La Segunda República Española: El Bienio Reformista (1931-1933)

La Segunda República Española: El Bienio Reformista (1931-1933)

Crisis de la Monarquía y Proclamación de la República

A comienzos de la década de 1930, la monarquía de Alfonso XIII se encontraba en crisis. En agosto de 1930, la oposición republicana y de izquierdas firmó el Pacto de San Sebastián. Entre los firmantes se encontraban figuras clave como: Lerroux (republicanismo), Alcalá-Zamora (derecha liberal republicana), el Partido Radical Socialista, y Manuel Azaña (nueva izquierda republicana). También participaron representantes del catalanismo, el regionalismo gallego y otras personalidades políticas e intelectuales. El pacto buscaba establecer la república y una organización autonómica del Estado.

En diciembre de 1930, la sublevación de Jaca, protagonizada por militares pro-república, fracasó, y sus líderes, los capitanes Fermín Galán y García Hernández, fueron fusilados. Tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, donde los republicanos obtuvieron mayoría en los núcleos urbanos, el 14 de abril se proclamó la Segunda República. Alfonso XIII renunció al trono y se exilió.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931

Se formó un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora, con figuras como Martínez Barrio, Azaña, Casares Quiroga, Indalecio Prieto y Largo Caballero. Las elecciones a Cortes Constituyentes del 28 de junio de 1931 dieron la victoria a la coalición republicano-socialista. El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución de 1931, con amplio apoyo parlamentario. Sus puntos clave fueron:

  1. Amplio reconocimiento de derechos y libertades: culto, asociación, expresión, sufragio universal.
  2. Laicidad del Estado: matrimonio civil, divorcio, fin de las funciones educativas de la Iglesia.
  3. Soberanía nacional y separación de poderes: Ejecutivo (Gobierno), Legislativo (Cortes unicamerales), Judicial (Tribunal Supremo y Tribunal de Garantías Constitucionales). El Presidente de la República tenía prerrogativas limitadas.
  4. Estado integral compatible con las autonomías de municipios y regiones.

El Bienio Reformista (1933-1936)

Tras la aprobación de la Constitución, se formó el primer gobierno constitucional, presidido por Manuel Azaña, con Alcalá-Zamora como Presidente de la República. Este período, conocido como Bienio Reformista, se caracterizó por un ambicioso programa de reformas:

  1. Reforma del Ejército: Azaña, desde el Ministerio de la Guerra, buscó reducir el número de oficiales, suprimió la Academia Militar General y modificó el sistema de ascensos.
  2. Reforma Agraria: La Ley de Bases para la Reforma Agraria buscaba resolver el problema de los jornaleros sin tierra mediante la expropiación de fincas, creando el Instituto de Reforma Agraria.
  3. Reformas Laborales: Impulsadas por Largo Caballero desde el Ministerio de Trabajo, incluyeron convenios colectivos, jurados mixtos y la Ley de Términos Municipales.
  4. Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas: Regulaba la creación de estas, suprimió subsidios al clero y nacionalizó parte del patrimonio eclesiástico.
  5. Estatutos de Autonomía: Aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña en 1932 y el plebiscito para el Estatuto Vasco en 1933.

Obstáculos y Crisis del Bienio Reformista

El Bienio Reformista enfrentó numerosos obstáculos. La derecha, con el apoyo de terratenientes, la Iglesia y sectores del ejército, mostró su descontento, culminando en la rebelión del general Sanjurjo en 1932. Por otro lado, la izquierda radical criticó la lentitud de las reformas. La sublevación de Casas Viejas (enero de 1933), reprimida duramente, y la pérdida de las elecciones municipales en abril de 1933, precipitaron una crisis de gobierno. Azaña dimitió y Alcalá-Zamora convocó nuevas elecciones para noviembre de 1933.

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