La Segunda República Española: De la Proclamación a la Guerra Civil

El Nacimiento de la República

Tras la dimisión de Primo de Rivera en 1930, los partidos republicanos se reunieron y firmaron el Pacto de San Sebastián, comprometiéndose a instaurar la república en España. Meses después, el PSOE y la UGT se unieron al pacto. El 12 de abril de 1931, las elecciones dieron la victoria a los republicanos, y el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República, cambiando el régimen político.

El Gobierno Provisional

La proclamación de la República permitió el acceso al poder del Gobierno Provisional, formado por los principales partidos republicanos. Su objetivo principal fue convocar elecciones generales a Cortes Constituyentes.

Acciones del Gobierno Provisional

Las acciones inmediatas del Gobierno Provisional fueron de tres tipos:

  • Sociales: Se prohibió la contratación de jornaleros fuera del municipio; se aprobó la jornada laboral de ocho horas; y la Ley de Jurados Mixtos amparó a los jornaleros y pequeños arrendatarios rurales, impidiendo su desahucio.
  • Militares: Se reformó el ejército con la Ley de Retiro, que permitió que unos 7500 oficiales lo abandonaran; se suprimió la Academia General de Zaragoza; se derogó la Ley de Jurisdicciones; y se redujo el número de capitanías generales.
  • Política territorial y autonómica: El asunto más delicado fue la cuestión catalana, que se había proclamado Estado catalán. La situación se adecuó a la nueva legalidad republicana con la constitución de un gobierno provisional de Cataluña (la Generalitat).

Los primeros meses de gobierno estuvieron marcados por conflictos religiosos y huelgas organizadas por la CNT.

Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931

Las elecciones a Cortes Constituyentes, celebradas el 28 de junio de 1931, dieron la victoria a la conjunción republicana y socialista. La representación conservadora fue escasa. Desde el punto de vista social, las Cortes incorporaron a la vida política a las nuevas clases medias urbanas.

El texto constitucional, aprobado el 9 de diciembre de 1931, buscaba construir un régimen democrático, parlamentario, laico, moderno y descentralizado. España se definió como una república democrática de trabajadores de toda clase; se reconoció el voto femenino; y se regularon medidas de protección social y cultural. Se priorizaron los derechos del Estado sobre los individuales.

División de Poderes

La Constitución privilegiaba el poder legislativo:

  • Las Cortes, de una sola cámara, tenían iniciativa legislativa.
  • Los gobiernos debían tener la confianza del Parlamento.
  • Los conflictos entre poderes se resolvían en un Tribunal de Garantías Constitucionales.
  • Se creó la figura del Presidente de la República, de elección indirecta, con capacidad de veto en la elección de candidatos a presidentes del ejecutivo.

Política Religiosa

Se buscaba una sociedad secularizada:

  • Se aprobaron la libertad de cultos y el matrimonio civil.
  • Se prohibió la enseñanza a las congregaciones religiosas.
  • Se suprimió la Compañía de Jesús.

Organización Social

La Constitución consideraba a la República como un Estado integral, compatible con la autonomía de municipios y regiones, abriendo la posibilidad de elaborar estatutos de autonomía.

Se reconocieron extensos derechos individuales y sociales, como el acceso a la seguridad social y el salario mínimo. Se limitó el derecho a la propiedad, susceptible de expropiación forzosa por utilidad social, con indemnización. Algunos servicios de interés común fueron nacionalizados.

El Bienio Reformista (1931-1933)

Además de las cuestiones religiosa y militar, destacaron la reforma agraria y la puesta en práctica de las autonomías regionales. El programa se desarrolló en un momento de fuerte polarización social y antiparlamentarismo en Europa.

Azaña, presidente del gobierno en octubre de 1931, aprobó la Ley de Defensa de la República, una medida preventiva contra posibles ataques. Tras aprobarse la Constitución, las Cortes continuaron y Alcalá Zamora asumió la presidencia de la República.

El gobierno de Azaña buscaba una alianza entre republicanos de izquierda y socialistas. La oposición socialista a la incorporación del socialismo reformista al gobierno radical provocó la primera escisión de la alianza republicana.

La Ley de Reforma Agraria (1932)

La Ley de Reforma Agraria buscó solucionar la desigual distribución de la tierra, expropiando con indemnización los latifundios mal explotados para repartirlos entre campesinos. Se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria). Los resultados fueron limitados por la escasez de presupuesto, la complejidad del proceso, la oposición social, la lentitud burocrática y las contradicciones políticas. Esto aumentó la tensión social y la conflictividad en el campo.

El Estado Integral y las Autonomías

La Constitución de 1931 reconocía la posibilidad de que algunas regiones elaboraran sus estatutos de autonomía y organizaran su propio gobierno, dentro de un Estado integral.

Desde finales de 1932, la coalición azañista sufrió la oposición parlamentaria del Partido Radical de Lerroux, al que se unieron fuerzas de derecha. La oposición política incluía a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), y la oposición social provenía de organizaciones patronales y del movimiento obrero y campesino. En septiembre de 1933, la presidencia del gobierno pasó a los radicales.

El Bienio Contrarreformista (1933-1936)

Con la derecha en el poder, se inició el bienio contrarreformista, caracterizado por un bloqueo. Las elecciones de noviembre de 1933 vieron la derrota de republicanos de izquierda y socialistas, que concurrieron desunidos.

Los primeros gobiernos derechistas fueron radicales, con apoyo de la CEDA. Su programa rectificó o suspendió reformas del período de Azaña, sin nuevas alternativas.

Ante el sesgo del gobierno radical, cada vez más cercano a la CEDA, los socialistas radicalizaron sus posiciones, anunciando un movimiento revolucionario si la CEDA llegaba al gobierno. En octubre de 1934, Lerroux confió tres ministerios a la CEDA, lo que condujo a los sucesos de octubre de 1934. La insurrección socialista tuvo desigual eco en España. En Asturias, UGT y CNT actuaron juntas en una insurrección armada.

Tras estos sucesos, los partidos republicanos de izquierda (Izquierda Republicana y Unión Republicana) buscaron un entendimiento con los socialistas, formando el Frente Popular.

Las Elecciones de 1936 y el Camino a la Guerra Civil

Las últimas elecciones republicanas, el 16 de febrero de 1936, presentaron dos grandes bloques: el frente de contrarrevolución (CEDA) y el Frente Popular (republicanos de izquierda, regionalistas, socialistas y comunistas). El Frente Popular ganó.

El nuevo gobierno, estrictamente republicano, trató de restaurar la política del primer bienio, favoreciendo los estatutos de autonomía del País Vasco y Galicia. Las posiciones radicales ganaron terreno. UGT y CNT organizaron movilizaciones obreras y huelgas.

La polarización política y social desembocó en la lucha callejera y la violencia política. Los asesinatos de Castillo y Calvo Sotelo en julio de 1936 aceleraron la sublevación militar, iniciando la Guerra Civil.

Los Desafíos de la República

La República enfrentó varios desafíos:

  • Construir un poder civil fuerte.
  • Reformar la estructura económica y social.
  • Organizar el Estado territorialmente (integral con autonomías regionales).

La coyuntura histórica incluía la crisis económica mundial y la polarización política en Europa (fascismo y democracia).

La decisión de grupos socioeconómicos y militares de destruir la República mediante un golpe de Estado para impedir reformas que amenazaban sus intereses desencadenó la Guerra Civil.

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