La Revolución Rusa y el Auge de los Totalitarismos: Fascismo e Italia

La Revolución Rusa (Febrero – Octubre 1917)

Febrero – Octubre 1917: La abdicación de Nicolás II dio paso a la formación de un gobierno provisional liderado por Lvov, quien prometió elecciones y reformas. Lenin regresó a Rusia y en Petrogrado enunció sus Tesis de Abril, con objetivos bolcheviques como el fin de la guerra, la toma del poder por parte de los soviets y la creación de una Internacional Obrera. Los bolcheviques crecieron en poder y controlaron los soviets, mientras el gobierno provisional entraba en crisis. Un nuevo gabinete, también liderado por Lvov, tuvo que hacer frente a una guerra desfavorable, la desesperación obrera y los movimientos independentistas, como el de Polonia. Kerenski logró dominar a los bolcheviques, llevando a Trotsky a la cárcel, mientras Lenin escapaba. Kerenski ascendió al gobierno, pero fue criticado por los revolucionarios dirigidos por Lenin. En agosto, Kornilov intentó un golpe de estado contra Kerenski, que fracasó gracias a la intervención de la Guardia Roja. Finalmente, en septiembre se proclamó la República.

El Anarquismo

El anarquismo es una doctrina que rechaza toda forma de organización estatal por considerarla perversa y tiránica. Bakunin, un aristócrata ruso, fue su creador. Según él, el mayor valor del hombre es su libertad, cuyo fundamento está en el bien común, que se alcanza con la socialización de los medios de producción y la riqueza. El orden burgués y el Estado son el primer obstáculo para el desarrollo de la libertad. Para acabar con este orden, se necesita una revolución espontánea, sin líderes ni organizadores, en la cual no habrá ninguna etapa intermedia, sino un modelo de sociedad basado en comunidades autónomas y autogestionarias. Se colectivizará la tierra, el capital y los medios de producción. Estas ideas tuvieron gran aceptación entre los campesinos. El anarquismo se dividió en dos corrientes principales:

  • Anarcocomunismo: Liderado por Kropotkin, proponía dar a cada uno según sus necesidades.
  • Anarcosindicalismo: Admitía la organización de la sociedad en unidades profesionales.

El Fascismo Italiano

Contexto Histórico

Concluida la Primera Guerra Mundial, Italia se encontraba en el bando de los vencedores, pero la contienda solo le había reportado pérdidas, sufrimientos y deudas. La producción industrial cayó y el paro aumentó. El temor a una revolución social se extendió entre la burguesía, alimentado por la decepción por los tratados de paz, en los que Italia no vio satisfechas sus ambiciones territoriales. El parlamento, formado por un amplio abanico de fuerzas políticas, resultó inoperante, mientras que el Partido Socialista creció considerablemente.

El Auge de Mussolini

En este contexto, Benito Mussolini fundó las fasci di combattimento (bandas de ciudadanos), organizadas con una estructura paramilitar, carentes de una ideología definida e integradas por ultranacionalistas y excombatientes. En 1921, fundó el Partido Nacional Fascista. Las escuadras de acción intervinieron violentamente, apaleando a obreros y expulsando alcaldes socialistas, lo que generó una sensación de seguridad en la clase media. En 1922, Mussolini se ofreció como la única salida a la crisis. Anunció la Marcha sobre Roma con sus Camisas Negras, y el ejército cedió, encargando a Mussolini la formación de un gobierno. Las elecciones fueron ganadas por los fascistas gracias al empleo de la violencia. El diputado Matteotti denunció las irregularidades, y a los pocos días fue asesinado. Esto provocó protestas, y los antifascistas abandonaron el parlamento. Mussolini, respaldado por el rey, asumió la responsabilidad moral e histórica del asesinato, instauró leyes represivas y privó de derechos a la oposición. Los escuadristas se volvieron más violentos, con la quema de libros y diversos atentados. Mussolini actuó como un dictador, consolidando el régimen fascista en Italia.

El Estado Llano y la Burguesía

Campesinos: Constituían el grupo social más numeroso. En Europa oriental, no habían superado la fase de servidumbre y estaban adscritos a la tierra. En occidente, sus condiciones de vida eran mejores. En Gran Bretaña, gracias a la Revolución Agraria, sus condiciones de vida cambiaron y muchos emigraron a las ciudades.

Burguesía: Tuvo una importancia decisiva en las ciudades. Era un sector numéricamente insignificante, pero concentraba gran parte de la riqueza. Existía una burguesía comercial y financiera, enriquecida por el comercio internacional, y una burguesía terrateniente, cuyos ingresos provenían del arrendamiento de sus tierras. Este grupo difundió nuevas concepciones ideológicas e intentó derribar los cimientos del Antiguo Régimen.

Consecuencias de la Revolución Industrial

Consecuencias Económicas

  • Cambio en los medios de producción: Aparición de máquinas y nuevas formas de capital.
  • Proceso económico continuo, acelerado y recíproco: La innovación en un sector repercutía en los demás.
  • Cambio estructural: Colocó a Gran Bretaña a la cabeza de los países industrializados del mundo. A mediados del siglo XIX, era el mayor productor de carbón y hierro, tenía la renta nacional más alta y la red ferroviaria más densa.

Consecuencias Sociales

  • Nacimiento de la sociedad de clases.
  • Creación de numerosos puestos de trabajo en las ciudades, que atrajeron a muchos campesinos (éxodo rural).
  • Transformación del aspecto de las ciudades y creación de una nueva sociedad urbana con:
    • Consolidación de la burguesía como grupo dominante.
    • Aparición del proletariado urbano, que soportaba duras condiciones de vida y trabajo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *