El gobierno radical cedista (1933-1935). La revolución de Asturias. El frente popular, las elecciones de 1936 y el nuevo gobierno.
Las elecciones de 1933 cambiaron el panorama político de España ya que ganó el partido de Gil Robles, la CEDA seguido del partido Radical de Lerroux. La izquierda sufrió una derrota, siendo el partido mas votado el PSOE. Las causas del cambio electoral estaban en el desgaste del gobierno ante el malestar social, la desunión de las candidaturas de izquierdas frente a la unidad de las de derechas y la solicitud de abstención por parte de los anarquistas a sus seguidores. La gran novedad fue el voto femenino por primera vez en la historia. Los anarquistas reaccionaron ante los resultados con una insurrección armada que fracasó, esto causó numerosos muertos y heridos. La nueva etapa estuvo protagonizada por una alianza parlamentaria y gubernamental entre la CEDA y el partido Radical. Fue una etapa de inestabilidad con cuatro presidentes distintos que formaron diez gobiernos entre noviembre de 1933 y febrero de 1936.
El primer gobierno lo presidió Lerroux su objetivo era rectificar la labor del gobierno de Azaña, mediante la paralización de las reformas emprendidas: se detuvo la reforma militar y se nombró a generales conservadores (Franco o Mola) para los puestos más importantes, se amnistió a los militares condenados por el golpe de Sanjurjo en 1932. Se puso en marcha una contrarreforma agraria para bloquear del proceso iniciado por el anterior gobierno, al tiempo que se anularon medidas sociales favorables a los jornaleros como la ley de términos municipales o el salario mínimo. Se modificó la política religiosa incluyendo subvenciones económicas al clero y permitiendo la enseñanza en los colegios católicos. En 1935 el gobierno nacional cedista planteó un proyecto de reforma constitucional para modificar definitivamente los aspectos de la constitución que menos les gustaban, pero los acontecimientos políticos impidieron su tramitación.
Esta política provocó una reacción de la izquierda que llevó a un agravamiento de los conflictos sociales: convocaron huelgas que causaron graves incidentes (la UGT en el campo de Andalucía y Extremadura en Junio de 1934), también se produjo un grave conflicto con la Generalitat Catalana por una ley que facilitaba el acceso a la propiedad a los campesinos arrendatarios catalanes y que fue impugnada por el gobierno ante el tribunal constitucional. Los grupos mas a la derecha comenzaron a manifestarse con violencia de manera que creció poco a poco la brecha entre derechas y las izquierdas. Los socialistas también reaccionaron contra estas medidas e identificaron a la CEDA con los grupos fascistas que estaban logrando el poder en algunos países de Europa, esto provocó que ante la incorporación de tres ministros de la CEDA el 4 de octubre de 1934, la UGT procediera a convocar una huelga general nacional para el día siguiente. En Barcelona, el gobierno de Companys proclamó el estado Catalán Independiente dentro de la República Federal española, aunque fue rápidamente anulado por el ejercito. El gobierno de la Generalitat fue encarcelado y el estatuto de autonomía suspendido temporalmente. El lugar donde mas éxito tuvo la insurrección fue en Asturias ya que se creó una alianza entre socialistas, anarquistas y comunistas que llegaron a proclamar la revolución socialista de los consejos obreros. Ante la gravedad de la situación el gobierno envió a Asturias tropas procedentes de Marruecos al mando del general Franco que ejercieron una durísima represión. La revolución de octubre y su represión provoco una mayor polarización de la vida política española: La CEDA endureció su discurso y mostró cada vez mas desconfianza hacia el sistema republicano; Calvo Sotelo creó el partido Bloque Nacional que defendía una monarquía tradicional y autoritaria; en el ejercito se creó la unión militar española cuyo objetivo era acabar con la república.
