La Segunda Revolución Industrial y el Auge del Capitalismo: Un Análisis Completo

La Segunda Revolución Industrial y el Auge del Capitalismo

Nuevas Formas de Capitalismo: Expansión de la Industrialización

Gran Bretaña dominaba la economía mundial hacia 1870. Era el exportador más importante de productos industriales y de capitales, la libra esterlina era la primera moneda internacional y Londres, la capital del mercado mundial. Fue la nación donde se produjo la Revolución Industrial y la primera potencia mundial hasta 1914.

La industrialización francesa empezó a crecer durante el Segundo Imperio (1850-1870) en el sector textil y metalúrgico. En Italia, entre 1860 y 1880, se impulsó la construcción ferroviaria y la industrialización textil, basada en la seda de Lombardía. En Rusia, con apoyo de grandes inversiones de capital extranjero, se favoreció el desarrollo de las industrias pesadas (minería del carbón, del hierro y del petróleo). En las dos últimas décadas del siglo XIX, la industrialización siguió avanzando por Europa (Bélgica, Holanda, España, Alemania, Suecia y territorios del Imperio Austrohúngaro). A finales de siglo, aparecieron nuevas potencias industriales.

Nuevas Potencias Industriales

Alemania

Alemania estaba formada por un conjunto de estados independientes. La unificación política de 1871, bajo la dirección de Prusia, contribuyó a un rápido e intenso desarrollo económico e industrial, basado en una avanzada tecnología. Se introdujo directamente en los nuevos sectores industriales (siderurgia, minería, ingeniería, electricidad, química). Entre 1850 y 1913, la población se duplicó dos veces y media. La producción de acero superó ampliamente la producción británica, y la industria de construcción de maquinaria creció mucho. En 1913, su industria química era la más importante del mundo, y la mitad del comercio internacional de productos eléctricos era de origen alemán. Se agudizó la competencia y rivalidad que mantenía con el Reino Unido.

Estados Unidos

Estados Unidos también se industrializó rápida e intensamente. El gran número de emigrantes europeos, la constante colonización del oeste y la abundancia de recursos básicos explican la configuración histórica de la nueva potencia económica norteamericana. El crecimiento económico de Estados Unidos se aceleró en la década de 1850-60 con la industria textil, minería y metalurgia. El ferrocarril incidió en el desarrollo de la industria pesada, y la extracción de petróleo le situó en una posición muy ventajosa. Estados Unidos adoptó y desarrolló los sistemas de producción capitalistas, propios de la Segunda Revolución Industrial. Todos estos factores encaminaron a la economía de Estados Unidos hacia la hegemonía mundial. En 1913, la industria estadounidense producía cuatro veces más acero y casi el doble de carbón que Gran Bretaña. Su economía se llevaba a cabo sobre la base de una distribución equilibrada entre los recursos y el número de habitantes; la mano de obra era escasa para la industria, los salarios eran altos; por ello su industrialización podía desarrollarse con altos niveles de renta y de consumo.

Ritmos de la Economía Capitalista

La mundialización de la economía se intensificó a finales del siglo XIX y ha continuado ininterrumpidamente hasta la actualidad. La producción de las grandes potencias industriales llegaba a todo el mundo, apoyada por la revolución de los transportes. La expansión del capitalismo se llevó a cabo mediante la formación de un mercado internacional. Esta nueva forma capitalista se caracterizaba por estar sometida a unos ritmos cíclicos, que alternaban periodos de expansión de la producción con etapas de depresión y crisis. Su magnitud y sus consecuencias se fueron ampliando a medida que la economía mundial iba estando más interrelacionada. Las crisis económicas en las sociedades preindustriales eran de escasez o de subsistencia. Las crisis del nuevo sistema capitalista eran de superproducción industrial: las empresas acababan produciendo por encima de las posibilidades de consumo; y, al existir más mercancías de las que el mercado era capaz de consumir, bajaban los precios, descendían los beneficios y aumentaba el paro entre los trabajadores.

