1. Proclamación y Gobierno Provisional
Las elecciones municipales celebradas el 12 de abril de 1931 habían supuesto un giro en la situación política, ya que el voto urbano significaba un rotundo rechazo a la Monarquía. Romanones recomendó al Rey marcharse y este partió a Marsella. El 14 de abril, constituido el Comité Revolucionario en Gobierno Provisional, se proclama la II República. La composición del Ejecutivo responde a la unión de fuerzas políticas del Pacto de San Sebastián. Es un Gobierno de concentración republicana con la presidencia de Niceto Alcalá Zamora e integrado por miembros del PSOE como Fernando de los Ríos o Indalecio Prieto, junto con Lerroux y Azaña. Fuera de la coalición quedaban la derecha monárquica, los nacionalistas y el obrerismo más radical. El Gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes para el 28 de junio.
2. La Constitución de 1931
Las urnas dieron la mayoría a la coalición republicano-socialista y la nueva Constitución, aprobada en 1931, reflejaba las ideas de esta mayoría. El texto constitucional reflejó los avances políticos que se habían hecho tras la Primera Guerra Mundial.
En el Artículo 1º se define España como una República democrática de trabajadores de toda clase. Otro concepto clave es el de la soberanía, ya que residía en el pueblo. Pero la mayor novedad consistió en la solución del problema regional, ya que en el Artículo 1º se define España como un Estado integral, elaborando un compromiso entre los partidos del federalismo y del unitarismo.
La declaración de derechos es más amplia que cualquiera de las anteriores Constituciones; se recogen también libertades de asociación política y sindical; la mayoría de edad se establece a los 23 años y se reconocía el sufragio universal femenino. El matrimonio estaba basado en la igualdad de los cónyuges y se aprobó el divorcio, así como las obligaciones de los padres hacia los hijos, aunque fueran ilegítimos. La cultura aparece como función primordial del Estado.
Las Instituciones
El poder se otorga a las Cortes, que se eligen por sufragio universal directo y que serán unicamerales. El Presidente de la República será elegido por un sistema intermedio entre sufragio universal y la designación por el Parlamento. Se crea un Tribunal de Garantías Constitucionales con competencia para juzgar la constitucionalidad de las leyes.
Otros derechos reconocidos serán el de la nacionalidad española para personas de origen español residentes en el extranjero, además de otras Disposiciones generales como la orientación pacifista y la modificación de los colores de la bandera como símbolo de la profunda transformación a que aspiraba el Estado republicano. La Constitución fue promulgada el 27 de noviembre de 1931.
3. Política de Reformas y Realizaciones Culturales
Las elecciones generales dieron paso a la legitimidad de la República, durante la cual destacamos varias etapas.
3.1. El Bienio Progresista o Reformista (1931-1933)
Entre diciembre de 1931 y septiembre de 1933, Azaña presidió un gobierno que impulsó un programa de ampliación de reformas iniciadas durante el periodo constituyente:
La Reforma del Ejército
El ejército español era muy numeroso, lo que provocaba que la mayor parte del presupuesto fuera destinado a pagar los salarios. Azaña impulsó una reforma que pretendía crear un ejército profesional, adoptando las siguientes medidas:
- Exigió a los militares fidelidad a la República.
- Ofreció el retiro a todos los jefes y oficiales que voluntariamente lo desearan.
- Clausura la Academia General Militar de Zaragoza.
- Se unificaron escalafones y se suprimió el sistema africano de ascensos.
- Para hacerlo más operativo, suprimió la mitad de las regiones y se eliminaron los grados de teniente general y capitán general.
Esta reforma redujo los gastos militares y sometió al ejército al poder civil, pero no mejoró su eficacia. La reacción fue inmediata con la Sanjurjada el 10 de agosto de 1932.
El Problema Religioso
Los intentos de la República para limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la vida social se recogieron en la Constitución. Estas medidas iban encaminadas a neutralizar el poder económico de la Iglesia y su influencia social a través de la enseñanza. La Iglesia se mostró reacia a su separación del Estado; se suprimió la obligatoriedad de la enseñanza de la religión y se retiraron los crucifijos de las escuelas. En enero de 1932 se confiscan los bienes de la Compañía de Jesús. Grupos de republicanos asaltaron el diario monárquico ABC y se iniciaron incendios de Iglesias y conventos ante la pasividad del Gobierno y la indiferencia de las fuerzas del orden público.
