La llegada de los Borbones a España

En el siglo XVIII, España experimentó un cambio dinástico con la llegada de los Borbones, según lo establecido en el testamento de Carlos II. Cuatro soberanos de esta nueva dinastía gobernaron durante este período: Felipe V (1700-1746), Fernando VI (1746-1759), Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808). Implementaron una serie de reformas que aumentaron la dependencia económica y el control político sobre las colonias americanas, buscando restaurar el pasado imperial de España. A finales del reinado de Carlos II, surgió un debate sucesorio que involucró a Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico. El testamento de Carlos II nombró a Felipe de Borbón como sucesor, marcando el fin de la dinastía de los Austrias españoles y el comienzo de la de los Borbones. En el Virreinato del Perú, esto incrementó la presión sobre los indígenas, lo que culminó en el levantamiento liderado por Túpac Amaru II.

La Guerra de Sucesión Española y el Tratado de Utrecht

La Guerra de Sucesión Española, que duró doce años, finalizó con la Paz de Utrecht en abril de 1713. Este tratado otorgó importantes beneficios a los británicos, incluyendo anexiones territoriales y ventajas económicas como el monopolio de la trata de esclavos en América y el derecho a enviar un barco mercante anual a los territorios hispanoamericanos. Estas concesiones debilitaron el monopolio comercial español en América.

La Revolución Industrial en Gran Bretaña

La segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña presenció la Revolución Industrial, un período de transformaciones económicas, técnicas y sociales. Las herramientas fueron reemplazadas por máquinas, el trabajo se trasladó a las fábricas y surgieron nuevos sectores sociales como la burguesía industrial y el proletariado. Este fue el origen del capitalismo industrial. Políticamente, el absolutismo fue reemplazado por la soberanía popular, con formas de gobierno como la monarquía parlamentaria, la constitucional y la república democrática. La Revolución Industrial se caracterizó por:

• Un aumento significativo en la producción de alimentos.
• El fortalecimiento del mercado externo.
• La aparición de las primeras máquinas.
• Un gobierno liberal que facilitó estas transformaciones.

Revolución Agrícola

Se introdujeron nuevas variedades de vegetales, la alimentación del ganado en establos y la supresión del barbecho.

Industrias Tradicionales

Se mantuvieron sistemas de trabajo a domicilio (hilar, tejer) y manufactura (minería, astilleros, fabricación de cerveza). La producción artesanal, especialmente textil, se basaba en el pago por pieza.

Dos Fases de la Revolución Industrial

La primera fase (1760-1780) vio una rápida innovación en sectores como el textil y el metalúrgico. La segunda (hasta mediados del siglo XIX) expandió el uso de maquinaria y el sistema de fábricas (uso del vapor), incluyendo la construcción de los primeros ferrocarriles (1814).

Industria Textil

La producción de telas, el hilado y el tejido atrajeron grandes inversiones.

Nuevas Fuentes de Energía

El carbón y el hierro se convirtieron en fuentes de energía cruciales.

La Independencia de los Estados Unidos

A principios del siglo XVIII, las trece colonias inglesas en América del Norte ganaron autonomía gracias a su desarrollo industrial. Tras la Guerra de los Siete Años (1756-1763), la corona británica obtuvo Canadá, Florida y regiones del río Mississippi. En 1764, el Parlamento británico impuso impuestos al azúcar, vino, té y papel. Los colonos, afectados en sus intereses, boicotearon el comercio con la metrópoli. La Matanza de Boston, provocada por el lanzamiento de bolas de nieve a soldados británicos, y el Motín del Té, donde colonos arrojaron cargamentos de té al mar, aumentaron las tensiones. El puerto de Boston fue cerrado hasta que se pagaran los daños.

Guerra de Independencia

Massachusetts organizó una armada para oponerse a las medidas británicas. La población colonial se unió a la resistencia, forzando la retirada de los regimientos ingleses.

Declaración de Independencia

El 4 de julio de 1776 se firmó la Declaración de Independencia. Gran Bretaña declaró la guerra a Francia, que se alió con España. La Paz de París (1783) reconoció la independencia de las colonias, poniendo fin al conflicto.