La Segunda Guerra Mundial fue el acontecimiento global más importante del siglo XX, ya que sus combates se libraron en Europa, Asia, África y Oceanía. Fue una guerra total con una capacidad inédita de destrucción, que incluyó a los civiles como objetivo de las acciones militares. El fin de la contienda provocó la desintegración de los imperios europeos y la emergencia de un nuevo orden mundial, dominado por los Estados Unidos y la URSS.
LAS CAUSAS DE LA GUERRA
Tensiones irresueltas
La Segunda Guerra Mundial, que se libró entre 1939 y 1945, fue una continuación del conflicto desarrollado entre 1914 y 1918. A diferencia de la Primera Guerra Mundial, cuyo principal escenario fue el continente europeo, la segunda contienda se extendió por Europa, Asia, el norte de África y parte de Oceanía. Las causas de esta guerra fueron varias y se combinaron de manera explosiva.
Auge del nacionalismo étnico-racista
El auge del nacionalismo étnico-racista después de la Primera Guerra Mundial se caracterizó por la exclusión de minorías y la identificación de la nación con un grupo unido por lengua, cultura y rasgos biológicos comunes. Esto llevó a culpar a estas minorías del malestar político, económico y social.
Exigencias territoriales
El Tratado de Versalles impuso duras sanciones económicas y restricciones militares a los países vencidos, lo que generó resentimiento en Alemania y un aumento del revanchismo bélico, con reclamos territoriales sobre los nuevos Estados de Europa central y oriental.
Crisis del capitalismo
La crisis del capitalismo, agravada por la Primera Guerra Mundial, provocó endeudamiento, inflación y pobreza para millones de personas en Europa y el mundo. Esta situación facilitó el ascenso al poder del nacionalismo étnico-racista, como sucedió con el nazismo en Alemania.
Profundización de los conflictos de clase
La profundización de los conflictos de clase también fue consecuencia de la crisis económica y la guerra, agudizando las tensiones entre pobres y ricos. En ese contexto, la Revolución rusa de 1917 se percibía como un modelo alternativo para muchos obreros y militantes comunistas, mientras que para las élites políticas liberales y los movimientos nacionalistas étnico-racistas representaba una gran amenaza.
EL INICIO DE LA GUERRA
El Tratado de Versalles benefició a Inglaterra y Francia, pero perjudicó a Alemania. La crisis de 1930 llevó al poder a los nazis, que se lanzaron a una política de rearme, aliándose a Italia y Japón. El expansionismo del Eje fue el detonante de la Segunda Guerra Mundial.
El frágil orden de posguerra
Tras la Primera Guerra Mundial, el inestable escenario mundial propició el surgimiento del nacionalismo étnico-racista, exacerbado por la crisis del capitalismo iniciada en 1929.
La reorganización del mapa de Europa y el Medio Oriente no tomó en cuenta la diversidad ni las tensiones entre grupos étnicos, lo que llevó a discriminación y conflictos en países como Polonia e Irak.
Un gigante herido
Tras la firma del Tratado de Versalles, Alemania fue culpada por la guerra, debiendo pagar indemnizaciones, perder colonias y ceder territorio. La crisis económica de 1930 exacerbó el desempleo, la pobreza y la inflación, lo que propició el ascenso del nazismo al poder en 1933. Bajo el liderazgo de Adolf Hitler, se promovió el rearme militar con la intención de expandir el territorio alemán en Europa oriental. El nacionalismo étnico-racista de los nazis culpó a judíos y socialistas por la derrota en la guerra, lo que alimentó el profundo anticomunismo y antisemitismo del régimen.
Formación del Eje
En 1936, Hitler y Mussolini formaron el Eje Roma-Berlín, uniendo sus deseos expansionistas y rechazo al Tratado de Versalles. El Eje intervino en la guerra civil española apoyando al general Franco contra la República, sirviendo como precursor de la Segunda Guerra Mundial.
Expansión del Eje
En 1936, Italia conquistó Etiopía y Alemania ocupó la zona desmilitarizada de Renania desafiando el Tratado de Versalles. Hitler continuó su expansión aprovechando la pasividad europea, ocupando Austria en 1938 y firmando los Acuerdos de Múnich para anexar los Sudetes de Checoslovaquia.
Pacto nazi-soviético
Buscando evitar una guerra en dos frentes como en la Primera Guerra Mundial, Hitler buscó una alianza temporal con la Unión Soviética. En agosto de 1939, Alemania y la URSS firmaron un pacto de no agresión con cláusulas secretas que incluían la división de Polonia.
Una guerra relámpago
El 1° de septiembre de 1939, tropas alemanas invadieron Polonia con una táctica conocida como Blitzkrieg o guerra relámpago. Tras dos días, Inglaterra y Francia declararon la guerra a Alemania, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial.
EL AVANCE DEL EJE
Hasta mediados de 1942, el avance del Eje fue imparable. Alemania conquistó una gran parte de Europa y los italianos llevaron el conflicto al norte de África. La invasión alemana de la Unión Soviética y la ofensiva de Japón contra las bases norteamericanas del océano Pacífico sumaron a la URSS y los Estados Unidos al bando de los Aliados.
Invasión de Francia
Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania invadió Francia en 1940, utilizando la táctica de la Blitzkrieg para derrotar rápidamente a las fuerzas francesas y ocupar el país.
Francia de Vichy
Tras la invasión, se estableció el régimen colaboracionista de Vichy en Francia, liderado por Philippe Pétain, que cooperó con los alemanes y reprimió a la resistencia francesa.
Batallas de Inglaterra
En 1940, la Batalla de Inglaterra fue una intensa campaña aérea entre la Real Fuerza Aérea británica y la Luftwaffe alemana, que culminó en la derrota de los alemanes y la defensa exitosa de Gran Bretaña.
Campaña contra la URSS
En 1941, Alemania lanzó la invasión de la Unión Soviética, conocida como la Operación Barbarroja, con el objetivo de conquistar territorio soviético. La campaña se convirtió en un punto de inflexión en la guerra.
Guerra en Asia y el Pacífico
En el teatro del Pacífico, Japón expandió su dominio a través de una serie de conquistas, provocando conflictos con potencias occidentales como Estados Unidos.
EQUILIBRIO DE LAS FUERZAS
La ofensiva de Hitler se frenó en la Unión Soviética, donde los alemanes empezaron a retirarse sin poder conquistar Stalingrado. Las fuerzas de los Aliados y el Eje se equilibraron en África y Asia, con las victorias de británicos y norteamericanos. En la Europa ocupada por los nazis, se desarrollaron movimientos de resistencia civil que obstaculizaron el dominio del Eje.
Batalla de Stalingrado
En 1942-1943, la Batalla de Stalingrado fue un punto de inflexión en la guerra, donde las fuerzas soviéticas derrotaron al ejército alemán, cambiando el rumbo de la contienda en el Frente Oriental.
Frentes de Asia y África
En Asia, las fuerzas aliadas lucharon contra Japón en diversas campañas, mientras que en África se libraron batallas cruciales, como la Campaña del Norte de África.
Ofensiva de los Aliados
A partir de 1943, los Aliados lanzaron ofensivas en varios frentes, como el Desembarco de Normandía en 1944, que llevaron a la liberación de territorios ocupados por las potencias del Eje.
Resistencia
En los territorios ocupados, la resistencia civil y los movimientos partidistas desempeñaron un papel crucial en la lucha contra la ocupación alemana y japonesa.
EL TRIUNFO DE LOS ALIADOS
El Eje fue derrotado por la incapacidad de Alemania y Japón para soportar una guerra prolongada. La recuperación de la Unión Soviética permitió a los Aliados planificar una ofensiva final desde el norte de Francia hasta el este de Europa.
Contraataque soviético
En 1943, el destino de la Alemania nazi parecía estar sellado. Su población en edad de combatir, sus recursos naturales e industria bélica eran insuficientes para resistir una lucha prolongada en varios frentes a la vez, el mismo problema que había llevado al fracaso del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial. La Unión Soviética, por el contrario, se concentró en expulsar a los nazis de su territorio. En julio de 1943 se libró la batalla de Kursk, la última ofensiva alemana en suelo soviético, que debió ser suspendida por la resistencia de los rusos y la invasión de Italia por los Aliados. La Wehrmacht se vio obligada a emprender la retirada, mientras el Ejército Rojo inició una veloz contraofensiva. En noviembre, los alemanes fueron expulsados de Kiev, la capital de Ucrania, y en enero de 1944 las tropas soviéticas llegaron a la frontera de Polonia.
Desembarco en Normandía
- La supervivencia del régimen fascista de Mussolini en el norte de Italia, gracias a la ayuda militar alemana, que detuvo la ofensiva aliada durante casi dos años.
- Los preparativos para el desembarco masivo de tropas estadounidenses, francesas y británicas en el norte de Francia, con la ayuda de la Resistencia.
- El desembarco inesperado de un millón de soldados en las playas de Normandía en junio de 1944, logrando engañar a los alemanes sobre el verdadero lugar del ataque.
- El bombardeo de las líneas de defensa en las costas seguido del desembarco y la victoria sobre la defensa alemana, culminando con la liberación de París en agosto.
