. Excedente de capital: Proveniente de la revolución agrícola o la revolución comercial.
  2. Inversión del excedente: El capitalista debe invertir el excedente generado.
  3. Demanda solvente: Es necesario que exista una demanda con capacidad adquisitiva.
  4. Revolución de los transportes: Mejora en las infraestructuras de transporte.
  5. Revolución de las comunicaciones: Mejora en las comunicaciones.
  6. Revolución del sistema crediticio: Facilita el acceso al crédito para la inversión.
  7. Relación jurídica mercantil: Marco legal que favorezca la actividad empresarial.
  8. Sustitución del trabajo por capital: Introducción de maquinaria y tecnología.
  9. Revolución educativa: Formación de mano de obra cualificada.
  10. Revolución científica: Avances científicos que impulsen la innovación tecnológica.
  11. Interés por la innovación: Mentalidad favorable a la adopción de nuevas tecnologías.
  12. Revolución política: Estabilidad política que favorezca la inversión.
  13. Revolución jurídica: Marco legal que proteja la propiedad privada y la actividad empresarial.
  14. Revolución fiscal: Sistema fiscal que incentive la inversión.
  15. Apertura al exterior: Apertura al comercio internacional.

Bélgica

Bélgica fue el primer país continental en industrializarse debido a su proximidad con Inglaterra, su larga tradición industrial, sus recursos naturales, y su posición geográfica estratégica. Su industria clave fue la textil, seguida de la metalurgia. El Estado impulsó la industrialización mediante la construcción de ferrocarriles, la creación de la Sociedad General de Bélgica (1822) y del Banco Central de Bélgica (1835).

Francia

Francia comenzó su industrialización más tarde, en 1815, debido a la absorción de mano de obra por el ejército, un menor crecimiento demográfico y económico, y la falta de carbón. Su industria se basó en la fuerza hidráulica y se caracterizó por una gran diversidad de sectores. La industrialización fue desigual, dependiendo de la disponibilidad de recursos hídricos.

Alemania

Alemania se industrializó aún más tarde que Bélgica y Francia debido a su división política, su economía rural y su pobreza. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX experimentó un rápido crecimiento industrial gracias a la influencia extranjera, la inversión en sectores de la segunda revolución industrial, la explotación de yacimientos mineros, y la formación de grandes empresas integradas verticalmente. Destacaron sectores como el carbón, el hierro, el acero, la química y la electricidad.

Estados Unidos

Estados Unidos experimentó un fuerte crecimiento demográfico y económico en el siglo XIX gracias a la inmigración europea, la abundancia de recursos naturales, el rápido progreso tecnológico y la especialización productiva regional. El debate sobre el modelo de desarrollo se centró entre el fomento de la agricultura y el comercio (Thomas Jefferson) y la industrialización mediante medidas proteccionistas (Alexander Hamilton). Finalmente, se impuso la visión de Hamilton. Los sectores clave fueron el algodón, el carbón y el ferrocarril.

España

La industrialización en España fue tardía debido a un sector agrario poco modernizado, un Estado débil, un déficit exterior, la falta de inversión y la escasez de recursos. Se pueden distinguir tres etapas: un fuerte crecimiento entre 1840 y 1861, un estancamiento entre 1861 y 1868, y un nuevo crecimiento entre 1868 y 1880. Las industrias básicas fueron la alimentación, la siderurgia, la minería y el textil. Andalucía y Cataluña fueron los principales centros industriales.

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