El Golpe y la Desperonización
En 1955, Aramburu, Lonardi y Rojas destituyen a Perón. Lonardi, con una postura de reconciliación (peronización sin Perón), contaba con el apoyo del sector opositor. Sin embargo, un golpe interno liderado por Aramburu y Rojas lo destituye, oponiéndose a esta postura.
Aramburu (1955-1958) inicia la «Desperonización», aplicando la Ley Marcial contra Valle (militar peronista que lideró una rebelión cívico-militar fracasada) y sus aliados del grupo golpista «peronista». En 1956, Valle es ejecutado. La resistencia peronista, principalmente obrera, se manifiesta en contra de la Revolución Libertadora.
La Convención Constituyente, Frondizi y el Desarrollismo
En 1957, la Convención Constituyente restaura la Constitución de 1949. La Unión Cívica Radical (UCR) se divide en dos: la UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo), identificada con los militares, y la UCRT (Unión Cívica Radical Intransigente), que se distancia de los militares y se acerca a Perón.
Frondizi, con la promesa del regreso del peronismo y la normalización política, recibe la presión de Perón y los peronistas, mientras que los militares, en desacuerdo, lo custodian para evitar el resurgimiento del peronismo. Frondizi busca implementar el desarrollismo, que proponía un desarrollo industrial impulsado por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina).
El desarrollismo se basa en:
- Inversión de capitales extranjeros
- Progreso tecnológico
- Industrias pesadas (petroquímicas, hidroeléctrica, petróleo)
Este modelo lleva a la modernización económica, con la «batalla del petróleo» en 1958 (firma de contratos con empresas petroleras norteamericanas), la ley de radicalización de capitales extranjeros y el ingreso de Argentina al Fondo Monetario Internacional.
Aspectos negativos del desarrollismo:
- Inflación
- Endeudamiento externo
- Desequilibrio en la balanza de pagos
En 1962, Guido asume un gobierno «semiconstitucional» con las siguientes medidas:
- Convocar a elecciones
- Receso del Congreso
- Caducidad de las autoridades de los partidos políticos (para reorganizarse y excluir a los neoperonistas)
Aramburu busca marginar al peronismo y al neoperonismo, impidiendo su participación electoral. La Revolución Libertadora persigue la desperonización.
Divisiones en el Ejército: Azules y Colorados
Dentro del Ejército, surgen dos facciones:
- Azules (legalistas): Liderados por Onganía, buscan la democracia, la paz interior y la estabilidad política. Consideran al peronismo un régimen totalitario y, aunque buscan la salida electoral, proponen la prohibición del peronismo.
- Colorados: Buscan establecer una dictadura militar, se oponen a Perón y al peronismo, y no desean convocar a elecciones.
En los enfrentamientos armados entre Azules y Colorados, los Azules resultan victoriosos.
El Gobierno de Illia y la Oposición
En 1963, Illia, representando a la UCRP, gana las elecciones con el 25% de los votos. El 19% de los votos en blanco corresponden a peronistas, lo que refleja la falta de apoyo popular y la debilidad política de su gobierno.
Tres sectores se oponen al gobierno de Illia:
Grandes Empresarios
Se oponen a las políticas de Illia, como:
- Ley de salario mínimo y móvil
- Precios máximos a ciertos productos
- Ley de medicamentos
- Anulación de los contratos petroleros
A pesar de la oposición, Illia logra un equilibrio en la balanza comercial.
Sindicatos (Peronistas y Sector Obrero)
Liderados por Vandor, buscan:
- Normalización política (eliminar la proscripción del peronismo)
- Mejoras salariales
- Ley de asociaciones profesionales
El gobierno busca controlar los fondos sindicales. En 1964, Vandor intenta, sin éxito, el regreso de Perón. En 1965, Perón envía a su tercera esposa para reorganizar el partido. En las elecciones de Mendoza, el candidato de Perón gana, aunque se considera un empate, ya que Perón controla la política y Vandor los sindicatos peronistas.
Fuerzas Armadas
Controladas por Onganía, comienzan a controlar los medios de comunicación. El gobierno se percibe como vacío de poder. Surge la Doctrina de Seguridad Nacional.
El Golpe de 1966
El sector empresarial y las Fuerzas Armadas se preocupan por los avances de los sindicatos y la posibilidad de un gobierno comunista. La prensa contribuye a crear un clima de inestabilidad, asociando a Illia con la lentitud y la ineficacia. Onganía plantea un nuevo rol para las Fuerzas Armadas en la vida constitucional del país. Finalmente, en 1966, Illia es derrocado por un golpe militar.
Consecuencias del período:
- Surge el Estatuto de la Revolución Argentina
- Aparecen las guerrillas
- Se reprimen las universidades, consideradas focos de resistencia democrática