La izquierda impulsó una nueva concentración de fuerzas que daría lugar al frente popular como coalición antifascista. 1935 fue un año de inestabilidad con un partido Radical débil y una CEDA que exigía mas porcentaje de poder, en octubre de ese año se produjo una grave crisis de gobierno motivada por dos escándalos de corrupción que efectuaron a importantes miembros del partido radical provocando la ruptura de la coalición del gobierno. El presidente Alcalá Zamora decidió convocar elecciones para febrero de 1936. Para las nuevas elecciones la izquierda creó una coalición electoral que contó con el apoyo de republicanos de izquierdas, socialistas, comunistas e incluso con el voto de los anarquistas. Se basaba en recuperar las reformas del bienio, restablecer las garantías constitucionales y amnistía para los presos de 1934. La derecha planteó un programa de rechazo al marxismo ya una posible revolución social. Los resultados fueron muy ajustados en votos, pero triunfó el frente popular. Al día siguiente, desde la derecha presionaron para evitar el acceso del frente popular al poder, pero sin éxito. El nuevo gobierno estuvo presidido por Azaña y formado solo por republicanos de izquierdas. En los siguientes días del gobierno, aplicó su programa: amnistía para los presos de 1934, restauración del estatuto de autonomía catalán y del gobierno de Companys, impulsó la reforma agraria con el reparto de medio millón de hectáreas, alejamiento de los militares mas opuestos a la república de los centros de poder y tramitación de nuevos estatutos de autonomía. El nuevo congreso decidió la destitución de Alcalá Zamora como presidente de la república, siendo sustituido por Manuel Azaña. Este quería que Indalcio Prieto presidiera el nuevo gobierno, pero el partido no lo autorizó, ya que largo Caballero había radicalizado su discurso hacia la revolución socialista. Por esto se creó un nuevo gobierno solo con republicanos de izquierdas y presidido por Casares Quiroga. Durante los siguientes meses de 1936, la radicalización social y política fue en aumento: enfrentamientos verbales en las cortes entre derecha e izquierda; invasiones de propiedades, huelgas masivas en el campo que provocaron enfrentamientos entre jornaleros y empresarios; nuevos episodios anticlericales; gran aumento de violencia callejera que protagonizaron numerosos asesinatos políticos, los mas transcendentes los del teniente Castillo y José Calvo Sotelo antes del golpe de estado de Julio de 1936. Desde el triunfo del frente popular un grupo de generales dirigidos por Mola preparaban un alzamiento militar para acabar con la república. Finalmente, esto llevó a la sublevación del 17 de julio de 1936.
Franco nombrado generalísimo
Nos encontramos ante una fotografía que representa el nombramiento del general Franco como jefe del gobierno del estado el día 28 de septiembre de 1936, esto implicaba un poder absoluto en lo militar y en lo político, va acompañado de los generales Mola y Cabanellas. En abril de 1937 Franco decidió controlar bajo su mando las fuerzas políticas que habían apoyado la sublevación, para lo que anunció un Decreto de Unificación por el que se creaba un partido llamado Fet de la Jons. En enero de 1938 se constituyó el primer gobierno de Burgos presidido por Franco e integrado por los principales grupos de apoyo al alzamiento. El partido aportó sus símbolos al nuevo estado. La iglesia prestó un importante apoyo ideológico al alzamiento al definir la guerra como Santa cruzada para salvar la civilización cristiana y a Franco como caudillo providencial.
La guerra civil: la sublevación militar y el estallido de la guerra. La dimensión internacional del conflicto.
Desde el triunfo electoral del Frente popular se desencadenaron los preparativos para una sublevación militar. Un grupo de generales con el apoyo de grupos políticos como Falange o Carlistas, tenían como objetivo establecer un régimen autoritario dirigido por una junta militar que presidia Sanjurjo. La organización del alzamiento estaba dirigida por Mola y contaba con el apoyo de Franco, Goded o Fajul. Disponían de financiación a través de Juan March y de contactos en el extranjero. El gobierno del frente popular intentó frenar esta amenaza trasladando algunos altos mandos a destinos menos importantes, pero no lo consiguió. El asesinato de José Calvo Sotelo fue el pretexto para que el 17 de julio de 1936 se produjera el alzamiento en Melilla, Ceuta y Tetuán, al día siguiente se extendió por la península. Franco se incorporó al alzamiento desde Marruecos el día 19 y Sanjurjo murió el 20. Los golpistas buscaban una rápida conquista usando el factor sorpresa, pero sus previsiones fracasaron ya que no lograron el respaldo de la totalidad de las fuerzas armadas en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia. La península quedó dividida así en las zonas en los que triunfó el alzamiento y las que resistieron.
