1. La Rusia Zarista a Principios del Siglo XX

A comienzos del siglo XX, Rusia seguía regida por un zar de la dinastía Romanov, que gobernaba desde el siglo XVII, y ejercía todos los poderes estatales por derecho divino.

La población rusa estaba formada por 175 millones de habitantes, que vivían mayoritariamente en el campo: el 80% del total. Esta enorme población tenía una gran diversidad étnico-lingüística y religiosa. La estructura social se dividía en:

Clases Sociales en la Rusia Zarista

• Clases altas: nobleza, clérigos, oficiales del ejército.
• Clase media: muy escasa, también conocidos como kulaks o campesinos ricos y pequeños comerciantes e industriales. Existía una notable ausencia de burguesía.
• Clase baja: la mayoría de la población eran campesinos pobres (mujiks) y obreros industriales.

La economía de ese inmenso y complejo imperio se sustentaba, básicamente, en una agricultura muy poco productiva, con un campesinado sometido históricamente a los grandes propietarios.

La existencia de un sector industrial estaba muy concentrada en grandes empresas y áreas urbanas modernizadas, como Moscú, San Petersburgo, y zonas de Ucrania y la cuenca del Donetz, que daba empleo a más de tres millones de obreros.

2. Tensiones Políticas en la Rusia Zarista

En los últimos años del siglo XIX, surgieron ciertos movimientos de oposición al zarismo:

Movimientos de Oposición

• Intelligentsia: desde el siglo XIX criticaba el retraso ruso y difundía valores occidentales, chocando con los sectores tradicionalistas.
• Populistas: pretendían crear una conciencia revolucionaria en el campesinado (revolución campesina) y pedían la implantación de un socialismo agrario basado en la colectivización de la tierra. Este sector de oposición fracasó y se fracturó. Por un lado, se formaron los anarquistas como organización terrorista denominada ‘La voluntad del pueblo’ (asesinó al zar Alejandro II en 1881). Otro sector se orientó hacia la creación en 1905 del Partido Social Revolucionario.
• Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR): desde 1898, actuaba en Rusia inspirado en los principios del marxismo. En sus filas destacó Lenin, quien pudo imponer sus ideas en 1903. Dentro del partido surgieron dos corrientes:

Corrientes dentro del POSDR

• Bolcheviques: (mayoritarios en ruso) dirigidos por Lenin. Su objetivo era derrocar el zarismo y crear una “dictadura democrática revolucionaria provisional del proletariado y del campesinado”. Era una organización muy disciplinada con una entrega completa a la revolución.
• Mencheviques: (minoritarios en ruso): organización abierta a militantes.

En 1905 se constituyó el Partido Socialista Revolucionario (SR) que buscaba una revolución campesina tras una fase de desarrollo del capitalismo. Este mismo año, la burguesía liberal fundó el Partido Constitucional Democrático (cadetes) cuyo objetivo era alcanzar un régimen constitucional.

3. La Revolución de 1905

Las tres causas principales que dieron paso a esta Revolución fueron:

Causas de la Revolución de 1905

• El descontento del campesinado por la reforma agraria, lo que se exteriorizó en forma de revueltas y agitaciones.
• Las malas condiciones de vida de los obreros en San Petersburgo, Moscú, etc.
• La derrota de Rusia en la Guerra ruso-japonesa de 1904-1905.

El detonante de la revolución fue una masiva manifestación obrera, que, un domingo de enero de 1905, se dirigió al Palacio de Invierno en San Petersburgo para presentar sus reivindicaciones al zar: jornada laboral de ocho horas, subidas salariales, democratización del Estado, entre otras. El ejército disparó contra los manifestantes, causando trescientas muertes y más de mil heridos. Este suceso es conocido como Domingo Sangriento.

En consecuencia se produjeron huelgas, levantamientos y motines en Rusia y la formación de los soviets (consejos obreros): siendo el partido más activo el de San Petersburgo, presidido por Trotski. Destaca el motín del acorazado Potemkin, cuya tripulación se rebeló cuando regresaba de Extremo Oriente.

Consecuencias de la Revolución de 1905

Para detener la escalada revolucionaria, el zar prometió a la oposición la concesión de libertades civiles y la convocatoria de una Duma (Parlamento) que elaborara una Constitución de estilo liberal-democrático. Sin embargo, estas promesas no se cumplieron. Con el paso del tiempo, el Gobierno del zar se volvió más arbitrario al caer en poder de camarillas de la corte. En vísperas de la Gran Guerra, la camarilla más influyente estaba dirigida por Rasputín, un favorito del zar y de la zarina que concitaba la hostilidad creciente de la nobleza, de la burocracia y de la oposición política de todo signo. El aislamiento político y vital del zar era ya un crucial factor de la situación rusa en 1914.