La Segunda República representa un intento de solucionar los problemas de la Restauración mediante el desarrollo de una nación democrática, laica y moderna. Este intento se vio afectado por un contexto internacional desfavorable y una situación interna de inestabilidad.
Etapas de la Segunda República
La Segunda República se desarrolla en cuatro etapas:
1. El Gobierno Provisional (1931)
Con la monarquía en crisis tras la dimisión de Primo de Rivera, republicanos, catalanistas y socialistas pactaron en San Sebastián la opción republicana. El triunfo republicano precipitó la marcha de Alfonso XIII y la proclamación de la Segunda República.
Los firmantes del pacto formaron un Gobierno Provisional, presidido por Alcalá Zamora, que convocó Cortes Constituyentes e inició reformas. A estas reformas se opusieron el ejército, la oligarquía, la Iglesia, y aquellos que deseaban más reformas.
Las elecciones dieron la mayoría a la misma coalición republicano-socialista que formaba el Gobierno Provisional. En diciembre de 1931 se aprobó una nueva Constitución con cinco características:
- Soberanía popular, sufragio universal masculino y femenino, amplios derechos políticos, sociales y culturales.
- Poder legislativo: Parlamento unicameral renovado cada 4 años. Poder ejecutivo: Presidente de la República elegido cada 6 años y gobierno propuesto por el presidente y ratificado por las Cortes. Poder judicial: Jueces independientes.
- Estado integral: Posibilidad de que las regiones tuvieran sus Estatutos de Autonomía aprobados por las Cortes.
- Estado laico: Desaparición del presupuesto de culto y clero, prohibición de colegios religiosos, libertad de conciencia y culto, matrimonio civil y divorcio.
La Segunda República presentó un gran número de partidos y sindicatos. Las izquierdas apoyaban el laicismo, el autonomismo, el reformismo y algunos, la revolución. Las derechas apoyaban el estado confesional, el centralismo y algunos, el autoritarismo.
- Izquierda: Republicanos como Acción Republicana, partidos de clase media reformistas. Nacionalistas como Esquerra Republicana de Catalunya. Socialistas del PSOE y la UGT, comunistas del PCE y el POUM, y anarquistas de la CNT y la FAI.
- Derecha: Centro-derecha republicana, como el Partido Radical y la derecha liberal. Nacionalistas como el PNV y la Lliga. Monárquicos como Renovación Española. Carlistas, como Comunión Tradicionalista. Fascistas, como JONS y Falange Española, partidarios de la acción directa.
2. El Bienio Reformista (1931-1933)
Tras aprobarse la Constitución, Alcalá Zamora fue nombrado presidente y Manuel Azaña, jefe del gobierno, continuó las reformas iniciadas:
- Reforma militar: Subordinación al poder civil, reducción de jefes y oficiales.
- Reforma religiosa: Limitación de la influencia de la Iglesia y secularización de la sociedad.
- Reforma agraria: Expropiación de tierras para su redistribución.
- Reforma autonómica: Aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña.
- Reforma educativa: Educación laica, mixta, obligatoria y gratuita.
- Reforma laboral: Impulso a la negociación colectiva y mejora de las condiciones laborales.
La lentitud de las reformas aumentó la conflictividad obrera, impulsada por la CNT-FAI y la UGT. La derecha se reorganizó, surgiendo la CEDA, Renovación Española, Falange Española y JONS. Dentro del ejército comenzaron las conspiraciones contra la República.
3. El Bienio Conservador (1933-1936)
En las elecciones de 1933, el Partido Radical y la CEDA obtuvieron los mejores resultados. El gobierno radical, con el apoyo de la CEDA, frenó las reformas del bienio anterior. La huelga general de 1934, en respuesta a la entrada de la CEDA en el gobierno, tuvo consecuencias trágicas, especialmente en Asturias.
4. El Frente Popular (1936)
En 1936, la izquierda se unió en el Frente Popular y ganó las elecciones. Se amnistió a los presos de 1934 y se reanudaron las reformas. La creciente tensión política y social culminó en el golpe militar del 17 de julio de 1936, que desencadenó la Guerra Civil Española.
La Segunda República en Canarias
En Canarias, el Partido Federal y el PSOE eran mayoritarios en Gran Canaria, mientras que en Tenerife y La Palma el apoyo estaba fragmentado. La derecha, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, tenía como principal representante al Partido Popular Agrario. Durante la República se elaboraron dos proyectos de Estatuto de Autonomía, pero no se aprobaron debido al pleito insular y la posterior Guerra Civil.