La sublevación fue una iniciativa militar, pero contó con el apoyo de la CEDA, de los monárquicos, de los empresarios y terratenientes, de pequeños propietarios castellanos, de Alfonso XII y su hijo, de los viejos políticos de la restauración y de la mayoría de los oficiales del ejército. Se mantuvieron fieles a la república los partidos de izquierda, el proletariado urbano, los jornaleros y clases medias progresistas, también el PNV. La sublevación no triunfó en toda España, pero la republica tampoco logró frenarla, finalmente el gobierno de José Giral aceptó la entrega de armas a los obreros, por ello el alzamiento militar se convirtió en una larga guerra civil que dividió a los españoles y se prolongó hasta 1939.
Los años de la guerra civil fueron muy conflictivos internacionalmente por la difícil convivencia entre países democráticos, fascistas y comunistas en Europa. En septiembre de 1936 se crea el comité de No intervención, su objetivo era evitar que el conflicto español se extendiese al resto de Europa, se prohibió la venta de material bélico a cualquiera de los bandos en la lucha. A este se unieron la mayoría de países europeos, incluidos Alemania, Italia y Portugal. Sin embargo, el comité resultó ineficaz, ya que estos tres países ayudaron militarmente a los sublevados. Alemania e Italia ayudaron desde el comienzo facilitando transporte de tropas desde Marruecos. La Alemania de Hitler ofreció la participación de la legión Condor que combinaba aviones, tanques, cañones y tropas. La Italia fascista de Mussolini colaboró con aviones, munición, combustible y un despliegue de 70.000 soldados. Portugal envió un grupo de voluntarios. Las razones del apoyo son ideológicas y estratégicas. Ninguno de estos países exigió un pago por adelantado por su ayuda al bando franquista, incluso los italianos perdonaron la mayoría de la deuda. Al acabar la guerra Franco pagó a los alemanes con materias primas minerales. En junio de 1937 el Papa Pío XI reconoció el nuevo régimen franquista, sumándose al documento en apoyo al alzamiento militar suscrito por los obispos españoles.
La república, como régimen legítimo, solicitó la ayuda de Francia y Gran Bretaña, pero estas se mantuvieron neutrales, por no tensionar las relaciones con Alemania e Italia. Los franceses apoyaron la republica mediante la venta de armas, pero interrumpieron el apoyo por temor a un conflicto con los países de ideología fascista. Ante este fracaso el gobierno republicano se puso en contacto con la URSS para comprarles armas. Stalin envió asesores militares, aviones y carros de combate, buscando contrarrestar la actuación de Alemania e Italia y también impulsar la revolución proletaria fuera de la URSS.
El gobierno republicano tuvo que pagar al contado y a altos precios, para lo que usó las reservas de oro y plata del banco de España depositadas en Moscú. El gobierno Franquista denunciaría después de la guerra este hecho. Por otra parte, estos impulsaron a través de la Komintern la creación de las brigadas internacionales, un cuerpo de voluntarios izquierdistas y comunistas cuyo objetivo era detener el avance del fascismo. El material soviético sirvió para prolongar los combates, pero a cambio aumentó la influencia de los comunistas españoles en el gobierno. También numerosas personalidades se solidarizaron con la causa republicana como Einstein, Mann, Neruda, etc… En cuanto a la sociedad de Naciones, la republica logró que se aprobase una resolución contra la intervención de Alemania e Italia, pero nunca fue aplicada debido a la crisis. EE. UU adoptó una política oficial de no intervención y prohibió la venta de Armas a España.
