La Segunda República: Del Bienio Radical-Cedista al Frente Popular

La Segunda República: El Bienio Radical-Cedista, la Revolución de 1934, las Elecciones de 1936 y el Frente Popular

Tras la dimisión de Manuel Azaña y la celebración de elecciones, la Segunda República entrará en una nueva fase conocida como Bienio Radical-Cedista (noviembre de 1933 – febrero de 1936). Este segundo bienio tuvo una marcada orientación de derechas, por lo que sus enemigos lo llamaron también “bienio negro”. En las elecciones de noviembre de 1933, el partido que obtuvo más escaños fue la CEDA de Gil Robles (115 escaños), seguida de cerca por el Partido Radical de Lerroux. La principal razón que puede explicar el cambio radical en los resultados con respecto a la legislatura anterior es la ley electoral. Era de tipo mayoritario, por lo que lo más útil era formar grandes coaliciones. La gran novedad de las elecciones fue que las mujeres votaron por primera vez, con lo cual el censo electoral se duplicó. El gran problema para la República era que el partido vencedor no se había declarado republicano. La CEDA defendía los valores conservadores y católicos, pero evitaba definirse monárquica o republicana.

Durante unos meses, el Partido Radical formó gobiernos integrados exclusivamente por republicanos, pero dependían de los votos de la CEDA en el parlamento, lo que les convertía en gobiernos inestables.

En Asturias, los mineros y obreros protagonizaron una auténtica insurrección armada. Se hicieron con el control de la cuenca minera y proclamaron la Revolución Socialista. El gobierno envió para su represión tropas procedentes de Marruecos, al mando del general Franco. La rebelión fue duramente sofocada, con un saldo de varios miles de muertos y cerca de 30.000 detenciones.

En Barcelona se proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, que no pervivió ni un solo día porque el ejército dominó la situación y suspendió el gobierno autonómico. Tras la insurrección de octubre, la influencia de la CEDA aumentó y el gobierno radical-cedista intentó desmantelar las reformas del bienio anterior:

  • Se limitó el alcance de la reforma agraria hasta, en algunos aspectos, restablecer la situación anterior a la misma.
  • Se paralizó el proceso autonómico al suspenderse temporalmente el Estatuto de Cataluña y al no extenderse al País Vasco y Galicia.
  • Se presentó un proyecto de reforma constitucional (1935) que modificaba las cuestiones más molestas para los conservadores (religión, educación, matrimonio civil, proceso autonómico, etc.).

El estallido de algunos escándalos de corrupción (caso estraperlo) terminó por provocar que el Presidente de la República, Alcalá Zamora, forzase la dimisión de Lerroux e intentase formar gobiernos de centro, que no contaban con mayoría parlamentaria, así es que finalmente disolvió las Cortes.

Con la experiencia del bienio conservador, la izquierda comprendió la necesidad de unir sus fuerzas para las nuevas elecciones convocadas para febrero de 1936. En consecuencia, se configuró el Frente Popular, una gran coalición de izquierdas que agrupaba a los republicanos de Azaña, a los socialistas por la influencia de Indalecio Prieto, a los comunistas e incluso contó con el apoyo de los anarquistas. Su programa estaba basado en la concesión de amnistía para los implicados en la Revolución de Octubre y en retomar las reformas. La participación fue la más alta de todas y el Frente Popular obtuvo la mayoría absoluta. Las Cortes destituyeron a Alcalá Zamora como Presidente de la República, para evitar que pudiera dificultar la labor de gobierno. En mayo de 1936, Manuel Azaña se convirtió en nuevo Presidente de la República. La presidencia de la república pasó entonces a otro republicano de izquierdas, Santiago Casares Quiroga. Los gobiernos de Azaña y Casares Quiroga reemprendieron la política reformista del primer bienio:

  • Amnistía para los condenados por la Revolución de Octubre.
  • Restablecimiento de la autonomía para Cataluña. Tramitación parlamentaria del estatuto de autonomía vasco. Aprobación en referéndum del proyecto de estatuto gallego.
  • Ampliación de la enseñanza pública.

El rasgo más característico de estos meses fue el crecimiento de la tensión social y el estallido de la violencia política, que causó unas cuatrocientas muertes. El 12 de julio fue asesinado el teniente Castillo. Al día siguiente, miembros de las fuerzas de seguridad, actuando por su cuenta y sin la implicación del gobierno, detuvieron y ejecutaron a José Calvo Sotelo, diputado del Bloque Nacional. Los generales (Sanjurjo, Mola, Franco, Goded), que habían comenzado a preparar un golpe de estado desde el triunfo del Frente Popular, encontraron el pretexto necesario para el alzamiento militar que daría origen a la Guerra Civil.

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