La Segunda República y la Guerra Civil Española

1. La Constitución de 1931 y el Bienio Reformista

Las elecciones municipales de 1931 supusieron el triunfo de la coalición de republicanos y socialistas. Ante esta situación, Alfonso XIII abandonó España y el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República. El gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora, convocó elecciones a Cortes Constituyentes para elaborar una nueva Constitución.

La Constitución de 1931 se caracterizó por ser democrática, republicana y por:

  • Establecer la soberanía nacional y la separación de poderes.
  • Instaurar Cortes unicamerales (solo existía el Congreso).
  • Incluir una amplia declaración de derechos, destacando la introducción del derecho de autonomía de las regiones.

Manuel Azaña fue elegido presidente del gobierno. Los dos primeros años de la II República se conocen como el Bienio Reformista debido a las numerosas reformas que se llevaron a cabo:

1.1. Reformas religiosas

Estas reformas tuvieron como objetivo reducir el poder y la influencia social de la Iglesia. Se aprobó la separación Iglesia-Estado, la Iglesia perdió el control sobre la enseñanza y se legalizaron los cementerios civiles, el matrimonio civil y el divorcio. Estas reformas provocaron la oposición de la Iglesia a la República.

1.2. Reformas militares

Con el objetivo de acabar con el intervencionismo del ejército en asuntos políticos, se buscó eliminar a los mandos militares contrarios a la República. Se suprimió el exceso de altos mandos, se acabaron los ascensos por méritos de guerra y se creó la Guardia de Asalto.

1.3. Reformas regionales

Para responder a los deseos de autogobierno, especialmente de Cataluña, se aprobó en 1932 el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Cataluña obtuvo un gobierno autónomo y unas Cortes propias con poder legislativo. El País Vasco y Galicia también iniciaron la elaboración de sus estatutos de autonomía, pero no se aprobaron en ese momento.

1.4. Reformas agrarias

Estas reformas pretendían acabar con el latifundio y la abundancia de jornaleros. Se planeó la expropiación de tierras no cultivadas por sus propietarios para pasar a ser propiedad del Estado.

En cuanto a los problemas de los obreros industriales, el gobierno no fue capaz de solucionarlos. En plena crisis económica mundial, los obreros sufrieron el aumento del paro y la bajada de salarios, lo que provocó numerosas huelgas. En 1933, el gobierno de republicanos y socialistas entró en crisis y Azaña dimitió. Alcalá Zamora convocó elecciones a Cortes.

2. El Bienio Radical-Cedista y la Revolución de 1934

Las elecciones de 1933 fueron ganadas por la derecha. La coalición de republicanos y socialistas se presentó dividida, lo que contribuyó a su derrota. La derecha se organizó en torno a la CEDA, un partido católico, antirrepublicano y antisocialista, liderado por Gil Robles. Su programa político buscaba suprimir las reformas del gobierno anterior.

Alcalá Zamora nombró presidente a Lerroux. Este gobierno paralizó la reforma agraria y la creación de autonomías. El enfrentamiento entre la derecha y la izquierda se intensificó. En octubre de 1934, Lerroux incluyó en su gobierno a tres ministros de la CEDA que no se habían declarado partidarios de la República. La izquierda convocó una huelga general en toda España, que desencadenó graves acontecimientos en Asturias y Cataluña.

  1. En Cataluña, el presidente de la Generalitat, Companys, junto con socialistas y comunistas, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El gobierno de Lerroux derogó el Estatuto de Autonomía y ordenó bombardear la Generalitat, provocando la rendición del gobierno catalán.
  2. En Asturias, la huelga se convirtió en una revolución proletaria. Socialistas, comunistas y anarquistas se unieron para acabar con el capitalismo. Tras dos semanas de revolución, la Legión controló la situación.

La Revolución de 1934 supuso la derrota del movimiento obrero y la aceleración de las medidas contrareformistas del gobierno. El escándalo del estraperlo, que implicó a miembros del gobierno, obligó a Lerroux a dimitir. Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones.

3. Las Elecciones de 1936 y el Frente Popular

En las elecciones de 1936, la izquierda se presentó unida en el Frente Popular, mientras que la derecha se presentó dividida. El Frente Popular, que prometía restablecer las reformas del Bienio Reformista y una amnistía para los presos de la Revolución de 1934, ganó las elecciones.

Las nuevas Cortes destituyeron a Alcalá Zamora y nombraron a Azaña presidente de la República. Casares Quiroga fue nombrado presidente del gobierno. La victoria de la izquierda provocó un aumento del desorden y la violencia en España. El deterioro del orden político y el asesinato de Calvo Sotelo desencadenaron un golpe de Estado militar el 18 de julio de 1936, dando comienzo a la Guerra Civil Española.