Guerra en Asia y el Pacífico
El ejército estadounidense llevó a cabo una serie de operaciones para expulsar a los japoneses del océano Pacífico, encontrando una feroz resistencia por parte de estos. En el sudeste asiático, los británicos se vieron obligados a retirarse, pero cuando Japón intentó invadir la India en 1944, se enfrentó a dificultades similares a las de los alemanes en la Unión Soviética, alejándose demasiado de sus fuentes de abastecimiento y sufriendo escasez de provisiones. La ofensiva estadounidense en el océano Pacífico continuó con la campaña militar contra las islas Marianas en junio de 1944 y la reconquista de las Filipinas hacia finales de año, estrechando el cerco sobre Japón. A pesar de las enormes pérdidas, los japoneses se mantuvieron sin rendirse.
Caída de Berlín
Alemania estaba derrotada a principios de 1945, con el avance de los soviéticos en el este y la ofensiva anglo-norteamericana en el oeste. A pesar de esto, Hitler se negó a rendirse y cargó en el pueblo alemán el peso de la guerra. El Ejército Rojo expulsó a los nazis de varios países europeos en pocos meses, lo que generó pánico en la población alemana oriental debido al temor a la venganza soviética por los millones de muertos causados por la ofensiva nazi en la URSS. En abril, el Ejército Rojo rodeó y bombardeó Berlín, llevando a Hitler a tomar la decisión de suicidarse junto a su esposa al darse cuenta de que no tenían tropas para contraatacar. Tras la muerte de Hitler, los altos oficiales de la Wehrmacht consideraron inútil seguir resistiendo y se rindieron ante los Aliados el 9 de mayo.
Rendición de Japón
A finales de 1944, Estados Unidos expulsó a los japoneses de las islas que habían ocupado en el sudeste asiático y, tras la toma de la isla de Okinawa, pudieron disponer de bases aéreas para bombardear Japón. Los japoneses recurrieron a los kamikazes, pilotos suicidas que estrellaban sus aviones contra los barcos enemigos como último recurso. En marzo de 1945, los estadounidenses atacaron Tokio con una lluvia de bombas incendiarias, pero lo peor estaba por venir. En agosto, Estados Unidos probó una nueva arma: las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki, que causaron la muerte de más de 100.000 personas cada una y dejaron casi ningún edificio en pie. El 2 de septiembre, el emperador japonés firmó la rendición, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
LOS ACUERDOS DE PAZ
Tras la guerra, los Aliados dividieron a Europa en zonas de influencia. Se crearon nuevas instituciones para regular los conflictos y las finanzas a escala mundial. El fin de la guerra debilitó a los grandes imperios, como Francia y Gran Bretaña, lo que abrió un proceso de descolonización.
Reparto de Europa
Tras percibir la inminente derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, los líderes de las potencias aliadas se reunieron para establecer un nuevo orden de posguerra, dividiendo el mundo en esferas de influencia, sin considerar a los países afectados. En la Conferencia de Teherán, se acordó que Europa oriental quedaría bajo la órbita soviética, mientras que Europa occidental estaría del lado de Estados Unidos y Gran Bretaña. En la Conferencia de Yalta, se acordó la división de Alemania en cuatro zonas administradas por los Aliados, sentando las bases para el inicio de la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
Un nuevo orden mundial
El desorden provocado por la guerra llevó a la creación de instituciones globales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con el fin de estabilizar las economías en crisis. En la Conferencia de Bretton Woods se determinó que el dólar sería la moneda para los intercambios internacionales, señalando un cambio en el centro económico del planeta. También se acordó la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para resolver conflictos entre naciones.
Consecuencias de la guerra
La Segunda Guerra Mundial causó una devastación sin precedentes, con estimaciones que sugieren entre 60 y 70 millones de muertes, principalmente civiles y hombres. China y la Unión Soviética sufrieron las mayores pérdidas humanas. Además, millones de personas resultaron desplazadas y hubo enormes pérdidas materiales. En respuesta a las atrocidades cometidas durante la guerra, en 1948 se redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la ONU, prohibiendo la esclavitud y tortura, y confirmando libertades y derechos fundamentales.
Guerra fría
La Guerra Fría fue un período de confrontación política, económica e ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que dividió el mundo en dos bloques: occidental y oriental. A pesar de no haber llegado a un enfrentamiento directo, las décadas siguientes estuvieron marcadas por el antagonismo entre estos bloques, dando lugar al nombre de Guerra Fría.
Descolonización
La descolonización se aceleró después de la Segunda Guerra Mundial debido a la debilidad económica de las potencias coloniales europeas y al aumento de movimientos independentistas. Esto llevó a la independencia de países como India, Indonesia e Indochina, marcando así el inicio de la descolonización en Asia y África.