La Revolución Liberal en España
Una Transformación Profunda
La Revolución Liberal supuso una conmoción para las estructuras de España. Los esquemas sociales, políticos y económicos del Antiguo Régimen entraron en crisis, dando paso a nuevos principios que dieron lugar al Liberalismo. El liberalismo puede entenderse como un movimiento ideológico, un sistema político y una doctrina económica, todos relacionados con el ascenso de la burguesía como clase social dominante durante el siglo XIX.
Transformaciones en el Orden Social
De la Sociedad Estamental a la Sociedad Clasista: La rígida estructura estamental, con sus privilegios de nacimiento, fue reemplazada por una sociedad clasista donde la burguesía desplazó a la nobleza y el clero como clases dominantes. Si bien la nobleza y el clero mantuvieron cierto poder económico y prestigio social, la burguesía accedió a las altas funciones del Estado y la riqueza se convirtió en el principal factor de diferenciación social.
Igualdad Jurídica y Movilidad Social: La Revolución Liberal trajo consigo la abolición del régimen señorial y la unificación legal, estableciendo la igualdad jurídica de todos los ciudadanos ante la ley. La movilidad social se hizo posible, permitiendo a los individuos ascender en la escala social a través del esfuerzo, la capacidad o la fortuna.
Libertad como Valor Fundamental: La libertad se convirtió en un valor central de la nueva sociedad, manifestándose en la libertad de explotación de tierras, comercio, trabajo y contratación. Esta libertad también se reflejó en los cambios de costumbres, como la mayor importancia de los sentimientos en el matrimonio.
Cambios en el Orden Político
Soberanía Nacional: La Revolución Liberal estableció el principio de soberanía nacional, donde el poder reside en el pueblo y no en el rey. Las Cortes, convocadas sin la intervención del rey, se consideraron investidas de la soberanía nacional.
División de Poderes: Para evitar la concentración de poder, se estableció la división de poderes en tres ramas independientes: el poder legislativo (Cortes), el poder ejecutivo (Rey o Presidente) y el poder judicial (jueces y tribunales).
Las Constituciones: Las constituciones se convirtieron en las leyes fundamentales que organizan el Estado, recogiendo los derechos del individuo y los límites del poder.
Transformaciones en el Orden Económico
Liberalismo Económico: El liberalismo económico, con autores como Adam Smith, se convirtió en la base ideológica de la Revolución Industrial. Este sistema defiende la propiedad privada, la libertad económica y el mercado como mecanismo regulador. En España, el liberalismo económico se tradujo en la libertad de trabajo, la reducción de las prestaciones señoriales y la prohibición de los mayorazgos.