Mapa fases guerra civil
El primer mapa consiste en la fase previa a la guerra civil: la sublevación militar y el paso del estrecho del ejercito de áfrica del 17 al 25 de julio de 1936. El segundo muestra la 1ª fase de la guerra, de julio del 36 a marzo del 37. El objetivo de las sublevaciones era tomar Madrid, que se intentó tras controlar parte del cantábrico y la conquista de Badajoz uniendo las zonas sublevadas en la sierra de Gredos donde inician el asalto que no tuvo éxito, que llevó a Franco al intento de aislar la capital, que también fracasó. La mayoría de los oficiales estaban en el bando republicano; estos pronto controlaron la mayoría de puertos y utilizaron los aviones. El tercer mapa representa la 2ª fase (abril del 37 a noviembre del 38) en la que tuvo lugar la derrota a Guadalajara. El bombardeo en Guernica (legión cóndor) y la conquista de la franja cantábrica. Los republicanos pasaron a la ofensiva de Aragón (batallas de Belchite y Teruel) perdiendo los territorios conquistados. Tuvieron lugar bombardeos en Madrid, Valencia y Barcelona. En 1938 tuvo lugar un avance por el mediterráneo llegando a Castellón y aislando Cataluña del territorio republicano. La republica planteó su última gran ofensiva para unir los territorios: la batalla del Ebro (julio-noviembre 1938) la mas dura de la guerra. La victoria de los sublevados supuso casi la derrota definitiva del ejercito republicano. La ultima imagen muestra la ultima fase (Dic- abril 39) esta derrota desembocó en una ofensiva sobre Cataluña que llevó a la rendición de Barcelona en enero del 39. Madrid fue ocupada en marzo de ese año tras un enfrentamiento dentro del bando republicano y el 1 de abril del 39 se declaró oficialmente el fin de la guerra.
Fases militares de la Guerra Civil. La evolución política y económica en las zonas. Consecuencias económicas y sociales de la guerra. Los costes humanos.
La guerra se dividió en 3 fases:
Julio del 36-marzo 37
El objetivo de las sublevaciones era tomar Madrid que se intentó tras controlar parte del cantábrico y la conquista de Badajoz uniendo las zonas sublevadas en la sierra de Gredos donde se inició el asalto que no tuvo éxito, que llevó a Franco al intento de aislar la ciudad, que también fracasó. La mayoría de los oficiales estaban en el bando sublevado y aunque la aviación y la flota quedaron en el bando republicano, estos pronto controlaron la mayoría de puertos y aviones.
2ª etapa: Abril 37-noviembre 38
Tuvo lugar la derrota de Guadalajara, el bombardeo en Guernica (legión Condor) perdiendo territorios conquistados. Tuvieron lugar bombardeos en Madrid, Valencia y Barcelona. En 1938 tuvo lugar un avance por el mediterráneo llegando a Castellón y aislando a Cataluña del bando republicano. La república planteó su última gran ofensiva para unir los territorios, la batalla del Ebro (Julio-noviembre 38) la etapa mas dura de la guerra. La victoria de los sublevados supuso con la derrota definitiva del ejército republicano.
Última fase: diciembre 38- Abril 39
Esta derrota desembocó en una ofensiva sobre Cataluña que llevó a la rendición de Barcelona en enero del 39. Madrid fue ocupada en marzo de ese año tras un enfrentamiento dentro del partido republicano y el 1 de abril del 39 se decretó oficialmente el fin de la guerra. El bando nacional constituía un ejercito bien organizado, con regimientos completos y mandos profesionales frente el republicano, con restos de unidades y milicianos como solución de urgencia. En la España republicana la sublevación desencadeno un proceso revolucionario, los gobiernos de Quiroga y Giral no pudieron imponer su autoridad y se vieron desplazados por los poderes locales. En la república se crearon comités (anarquistas, socialistas, comunistas) que tomaron decisiones políticas por su cuenta, impidiendo una unidad de acción, con objetivos distintos:
- Los anarquistas buscaban victoria en la guerra y revolución social
- Los socialistas y comunistas la derrota del bando nacional.