La Reforma Agraria
Francisco Largo Caballero, Ministro de Trabajo, fue el impulsor de estas medidas de urgencia para mejorar las condiciones de los campesinos:
- Decreto de Términos Municipales, del 20 de abril de 1931: se obligaba a los patronos a contratar jornaleros del propio término municipal para evitar la contratación de esquiroles.
- En marzo de 1932 empezó a discutirse en las Cortes el proyecto de Reforma Agraria, en el que los aspectos más importantes fueron la creación del Instituto de Reforma Agraria como instrumento que debía impulsar el programa de reformas, la expropiación sin indemnización de las tierras de los Grandes de España y la declaración de expropiables las tierras adjudicadas al Estado, pero de las tierras mal cultivadas.
Los resultados prácticos de la Ley de Reforma Agraria fueron decepcionantes.
La Reforma del Estado Centralista. Las Autonomías
En Cataluña, el proyecto de Estatuto de Autonomía fue aprobado por las Cortes el 9 de septiembre de 1932 por el triunfo de Esquerra Republicana de Maciá. En el País Vasco, el proceso autonómico siguió un camino diferente, ya que el fenómeno tenía una raíz popular y rural. Además, el nacionalismo y foralismo vasco presentaban un vínculo muy fuerte con lo religioso, de ahí que los nacionalistas del PNV y los carlistas se agruparan en el Pacto de Estella en 1931 para acordar y redactar un anteproyecto de Estatuto de Autonomía, cuya aprobación llegó en octubre de 1936. En Galicia, la conciencia nacionalista era menos acusada y el nacionalismo gallego distaba mucho de ser hegemónico; así, el proyecto estatutario fue mucho más lento y el 28 de junio de 1936 se plebiscitó un proyecto de estatuto que no llegó a aprobarse.
Reformas Sociales y Educativas
Largo Caballero propició una serie de reformas destinadas a mejorar las condiciones laborales. Se aprobó la Ley de Contratos de Trabajo y la de Jurados Mixtos. También promovió la creación de seguros sociales y redujo la jornada laboral en el campo. Otra reforma, la de la enseñanza, cuyo objetivo era promover una educación liberal y laica, tuvo como centro de su actividad la Educación primaria, creándose 10.000 nuevas escuelas y 7.000 nuevas plazas de maestro. La ILE (Institución Libre de Enseñanza) creó las Misiones Pedagógicas, encaminadas a difundir la educación en las zonas rurales. La reacción fue muy fuerte por parte de la jerarquía eclesiástica, ya que los obispos se negaron a aceptar el cierre de los colegios e instaron a los padres a no matricular a sus hijos en escuelas públicas.
Reforma Económica
El gobierno de Azaña no tiene una política definida para hacer frente a la crisis económica. Tan solo en el Ministerio de Obras Públicas se hace un proyecto para construir estaciones de ferrocarriles en Madrid y obras hidráulicas (trasvase Tajo-Segura); el ministro Indalecio Prieto no lo lleva a cabo.
Obrerismo y Conflictividad Social
La polarización de la izquierda llevó inmediatamente al enfrentamiento armado entre las masas obreras y campesinas y las fuerzas del orden público. Impacientes ante la falta de decisión del Gobierno, los terratenientes incumplían las medidas sobre laboreo forzoso y la Ley de Términos. Estas revueltas consistían en tomar los Ayuntamientos, quemar el Registro de la Propiedad, ocupaciones de fincas y colectivización de la propiedad, robo de cosechas y destrucciones de todo tipo en Andalucía, Extremadura y La Mancha, como la masacre de Casas Viejas. En estas condiciones, Azaña dimitió y el presidente de la República disolvió las Cortes y convocó elecciones para noviembre de 1933.
