La Segunda República Española (1931-1936)
Reformas de la Segunda República
Política religiosa
Empezaron a promulgar leyes que afectaban los intereses de la iglesia. Amplios sectores del clero interpretaron estas medidas como una provocación. Esto significó una oposición entre la iglesia y la república.
La enseñanza y la cultura
En la educación, el problema con el que se enfrentó la república fue el elevado índice de analfabetismo y la falta de escolarización de casi la mitad de la población infantil. Por ello, se centraron en la enseñanza primaria y se programó la construcción de nuevas aulas. Otro objetivo fue establecer en la escuela la libertad religiosa, tanto para profesores como para alumnos.
La reforma del ejército
La mayoría de los militares se habían mostrado contrarios del régimen republicano, por lo que la reforma del ejército se convirtió en un asunto prioritario. Los objetivos eran ganarse la fidelidad del ejército para la república y aumentar su eficiencia. Azaña propuso el retiro de todos los oficiales que no quisieran prestar juramento de fidelidad a la república. Se creó la Guardia de Asalto, como cuerpo afín a la república y encargado del orden público.
La política autonómica
La Constitución mencionaba la posibilidad de conceder la autonomía a las regiones que lo solicitasen. Cataluña conseguía su Estatuto en septiembre de 1932, convirtiéndose en región autónoma.
Problemas de la Segunda República
El problema social
A causa de la crisis económica, el paro obrero en España constituía uno de los elementos dominantes del panorama social entre 1931 y 1936. La legislación laboral alcanzó gran amplitud durante los dos primeros años de gobierno de la república. La actitud de los grandes sindicatos frente a la cuestión social no seguía una línea única, aunque destacó la oposición violenta de los anarquistas hacia la república.
La reforma agraria
La reforma agraria fue el proyecto económico y social de mayor magnitud que debía acometer la república, pues España seguía siendo un país agrario. El principal problema del campo afectaba a la estructura de la propiedad, con amplios latifundios al sur del Tajo, que colocaba a sectores sociales en una situación de miseria y paro. Por ello, se producían ocupaciones ilegales y violencia social. La ley de Reforma Agraria establecía la expropiación con indemnización de las grandes fincas que no fuesen cultivadas, para ser repartidas entre las familias de campesinos y agricultores.
El Franquismo (1939-1975) y la Transición
Crisis del Franquismo
Crisis política interna
La incapacidad del régimen para adaptarse a las demandas sociales y el contexto internacional hicieron que la dictadura entrase en su crisis definitiva. Carrero Blanco era clave para mantener la unión del franquismo. Sin embargo, tras ser asesinado en un atentado de ETA, se abrieron dos posturas dentro del franquismo: los inmovilistas y los aperturistas.
Se formó un nuevo gobierno presidido por Arias Navarro, el cual habló de una apertura del régimen, pero era incapaz de democratizarse. Al enfermar Franco, un grupo de altos mandos militares frenó cualquier apertura y ejerció la violencia fascista.
Por otro lado, por iniciativa del Partido Comunista se constituyó la Junta Democrática, que englobaba a sindicalistas, monárquicos, carlistas, independentistas y a la extrema izquierda, y promovían la creación de un gobierno provisional, con un régimen democrático, la amnistía y libertades políticas.
Dificultades exteriores
Las relaciones exteriores también atravesaron momentos de serias dificultades. Destacó el conflicto del Sahara: España aceptó su descolonización por lo que apoyó un referéndum de autodeterminación ante la presión del Frente Polisario, pero el rey de Marruecos organizó la Marcha Verde, ante la cual España entregó el Sahara a Marruecos y Mauritania, mediante el Acuerdo de Madrid, olvidando el compromiso de referéndum.
Crisis económica
La subida de precios del petróleo marcó el final de la etapa de expansión económica que disfrutaba Europa. La economía española se vio afectada por su fuerte dependencia energética exterior y de las exportaciones, que disminuyeron, así como del turismo. Con la crisis, la economía española entró en una fase de depresión, lo cual llevaría al retorno de emigrantes y al notable aumento del paro y la inflación. Franco falleció, dejando al régimen en una profunda crisis.
Conclusión
El extraordinario crecimiento económico del período (1959-75), determinó un profundo cambio social que trajo la difusión de nuevas actitudes y pautas que demandaban libertad y democracia. Con la muerte de Franco fue imposible la continuidad de la dictadura, la cual dio paso a la transición democrática.