Las primeras derrotas llevaron a los republicanos a un cambio de gobierno en septiembre del 36 con Largo Caballero como presidente, cuyo objetivo principal fue reorganizar y fortalecer el estado imponiendo mayor disciplina y frenando las experiencias revolucionarias para centrarse en la victoria militar. En noviembre el gobierno se trasladó a Valencia ante la presión de los sublevados sobre Madrid y allí quedo una junta de defensa dirigida por Miaja. El gobierno buscó recuperar el control de Cataluña, tuvo lugar una insurrección de los anarquistas y del POUM, además de derrotas militares que provocaron la dimisión de Largo Caballero. Como nuevo presidente quedó Juan Negrín que se centró en dar prioridad a la guerra apoyándose en los comunistas por la ayuda que recibía de la URSS. Prescindió de los anarquistas, ilegalizó el POUM y anuló definitivamente los comités revolucionarios que aun quedaban. En 1938 ante las dificultades militares aparecieron 2 estrategias:
- Continuar con la guerra hasta el final a la espera de que estallara una guerra europea que cambiara la suerte de la república.
- Negociar una paz aceptable con Franco.
La derrota del Ebro y la conferencia de Múnich dificultaron la opción de Negrín (que abandonó España) Franco impulsó una rendición incondicional. Se otorgó una junta de defensa Nacional presidida por Cabanellas que carecía de proyecto político, pero reunió a las tropas para garantizar mayor eficacia y nombraron a Franco jefe de estado y generalísimo de os ejércitos (poder absoluto militar y político y universal). Su objetivo era derogar la legislación republicana: anulación de la reforma agraria y devolución de fincas, prohibición de todos los partidos y sindicatos, destitución de todos los cargos públicos republicanos y censura de prensa.
Franco decidió controlar bajo su mando las fuerzas políticas que habían apoyado la sublevación y promulgó el decreto de unificación por el que se creó la Falange española tradicionalista y de las juntas de ofensiva nacional y sindicalista. El gobierno estaba presidido por Franco y formado por los grupos de apoyo al alzamiento: se suprimieron el derecho a huelga y el de los estatutos de economía. La iglesia apoyo ideológicamente al alzamiento y definió la guerra como “la santa cruzada para salvar la civilización cristiana y Franco como caudillo providencial”. Económicamente hubo una crisis en cuanto a la producción, distribución y consumo. En la zona de la república se controló las zonas industriales y ciudades mas importantes, se perdieron zonas agrícolas, se produjeron colectivizaciones de empresas privadas, hubo una intensificación de la reforma agraria en el campo, aumentaron las tierras expropiadas y problemas de abastecimiento. Al financiar la guerra, la republica utilizo la emisión de deuda publica hasta el verano del 38. Los sublevados dispusieron de la mayoría de de las tierras de cultivo, no tuvieron problemas de abastecimiento. El gobierno franquista controló estrictamente la producción: las tierras expropiadas volvieron a sus antiguos propietarios. La ayuda de Alemania e Italia fue pagada sin problema al acabar la guerra. La consecuencia más grave fue el coste humano: el numero de victimas oscila entre 400 mil y 450 mil. Fue muy grave la violenta persecución para exterminar adversarios que se desencadenó en la guerra. En el bando republicano hubo asesinatos por grupos que actuaban al margen del gobierno republicano. El miedo y la violencia se apoderaron de la vida española. A esto se le sumaron los fusilamientos que hizo Franco más el medio millón de exiliados y los 30 mil presos acusados de delitos políticos. Tuvieron lugar importantes destrucciones materiales y junto a ello la caída de la venta per cápita, la contracción de deudas con otros países y la perdida de reservas de oro. España quedó aislada internacionalmente y fuera de los organismos mundiales durante años tras acabar la 2ª GM.
La creación de estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales. Etapas de la dictadura y principales características de cada una de ellas. El contexto internacional del aislamiento al reconocimiento exterior.