La Primera Gran Depresión del Capitalismo (1873-1896)

En 1873 se produjo una gran crisis económica, la denominada Gran Depresión. La agricultura fue la primera víctima de la crisis, precisamente porque la producción agraria se estaba incrementando de forma notable. Un número creciente de campesinos abandonó el campo en Europa. El sector industrial y financiero siguió la misma pauta que el sector agrario durante dos largas décadas. En 1873, el crash de la bolsa de Viena fue seguido de quiebras bancarias en Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. La magnitud del paro obrero que acompañó a la Gran Depresión era un hecho desconocido hasta entonces. Aumentó la rivalidad entre las potencias para controlar los recursos económicos y los mercados del mundo extraeuropeo.

Segunda Revolución Industrial

Concentración de Empresas

La Gran Bretaña de 1873-1896 condujo a un proceso de concentración industrial y financiera que pretendía eliminar la competencia y crear monopolios de un mercado determinado o el control de la mayor parte de él, hecho que terminaría traspasando las fronteras nacionales. La concentración empresarial presentó formas diferentes (cartel, trust, holding).

  • El cartel es un convenio entre empresas fabricantes de un determinado producto con el fin de reducir o eliminar la competencia, mediante el acuerdo en los precios o el reparto de la clientela.
  • El trust es el resultado de la fusión de diversas empresas, bien dedicadas a la misma actividad o a las distintas fases de un proceso productivo.
  • El holding es una sociedad financiera que invierte en empresas variadas para controlarlas.

Estas gigantescas concentraciones empresariales se desarrollaron especialmente en Estados Unidos y Alemania.

Proteccionismo Económico

Es un nacionalismo económico que defiende los productos del país frente a la competencia de los del extranjero. Consistía en elevar los aranceles aduaneros, es decir, imponer una tasa que debían pagar los productos importados, ya que si se permitía su entrada con precios más bajos, se provocaba la ruina del sector agrario.

Progreso Técnico e Innovaciones Tecnológicas

El uso de nuevos materiales y de nuevas fuentes de energía transformó radicalmente la industria. Las tecnologías del vapor y del hierro fueron sustituidas por los nuevos procedimientos de fabricación del acero y por el empleo de la energía eléctrica y del petróleo. Finales del siglo XIX y los primeros años del siglo XX fueron un periodo de grandes inventos (automóvil, teléfono…). La íntima relación entre la industria y la investigación científica explica la aparición de estas grandes innovaciones tecnológicas.

La Segunda Revolución Industrial se considera la «era del acero», porque una de las innovaciones más importantes fue la producción de acero a bajo coste. La industria mecánica se disparó cuando la población civil pudo acceder al consumo (máquina de escribir…), para lo cual tuvieron que reducir su precio hasta un nivel más asequible. El modelo «T» de Ford revolucionó la industria del automóvil. La venta a plazos apareció para hacer posible que sectores de escasos recursos pudieran comprar productos de alto precio. La energía eléctrica cambió las formas de trabajo y la vida cotidiana de buena parte de la humanidad. Tuvo numerosas aplicaciones en el transporte, la industria, la vida cotidiana y las comunicaciones. El petróleo, refinado en forma de gasolina, era el combustible necesario para los nuevos motores de explosión que utilizaban los revolucionarios medios de transporte. La industria química creció muy rápidamente. La producción masiva y en serie de artículos hizo necesaria una mayor concentración de trabajo en grandes centros fabriles. La nueva organización del trabajo adjudicaba a los trabajadores una tarea fija y repetitiva en la cadena productiva con el fin de ahorrar tiempo y abaratar la producción.

Expansión Imperialista

Del Colonialismo al Imperialismo

La novedad del imperialismo residía en que el capitalismo había provocado el surgimiento de una economía mundial y en que las rivalidades económicas de las grandes potencias afectaron a los enfrentamientos por la ampliación de los imperios coloniales.

Causas del Imperialismo

  • Las causas económicas fueron las más importantes. La superproducción a escala mundial favoreció la extensión de políticas proteccionistas; se buscaron nuevos mercados consumidores para los productos de la metrópoli, proveedores de materias primas y lugar de inversión de capitales excedentes.
  • Hubo motivos de carácter político: el nacionalismo de este periodo dio lugar a una política de poder y de prestigio, y en la conquista colonial se vio una manifestación de ambas. La carrera colonial generó un ansia por no quedarse atrás frente a los competidores que acentuó el control de las colonias.
  • Crecimiento de la población europea.
  • Espíritu misionero y científico.

Las zonas ya colonizadas adquirieron mayor importancia para la nueva economía mundial como productoras y como consumidoras.

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