3.2. El Bienio Conservador (Noviembre 1933 – Febrero 1936)
Las elecciones generales de noviembre de 1933 dieron la victoria a los partidos de centro-derecha. Los gobiernos se estructuraron alrededor de dos fuerzas políticas: el Partido Radical de Lerroux y la CEDA, liderada por Gil Robles. Durante todo el periodo gobernará el Partido Radical, lo que llevó a situaciones de tensión dentro del Partido Radical y la CEDA. Esta etapa se puede dividir en:
El Gobierno Radical 1933-1934 y la Revolución de Octubre de 1934
El 16 de diciembre, Lerroux formó un Gobierno con solo miembros de su partido. El problema religioso se abordó con moderación, normalizando la relación de la República con la Santa Sede y dotando económicamente al clero rural. El problema agrario se abordó también con moderación, ya que Lerroux confirmó los decretos sobre la intensificación de cultivos y prosiguió con el asentamiento de campesinos sin tierras, y se derogó la Ley de Términos Municipales. El problema regional se enconó, siendo Cataluña y el País Vasco los escenarios de enfrentamiento con el Gobierno de la República. La aprobación de una Ley de Amnistía que favoreció a los encarcelados en la Sanjurjada y se produjeron divergencias entre el Partido Radical y la CEDA. Como consecuencia, el Partido Radical se dividió en dos facciones, produciéndose el intermedio de Samper:
En diciembre de 1933 se produce un conflicto en Cataluña. Lluis Companys es elegido nuevo presidente de la Generalitat y en el Gobierno central tenemos a Ricardo Samper, que sustituye a Lerroux. El gobierno catalán promulga en abril de 1934 la Ley de Contratos de Arrendamientos, que atiende las aspiraciones de la propiedad de los rabassaires, permitiéndoles hacerse con las tierras pagando. Los propietarios elevan sus quejas al Gobierno y este pide al Tribunal de Garantías Constitucionales que intervenga, y declara la ley anticonstitucional. El problema llega en octubre, cuando se forma un nuevo gobierno central con Lerroux y 3 ministros de la CEDA, lo que provoca la Revolución de Octubre de 1934, en la cual Companys proclama el Estado Catalán dentro de la denominada »República Federal Española». Este movimiento fracasó, Companys fue encarcelado, se suspendió el Estatuto de Autonomía Catalán y se anuló la Ley de Contratos, lo que provocó el desahucio de 3.000 rabassaires.
Revolución de Octubre de 1934
El día 5 de octubre, el paro fue general en todo el país, lo que daría paso a los alzamientos armados en Madrid. En Cataluña, el conflicto tuvo características políticas y Companys llegó a proclamar la República catalana, que fue disuelta rápidamente. En Asturias, el movimiento armado tuvo un carácter social y revolucionario, ya que pretendía superar los esquemas de la República burguesa para sustituirla por un Estado proletario. La insurrección asturiana constituyó el primer episodio de la Guerra Civil. El Gobierno entregó plenos poderes militares a Franco, que hizo traer tropas de la Legión, que desembarcaron en Asturias y tomaron Oviedo.
El Final del Bienio Derechista
La República de derechas se caracterizó por su inestabilidad por las presiones externas; sin embargo, la causa inmediata del agotamiento del Bienio radical-cedista está en las consecuencias de la revolución de Asturias y los escándalos de corrupción política.
Las Consecuencias de la Revolución de Asturias
La insurrección de Asturias y en Cataluña pesaron en la descomposición del Gobierno. Ante este problema, la CEDA era partidaria de aplicar la ley, a lo que se oponían los radicales. Al final, las medidas fueron verdaderamente clementes, lo que fue interpretado como un gesto de debilidad y la CEDA abandona el Gobierno, pero vuelve un mes más tarde ante la debilidad de los radicales, ahora con Gil Robles como Ministro de Guerra, lo que genera un sentimiento de impunidad ante la comisión de hechos tan graves como la rebelión armada y sentimientos de temor ante un posible levantamiento victorioso del contrario. A lo largo de 1935 se fueron gestando las dos grandes coaliciones que se enfrentarían en las elecciones del año siguiente. La derecha antirrepublicana se unió en el Bloque Nacional, que defendía un Estado autoritario y corporativo similar al fascista. Se produjo un acercamiento entre las fuerzas de la izquierda, burguesa y obrera, a través de los Comités de Ayuda a los presos y las Alianzas Obreras. El Gobierno continuó con su política de rectificación y se decretó la suspensión del Estatuto de Cataluña y aprobó la nueva Ley de Reforma Agraria. El Gobierno permanecía en continua crisis.
Los Escándalos Políticos. El Estraperlo
El escándalo del estraperlo consiste en un juego de ruleta truncado que se quería introducir en España por unos holandeses llamados Strauss, Pearl y Lowan; para ello sobornaron a políticos radicales cercanos a Lerroux. En el escándalo de Nombela, Nombela era el inspector de colonias que acusó a dirigentes del Partido Radical de resolver fraudulentamente un expediente por el que se indemnizaba a una compañía naviera por la pérdida de 2 barcos en Guinea. Nombela se negó a pagar la indemnización y cuando denunció el caso a sus superiores fue cesado. Llevó el caso ante las Cortes y allí se creó una comisión de investigación en la cual se descubre que están implicados familiares directos de Lerroux. Finalmente, el 30 de noviembre, Portela Valladares formó su segundo gabinete consecutivo, un gobierno puente entre el compromiso de Alcalá Zamora de disolver las Cortes y convocar elecciones.
3.3. Realizaciones Culturales
En los meses anteriores al 14 de abril, fueron muchos los personajes del mundo de la cultura que se declararon a favor del movimiento republicano. Ortega y Gasset, Marañón y Ramón Pérez de Ayala publicaron el manifiesto constituyente de la Agrupación al Servicio de la República. Más tarde surgieron las divergencias, ya que una parte respaldó la trayectoria del Gobierno izquierdista, como Unamuno, que criticó duramente la organización del Estado en regiones y defendió la lengua castellana. Valle-Inclán o Antonio Machado apoyaron la acción de izquierdas. Lorca creó La Barraca para impulsar el teatro español de ideología republicana. A partir de 1933, los intelectuales perdieron protagonismo, ya que en las Cortes del Bienio derechista fue menor su participación. En todos los campos del saber se dejó en manos de los hombres de la Generación del 98 y del 14, y surgió la Generación del 27, de ideología republicana, entre los que destacaban Lorca, Alberti, Pedro Salinas o Jorge Guillén. La llegada de la II República supuso el logro del derecho al voto para la mujer. Destacan mujeres como Clara Campoamor, Dolores Ibárruri, Margarita Nelken o Federica Montseny.
4. Las Elecciones de 1936. El Triunfo del Frente Popular
En febrero de 1936, el Frente Popular ganó las elecciones legislativas. El Pacto del Frente Popular se firmó el 15 de enero y se unieron Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE, PCE y POUM. Por otro lado, estaba la coalición entre el Bloque Nacional y la CEDA, que no fue capaz de hacer un programa político sólido y coherente.
En los días siguientes a las elecciones, los grupos de izquierda abrieron las cárceles y Valladares se negó a continuar al frente del Gobierno y hubo que convencer a Azaña para formar Gobierno. El Gobierno decretó una amplia amnistía, restableció el Estatuto Catalán y decidió enviar a los generales sospechosos de conspiración a puestos alejados de Madrid: Franco a Canarias, Goded a Barcelona y Mola a Pamplona; se ocuparon fincas, restableciéndose la Ley de Bases para la Reforma Agraria. Las izquierdas acuerdan la sustitución de Alcalá Zamora en la Presidencia de la República por Azaña, que es elegido el 10 de mayo. Las juventudes socialistas se unifican con las comunistas, formando las Juventudes Socialistas Unificadas, dirigidas por Santiago Carrillo.
Entre la derecha se produce una radicalización y emerge como líder José Calvo Sotelo, con la extrema derecha formada por carlistas y falangistas. Falange Española asumió protagonismo y fomentó un clima de enfrentamiento civil.
Los generales antirrepublicanos, como Mola, Goded y Franco, iniciaron contactos para preparar el golpe. Un primer intento, previsto para el 20 de abril, no llega a producirse por la descoordinación entre los golpistas. Mola toma el mando de la conspiración bajo el nombre de El Directorio. El golpe militar se precipitará a raíz del asesinato de un oficial de la Guardia de Asalto, el teniente Castillo, que fue respondido por sus compañeros radicales con el secuestro y asesinato de José Calvo Sotelo, líder del Bloque Nacional, mientras Casares Quiroga se mantuvo inactivo. Cuando el 17 de julio se produjo la rebelión de Marruecos, el Gobierno permaneció inoperante y dos días después la Guerra Civil era un hecho.