A partir de septiembre de 1936 Franco ejerció un poder dictatorial, personal y vitalicio. El rasgo más destacado fue su habilidad para adaptarse a las circunstancias sin perder el poder. Los valores ideológicos esenciales del franquismo fueron el anticomunismo, el antiliberalismo, el tradicionalismo, el nacional catolicismo, el autoritarismo y el militarismo. El régimen franquista tuvo un gran apoyo social de los grupos más conservadores, que se reforzó con la represión, la propaganda oficial y la depuración política.
Los sectores que colaboraron con el régimen fueron:
El ejército
Apoyo a Franco con gran fidelidad y disciplina. Nunca cuestionaron su derecho a ejercer el poder. Hasta 1952 ocuparon importantes cargos políticos (Carrero Blanco, Suances, Alonso Vega)
Los católicos
Recibieron muy pronto el apoyo del Vaticano y de la iglesia española. El régimen protegió dos organizaciones católicas: la Asociación Católica Nacional de propagandistas y el Opus Dei. Algunos de sus miembros fueron ministros como en Asuntos exteriores, educación y economía (Martin Artajo, Ruiz Jiménez o Navarro Rubio). La iglesia también recibió el control de la censura y una parte de los medios de comunicación.
Los falangistas
Aspiraban a imponer un régimen totalitario de partido único a imitación de Italia y Alemania. Controlaban también la sección femenina, el frente de juventudes, el SEU y el auxilio Social. A partir de los años 50 perdieron importancia, pero algunos falangistas conservaron sus puestos como Arrese, Girón, o Fernández cuesta.
Los monárquicos
Se dividían en dos grupos, ambos de una monarquía autoritaria y católica. Los carlistas mantuvieron una estrecha relación con el régimen a través del partido único (Oriol o Rodezno).
Entre los monárquicos antiliberales destacaron el duque de alba o Sainz Rodríguez. También fueron un apoyo importante para el franquismo empresarios partidarios del control social, pequeños y medianos propietarios rurales y las clases medias de ciudades pequeñas y medianas. En el franquismo podemos diferenciar varias etapas:
La primera de 1939 a 1959
Triunfo y asentamiento del régimen. En política Interior se aplicó una dura represión en los vencidos basada en la Ley de Responsabilidades Políticas. Esta ley implicó el encarcelamiento de personas, la ejecución y la realización de trabajos forzosos. También se aplicó una política de depuración para los no adeptos al nuevo régimen. El proceso de institucionalización fue lento y careció de texto constitucional. Las normas y principios básicos del franquismo se recogieron en un conjunto de textos legislativos llamados leyes fundamentales, destacamos las siguientes:
La ley de Unidad sindical
Se creaba el sindicato vertical, basado en un modelo corporativista en el que se encuadraba a los trabajadores obligatoriamente en 24 ramas según las actividades económicas. Su control era de Fet de la Jons y su objetivo reforzar la disciplina y el control sobre los obreros.
Ley constitutiva de las Cortes
Su composición se ajustaba al modelo corporativo
El fuero de los españoles
Al acabar la 2ªGM, Franco abandonó la retorica falangista e intentó ofrecer una apariencia democratizadora. El fuero planteaba derechos, pero no suponían ningún cambio en cuanto a la libertad de expresión o asociación.
Ley de Referéndum nacional
Para ratificar textos legislativos de gran transcendencia.
Ley de sucesión en la jefatura de estado
Afirmaba el carácter vitalicio del poder de Franco, definía a España como un reino y establecía el mecanismo de sucesión tras la muerte del dictador. Establecía una monarquía tradicional y no parlamentaria.
Ley de principios del movimiento nacional
Era una reafirmación de los valores doctrinales del franquismo. Hasta 1943 hubo un gran poder del ejército y falange. En 1957, tras una crisis interna, se produjo una remodelación ministerial que dio entrada a los llamados tecnócratas.