4. La Cultura Española en los Inicios de la Edad de Plata

Las tres primeras décadas del siglo XX, conocidas como la Edad de Plata, vieron surgir a tres generaciones de artistas e intelectuales:

  • La Generación del 98, con figuras como Azorín, Pío Baroja y Valle-Inclán.
  • La Generación del 14, con Ortega y Gasset en filosofía, Juan Ramón Jiménez en literatura y Picasso en pintura.
  • La Generación del 27, con García Lorca y Alberti en literatura, y Salvador Dalí en pintura.

5. La Guerra Civil Española (1936-1939)

5.1. La Sublevación Militar

Tras las elecciones de febrero de 1936, algunos altos mandos del ejército, buscando evitar que el poder pasara a la izquierda, planearon un golpe de Estado. El general Mola coordinó el golpe, que contó con el apoyo de partidos de derechas. La sublevación militar se inició el 17 de julio en el norte de África, liderada por generales como Franco y Mola. El 18 de julio se produjeron sublevaciones en la península. El golpe fracasó en gran parte del territorio debido a la resistencia de militares leales a la República y al apoyo de partidos y sindicatos obreros al gobierno del Frente Popular. Este fracaso dividió España, dando lugar a la Guerra Civil.

5.2. El Desarrollo de la Guerra Civil

  1. Lucha en torno a Madrid: El objetivo inicial de los sublevados fue conquistar Madrid. Las tropas de Franco y Mola avanzaron hacia la capital, pero la resistencia republicana, apoyada por las Brigadas Internacionales, frenó el avance.
  2. El Frente Norte: Los sublevados se dirigieron a la cornisa cantábrica para controlar los recursos mineros e industriales. Conquistaron Bilbao, Santander y Asturias, a pesar de la resistencia republicana. En octubre de 1937, el Frente Norte desapareció.
  3. El Frente Este: La República lanzó una ofensiva sobre Teruel, pero la contraofensiva franquista recuperó la ciudad. Los sublevados buscaron alcanzar el Mediterráneo para aislar Cataluña, conquistando parte de Valencia y Castellón. La Batalla del Ebro, la mayor de la Guerra Civil, duró cuatro meses y supuso una dura derrota para la República. Las tropas franquistas iniciaron la conquista de Cataluña.
  4. El final de la guerra: La caída de Cataluña provocó la dimisión de Azaña y Negrín. Francia y Gran Bretaña reconocieron al gobierno de Franco. Madrid cayó poco después. El 1 de abril de 1939 finalizó la guerra tras la rendición de las últimas ciudades republicanas.

5.3. La Dimensión Internacional

Francia y Gran Bretaña impulsaron la creación de un Comité de No Intervención para evitar la internacionalización del conflicto. Sin embargo, la intervención extranjera condicionó la evolución y el resultado de la guerra.

  1. El bando republicano: Recibió ayuda militar de la URSS, pagada con las reservas de oro del Banco de España. También recibió apoyo de Francia y de las Brigadas Internacionales, formadas por voluntarios extranjeros que luchaban contra el fascismo.
  2. El bando sublevado: Recibió ayuda militar de Alemania, Italia y Portugal. Alemania envió la Legión Cóndor, Italia el Corpo di Truppe Volontarie y Portugal los Viriatos. Esta ayuda se pagaría con materias primas. EEUU se declaró neutral, aunque suministró petróleo y camiones a los sublevados.

5.4. La Evolución Política de las Dos Zonas

España quedó dividida en dos zonas:

  1. La España Republicana: Controlaba las principales ciudades, zonas industriales y mineras, y contaba con las reservas de oro del Banco de España. Tenía la flota de guerra y la mayor parte de la aviación, pero un ejército de tierra escaso, por lo que se crearon las milicias populares. La falta de unidad y las luchas internas entre anarquistas y comunistas debilitaron la República. Durante el gobierno de Largo Caballero, la situación fue caótica. Con Negrín, se marginó a los anarquistas y se apoyó en los comunistas, más disciplinados y con el apoyo de la URSS.
  2. La España sublevada: Controlaba la mayor parte de la producción de trigo y ganado. Recibió el apoyo de terratenientes, empresarios, la Iglesia y el campesinado castellano. Inicialmente gobernada por la Junta de Defensa Nacional, Franco concentró pronto el poder político y militar. Se autoproclamó Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Generalísimo. Unió a los partidos de derechas, anuló la legislación republicana y promulgó leyes como el Fuero del Trabajo, que regulaba la jornada laboral y creaba el sindicato vertical. Se creó el Servicio Nacional del Trigo para regular su distribución.

5.5. Las Consecuencias de la Guerra

La Guerra Civil tuvo graves consecuencias para España:

  1. Demográficas: Millones de muertos y desaparecidos. El terror rojo republicano y el terror blanco franquista causaron miles de víctimas.
  2. Económicas: Enormes destrucciones en todos los sectores económicos, ciudades, infraestructuras y vías de comunicación.
  3. Políticas: Fin de la democracia e instauración de la dictadura franquista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *