La Transición Española a la Democracia (1975-1982)

Antecedentes

La transición a la democracia es el periodo de restauración de las instituciones democráticas que tuvo lugar en España entre 1975 y 1982. Comenzó con la muerte del general Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey y jefe del Estado. En 1975, a la muerte de Franco, existían tres opciones como posible salida política:

  • El continuismo que pretendía el llamado búnker.
  • La ruptura democrática.
  • La reforma, de la que era partidaria el rey y las altas personalidades del Régimen.

El camino de la reforma fue el triunfante. En definitiva, se realizó una ruptura por procedimientos reformistas o una reforma tan profunda que los historiadores se inclinan por el término ruptura consensuada.

La Transición Política hasta 1982

La transición fue fruto de un acuerdo entre algunos dirigentes del antiguo Estado franquista y la oposición. Tras el juramento del príncipe Juan Carlos de Borbón como rey en 1975, el presidente del gobierno Arias Navarro fue confirmado en su cargo. La continuidad de Arias Navarro significaba la vigencia del régimen. La actividad de la oposición se aglutinaba, por una parte, en la Junta Democrática, creada en 1974 y liderada por el PCE, y por otra, en la Plataforma de Convergencia Democrática. Ambos grupos se unieron y formaron la Coordinación Democrática, conocida como Platajunta. Arias Navarro dimitió en 1976. La Coordinadora, conocida como Platajunta, publicó su primer manifiesto en marzo de 1976. En Cataluña, la oposición se unió en la llamada Assemblea de Catalunya. Durante estos meses se sucedieron importantes problemas de orden público. Tuvieron lugar una oleada huelguista, en el contexto de una crisis económica cada vez más acentuada, y varios atentados terroristas de ETA y GRAPO. Finalmente, presionado por el monarca, Arias Navarro dimitió en julio de 1976.

El nuevo presidente del Gobierno debía ser elegido por el rey entre tres candidatos propuestos por el Consejo del Reino, dirigido por Fernández Miranda. El Gobierno presidido por Suárez promovió la aprobación de la Ley para la Reforma Política, aprobada el 18 de noviembre de 1976 como instrumento jurídico que permitió articular la transición hacia un sistema constitucional democrático y que establecía unas nuevas Cortes bicamerales. El Congreso sería elegido por sufragio universal. La ley fue aprobada por las Cortes franquistas en noviembre de 1976 y refrendada en referéndum el 15 de diciembre de 1976. El nuevo gobierno iba a conseguir desmantelar todas las estructuras políticas y sindicales del régimen anterior a instaurar la democracia en España: a partir de enero de 1977, el tema central del debate político fue la legalización de los partidos que deberían presentarse a los futuros comicios. Suárez preparó muy discretamente su legalización, el 9 de abril de 1977, en plena Semana Santa. Comenzaron a surgir numerosos partidos políticos: Alianza Popular, Unión de Centro Democrático (UCD), PSOE y PCE. También los partidos nacionalistas como el PNV y Esquerra Republicana de Catalunya, y Convergència i Unió en Cataluña. Finalmente, el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas que España había tenido desde 1936. La formación política ganadora fue la UCD, presidida por Suárez, seguida del PSOE, dirigido por el joven abogado Felipe González. Después, descolgados, quedaron el PCE, liderado por Carrillo, y Alianza Popular, partido fundado por Manuel Fraga. Los partidos nacionalistas ganaron las elecciones en Cataluña y el País Vasco.

Entre 1977 y 1979 predominó la política de acuerdos que permitió firmar el 25 de octubre de 1977 los Pactos de la Moncloa, acuerdos firmados por el gobierno y los representantes de los principales partidos de la oposición, que involucraban a la patronal y a los sindicatos. Los objetivos de estas Cortes fueron:

  • Elaborar una nueva Constitución a partir de la Ley de Reforma Política.
  • Construir el Estado de las Autonomías.
  • Gestionar una política económica.

Una vez aprobada la Constitución se disolvieron las Cortes y se convocaron nuevas elecciones que volvió a ganar la UCD. Se diseñó entonces el mapa autonómico y se desarrolló el Estado de las Autonomías. Se celebraron también en 1979 las primeras elecciones municipales democráticas. También se aprobó el Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Divorcio. España ingresó en la OTAN. La UCD, partido gobernante, entró en decadencia. En esta situación se produjo un intento de golpe de Estado, el 23 de febrero de 1981. Cerca de doscientos guardias civiles, dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero, irrumpieron en el Congreso de los Diputados. El general Jaime Milans del Bosch declaró el estado de guerra. Las elecciones generales de octubre de 1982 dieron un vuelco al panorama político español, con la victoria electoral arrolladora del PSOE, obteniendo la primera mayoría absoluta. Sus consecuencias se han considerado el punto final de la etapa de transición democrática iniciada en 1975.

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