La segunda etapa entre 1959 y 1973
Reafirmación política del régimen. En el plano económico se produjo una modernización del sistema, pero no hubo apertura democrática en el plano político. Se mantuvo la censura, la opresión policial y el clericalismo. En 1967 se promulgó la Ley orgánica del estado, la única novedad era la separación del cargo del presidente del gobierno de la jefatura del estado. Reconocía la libertad religiosa. Otras medidas legislativas fueron La ley de bases de la seguridad social y la ley de prensa e imprenta, que supuso una mejora en la libertad de expresión. Uno de los acontecimientos más importantes fue la designación como sucesor de Franco a la jefatura del estado del Príncipe Juan Carlos de Borbón en 1969, con ello Franco instauraba una monarquía continuadora de su propio régimen al obligar al designado a jurar fidelidad a las leyes fundamentales del movimiento Nacional. Se produjeron dos incidentes: El accidente de Palomares y el escándalo de Matesa. La década de los 70 se inició con la decadencia física del dictador y el aumento del poder para Carrero Blanco. Con respecto al contexto internacional en 1939 había una identificación con los países fascistas impulsada por Serrano Suñer. Aunque al iniciarse la guerra, España se declaró neutral, las victorias alemanas llevaron a Franco a intervenir en el conflicto del lado del Eje. Hubo un encuentro con Hitler y con Mussolini, pero las condiciones exigidas a cambio de la participación de España suponían mas inconvenientes que ventajas para las fuerzas del Eje, finalmente la aportación española se limitó a dos cuerpos de voluntarios que combatieron en el frente Ruso. A partir de 1943 Franco adaptó sus maniobras diplomáticas según cambiaba el signo de la guerra, pero no sirvió de nada, ya que los vencedores consideraron a España un residuo del fascismo y la ONU aprobó en 1946 una resolución en la que condenaba por fascistas al régimen de Franco recomendando su exclusión.
Nuestro país fue excluido del Plan Marshall. Solo unos pocos países como Argentina, Portugal, Suiza o el Vaticano mantuvieron su apoyo a Franco. Con la llegada de la Guerra fría, desde 1949, las cosas cambiaron para dicho régimen, ya que el gobierno de EE. UU valoro positivamente el gobierno de Franco. En 1950 la ONU revocó la resolución de bloqueo contra España y en 1953 España firmó con EE. UU unos acuerdos bilaterales de carácter económico y militar. A cambio España ingresó en la ONU, y un poco después en el resto de organizaciones internacionales. En 1953 también se firmó un concordato con el Vaticano que reafirmaba las relaciones Iglesia- Estado.
Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo. Transformaciones sociales: causas y evolución.
Al finalizar la guerra Civil, el gobierno franquista adoptó una política basada en la autarquía. Las causas fueron tanto coyunturales como ideológicas, perseguía prescindir de los intercambios comerciales con el exterior y garantizar el autoabastecimiento agrario e industrial. El objetivo era convertir en pocos años a España en una potencia económica, esto implicaba que todas las actividades productivas pasasen a estar controladas por el gobierno decidiendo sobre los salarios, precios, distribución… Las medidas que podemos destacar son: limitación de las importaciones para reservar el mercado nacional a las empresas españolas, solo se importaría aquello que no pudiera producirse en España. Se complementaba con subvenciones a las empresas; organización de la producción, comercialización y distribución de los productos agrícolas de primera necesidad; implantación de un sistema de racionamiento de los productos de consumo de primera necesidad para evitar el hambre. Provocó la aparición de un mercado ilegal (enriqueció a unos pocos y extendió corrupción y el favoritismo); fundación del INI para impulsar la industrialización del país mediante la creación de un grupo de empresas estatales de capital público y gestión gubernamental (Suanzes); Creación de la RENFE mediante la nacionalización de todas las redes de ferrocarriles peninsulares. Consecuencias malas ya que llevaron a España durante los primeros años 50 al colapso económico, se produjo un descenso de la producción industrial por falta de materiales y economía, aumentó la inflación por ausencia de libre competencia y por exceso de moneda en circulación, aumentó el déficit comercial y descendió la renta per cápita, los salarios y aumentó el paro. Esto provocó una reorientación de la política económica a partir del nuevo gobierno, que implicaba la renuncia definitiva a la autarquía. Los encargados de desarrollarla buscaron primar la eficacia técnica y económica por encima de lo ideológico (tecnócratas). Impulsaron el Plan de Estabilización Económica, medidas legislativas que tenían como objetivos la reinserción de España en el espacio económico internacional, la liberación y saneamiento de la economía. Incluía medidas de ajuste como la devaluación de la peseta, facilitar la inversión de capital extranjero, incrementar los impuestos o limitar las subidas salariales. Permitió controlar la inflación y evitar la bancarrota, el gobierno impulsó los llamados Planes de Desarrollo.
