La Revolución Rusa y la Era Stalinista: De la Utopía al Terror

La Revolución de Octubre de 1917

Los bolcheviques fueron ganándose el apoyo de los sóviets. Lenin volvió del exilio en abril de 1917 y ofreció un programa de actuación a los bolcheviques: sus famosas Tesis de abril. Son “pan, paz y tierra”:

  • Rechazo del gobierno provisional y de su decisión de proseguir la guerra. Negativa a colaborar en su mantenimiento e intención de firmar la paz con Alemania.
  • Control por parte de los soviets del poder económico y político, expresado en la creación de una república con un gobierno de soviets y campesinos bajo el lema “todo el poder a los soviets”.
  • Confiscación de todas las tierras y reparto de las mismas entre los campesinos (reforma agraria); y ceder la dirección de la fábricas a los obreros.

A la altura de octubre de 1917, Lenin se dio cuenta de que tenía a favor a la mayoría en los soviets de las grandes ciudades (Moscú y Petrogrado). Debido a la situación y ante una posible pérdida de popularidad, los bolcheviques, junto con los soviets, crearon sus propias milicias armadas (la Guardia Roja) y ocuparon los puntos estratégicos de la capital el 25 de octubre. La revolución triunfó. El gobierno provisional cayó y se instauró el primer gobierno socialista-marxista de la historia.

La Era de Stalin (1924-1953)

La dictadura estalinista

Lenin muere en 1924. Dos líderes se disputaron la dirección del partido: Trotsky, héroe de la revolución, gran orador y creador del “ejército rojo”, y Stalin, el secretario general del partido. La partida se decantó del lado de Stalin al maniobrar entre las distintas tendencias dentro del partido. A la altura de 1928 se había hecho con el control del partido, deportando a Trotsky de la URSS.

Logrado el triunfo sobre Trotsky tras la muerte de Lenin, Stalin acabó acumulando todos los poderes en una dictadura personal que diseñó un Estado totalitario.

Principales características fueron:

  1. Dictadura personal y del partido. Stalin controlaba todos los resortes del poder. Se debía pertenecer al partido (sólo hay uno, el comunista) para ocupar un cargo. Aparece la nomenklatura (clase que ocupa los cargos y tiene mejores condiciones de vida).
  2. Culto a la personalidad. Uso de la propaganda (manipulación) para ensalzar la figura del líder, Stalin, y los logros de la URSS.
  3. Represión y terror. Para controlar el país y evitar cualquier amenaza a su poder, el sistema desarrolló altas cotas de represión a través del NKVD (antigua Cheka) que se concretaron en el desarrollo del gulag en Siberia (campos de concentración y trabajo), las purgas o eliminación de los disidentes (las más famosas fueron las de Moscú entre 1936 y 1938) y la censura, con un control total de la cultura.

Política económica de Stalin

El periodo entre 1927 y 1939 se caracterizó, económica y socialmente, por la planificación de la economía y la colectivización del campo. La NEP fue abandonada en abril de 1929 por ser contraria al marxismo (aumento de desigualdad en campo y ciudades). Stalin procedió a la planificación estatal de la economía mediante el control de la producción industrial y la colectivización de la tierra, definidos a partir de una serie de Planes Quinquenales que fijaban las directrices económicas.

El I Plan Quinquenal se inició el 1 de octubre de 1928. Sus principales objetivos eran la desaparición del sector privado que había resurgido con la NEP (comercio minorista, pequeñas fábricas, etc.), y la conversión de la URSS en una potencia industrial. Los resultados fueron espectaculares en todos los ámbitos de la industria.

El campo debía ser controlado para proveer de alimentos baratos a la creciente población industrial y financiar su desarrollo. Para ello se procedió a la colectivización de las tierras por medio de cooperativas (koljozes) y granjas del Estado (sovjozes). La violencia impuesta durante la misma provocó la oposición de una gran parte de la población rural, pero Stalin consiguió sus objetivos a costa de la ejecución de miles de campesinos y algunas hambrunas.

El progreso económico ayudó a que las condiciones de vida de la población mejoraran considerablemente. El desarrollo económico permitió asegurar al pueblo unos servicios sociales mínimos accesibles económicamente, e incluso gratuitos, que estaban garantizados por el Estado: sanidad, educación, vivienda, trabajo, pensiones, alimentos. La imagen de una sociedad igualitaria, en un país hasta hace poco atrasado y desigual, se convirtió en uno de los grandes referentes del régimen frente al capitalismo en crisis a partir de 1929, convirtiéndose en el modelo a imitar por todos los movimientos obreros revolucionarios del mundo.

En conclusión, el gobierno de Stalin acabó por cambiar definitivamente al país. La propiedad privada había sido abolida y la interpretación soviética del marxismo se había hecho realidad. El país se industrializó y las ciudades habían crecido. La URSS se convirtió en una potencia económica mundial. La represión masiva o falta de libertad no hicieron mella en el grueso de la población.

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