La Segunda República Española: Reformas, Conflictos y Crisis

En el exterior, la economía estaba en depresión por el crack de la bolsa neoyorquina, mientras que los regímenes democráticos europeos estaban frágiles e inestables por el miedo a la revolución social y la expansión de los autoritarios. Por el contrario, a nivel interno, a los graves problemas que ocasionarían la radicalización social y política, se sumaría la oposición intransigente de los sectores conservadores de la ciudad, de la iglesia y del ejército, ya que no estaban dispuestos a renunciar.

Los republicanos intentaron solucionarlos, construyendo un sistema democrático que quitase las elecciones fraudulentas, los caciques y el clientelismo. Querían construir una auténtica sociedad civil abierta a todos los segmentos sociales, además de sustituir la política centralista por un modelo respetuoso con las peculiaridades de los distintos territorios del Estado. Estas reformas apelaban a los trabajadores y a los más desfavorecidos, sustentando estas reformas en una alianza entre las clases medias republicanas y el obrerismo reformista.

CUESTIÓN RELIGIOSA:

La cuestión religiosa quería secularizar la sociedad española, pero sus primeras propuestas levantaron descontento en el país, ya que los fieles católicos defendían que la iglesia ejercía una importante influencia sobre la moral, las costumbres y las conciencias de la mayoría de la población. También hubieron acontecimientos contra la República, uno de ellos fue la quema de conventos entre el 10 y el 13 de mayo de 1931 (éstos fueron interpretados como ataques del gobierno contra la iglesia); además, se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas y la coeducación y se aprobaron leyes como la LEY DE CONGREGACIONES. Lo que generó enfrentamiento con los jesuitas y una fuerte polémica, ya que la influencia de la iglesia era inmensa y hubo rechazo de la jerarquía a la República, movilización de católicos y defensa del catolicismo como seña de identidad.

REFORMA AGRARIA:

Su objetivo era crear una clase media rural propietaria, con expropiaciones sin indemnizar como las tierras mal cultivadas, las arrendadas sistemáticamente o las que no eran regadas cuando sí que lo podían ser.
El IRA (Instituto de la Reforma Agraria) aplicaba esta ley, además, defendía las expropiaciones e indemnizaciones y asentaba a las familias campesinas. Pero hubo decepción en los campesinos más pobres, ya que tenían pocas expropiaciones y pocos asentamientos de campesinos; existía frustración, ya que no había reparto de tierras. Su oposición eran los propietarios agrícolas, los grandes propietarios y los propietarios con menos de 100 hectáreas.

REFORMA MILITAR:

El ejército contaba con el problema de la existencia de mucha burocracia y de oficiales para las necesidades del país; subjetivo de reforma liderado por Azaña, quería modernizar el ejército y asegurar su obediencia al poder civil. Para estos fines se creó la LEY DE RETIRO DE LA OFICIALIDAD (1931) donde los oficiales podían retirarse voluntariamente en condiciones ventajosas, donde hubo reducción del número de unidades y oficiales, además del cierre de la academia militar de Zaragoza, dirigida por Franco. En esta ley, la visión de los africanistas fue una agresión al ejército y la SANJURJADA fue el primer intento de golpe de estado con la creación de la guardia de asalto, siendo esta una fuerza de orden público fiel a la República.

DESCENTRALIZACIÓN DEL ESTADO:

Había una república integral, pero abierta a la constitución de gobiernos autónomos. En Cataluña se proclamó la República catalana a manos de Macià, tras la caída de la monarquía; además, hubo una negociación con el gobierno donde aprobaron un gobierno económico y un estatuto de autonomía, sus características eran un gobierno y parlamento propio, con cooficialidad del catalán, competencias en materia económica, social, educativa y cultural, dirigidos por Macià desde 1933. En el País Vasco surgió un proyecto de estatuto de nacionalistas y carlistas, y este era confesional e incompatible con la Constitución para republicanos de izquierdas y socialistas, pero este se aprobó en octubre del 36 durante la guerra.

REFORMAS LABORALES:

Se aprobó una nueva legislación socio-laboral a manos de Largo Caballero, en la cual se crearon las leyes de:

  • Contratos de trabajo
  • Términos municipales (donde los trabajadores del municipio eran los primeros)
  • Jurados mixtos (donde habían organismos integrados por seis patronos, seis obreros y un secretario que era nombrado por el ministerio de trabajo para regular las condiciones de trabajo)
  • Ley de laboreo forzoso (donde se dispuso que aquellos propietarios que dejaran de cultivar las tierras según los usos y costumbres del lugar serían entregadas a organizaciones de jornaleros o campesinos).

Además, defendía la jornada máxima de ocho horas, la ley de coordinación sanitaria, ya que la salud también fue atención prioritaria; y su objetivo era mejorar la vida de los trabajadores, tanto rurales como urbanos.

ENSEÑANZA Y CULTURA:

La enseñanza era pública, obligatoria y gratuita, además de laica y coeducativa. Existió un esfuerzo económico, que conllevó a más maestros que estaban mejor pagados y formados, además de una incidencia social, como bibliotecas, cursos… Además, surgió una guerra escolar con protestas contra el laicismo y la no obligatoriedad de la religión.
Todo esto se materializó con iniciativas como las misiones pedagógicas, donde llevaron cultura, entretenimiento y progreso al mundo rural. Además, se crearon casas de la cultura y se promocionaron iniciativas como el teatro dirigido por Federico García Lorca.

CRISIS DEL GOBIERNO DE AZAÑA:

La situación era de desgaste, debido a la coalición de gobierno, habían casas viejas y conflictividad obrera, además de acusaciones por parte de las derechas a Azaña por dictatorial. Y el PSOE preguntó si le merecía la pena seguir en coalición con los republicanos, pero finalmente, hubo elecciones municipales parciales que obtuvieron mal resultado de la coalición y finalizó con la dimisión de Azaña.
En su puesto, comenzó un nuevo gabinete liderado por Martínez Barrio con la finalidad de convocar elecciones en noviembre de 1933.

ELECCIONES DE 1933:

El sistema electoral favorecía a la candidatura más votada, donde la derecha, que estaba unida en muchas circunscripciones, estaba formada por el CEDA, que era el partido con más diputados, y por los radicales de Lerroux; y la izquierda estaba separada, y además se creó una campaña por parte de la CNT por la abstención, donde finalmente solo se presentaron 90 escaños.

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