El primero de los planes buscaba lograr un desarrollo acelerado estimulando el consumo y las inversiones. Este incluía la creación de polos de desarrollo y promoción que buscaban atenuar los desequilibrios regionales y fomentar la industrialización en zonas reprimidas. Se crearon doce polos entre 1964 y 1972 con balance desigual. A este primer plano le siguieron otros dos hasta 1973 que se abandonó por la crisis económica del petróleo. Podemos afirmar que España experimentó un crecimiento acelerado y dejo de ser un país atrasado y rural para transformarse en otro mas moderno, industrial y urbano. La tasa media de crecimiento del PIB fue el 7% produciendo una duplicación de las exportaciones.
La renta per cápita se dobló y se modernizaron todos los sectores económicos: la agricultura mejoró su productividad, la industria experimentó un gran desarrollo y se produjo una llegada masiva de turistas extranjeros. Las claves del éxito podemos situarlas en: una coyuntura internacional favorable, grandes inversiones de capital extranjero, los ingresos del turismo y las remesas de los emigrantes, los costes laborables reducidos y las grandes inversiones estatales. Sin embargo, no todo fue positivo, ya que se produjo un crecimiento desigual en los sectores productivos y duraron los desequilibrios regionales. La masiva emigración de trabajadores españolas a Europa hizo que se ocultaran las dificultades para generar empleo y la balanza comercial siguió siendo deficitaria por el alto valor de los productos importados. El crecimiento se interrumpió en 1975 como consecuencia de la crisis internacional. La guerra civil dejo como herencia una sociedad hundida en el atraso y la pobreza. Hubo un gran empobrecimiento de la sociedad, salvo en las clases afines al régimen que se aprovecharon de la corrupción. También hubo una constante migración del campo a la ciudad que generó un despoblamiento del campo en la España interior y la aparición del chabolismo en las grandes ciudades. El ambiente ideológico era opresivo por la censura y el control político y religioso. La mujer quedo postergada a la figura de ama de casa y con un total de subordinación al hombre. El gran desarrollo económico en los años 60 tuvo repercusiones demográficas y provocó cambios sociales, en la forma de vida y en los valores de los españoles. Entre los 60 y los 70 la población aumento 3 millones y hubo un gran crecimiento de las clases medias urbanas. Se inició un éxodo rural masivo a las grandes ciudades y hacia Europa hasta mediados de los 70. Los cambios de hábitos y conductas de los españoles, estuvieron motivados por la llegada masiva de turistas extranjeros, el crecimiento de las grandes ciudades, el éxodo rural y el aumento del consumismo y el bienestar material. Desarrollo de nuevas actividades para la clase media como vacaciones en la playa, viajes de fin de semana… Se produjo un cambio en los valores e ideas con respecto a la vida familiar, al papel de la mujer, de las relaciones sexuales y de la educación en la ultima etapa del franquismo. Se rechazó la retórica falangista y los jóvenes se beneficiaron de una cierta relajación en las costumbres. Las mujeres podían entrar en la universidad y trabajar. Fue disminuyendo la influencia de la iglesia. Hubo una caída del analfabetismo y un impulso en la construcción de institutos y colegios públicos para hacer frente al crecimiento poblacional.