La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1978)

BLOQUE 12.1: NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

Franco falleció el 20 de noviembre de 1975. El día 22 las Cortes franquistas proclamaban Rey a Juan Carlos de Borbón. Muy pocos confiaban en que pudiera traer un cambio democrático pacífico, puesto que se le veía como el continuador de Franco. Sin embargo, se transformaron las instituciones de la Dictadura, dando lugar a un sistema constitucional democrático pleno. Se iniciaba así la transición política, proceso considerado modélico por la manera pactada y no violenta en que se llevó a efecto, y que puso las bases de la España actual.

1. LAS FUERZAS POLÍTICAS AL INICIO DE LA TRANSICIÓN

A pesar de los esfuerzos del régimen franquista, no se pudo evitar el desarrollo de fuerzas opositoras. El franquismo se aglutinó en torno a Fuerza Nueva, dirigida por Blas Piñar. En mayo de 1977 aparecería Alianza Popular, grupo formado por asociaciones conservadoras dirigidas por antiguos ministros franquistas, como Manuel Fraga.

En cuanto al nacionalismo, en Cataluña era la Convergencia Democrática de Catalunya quien tenía más apoyos, mientras que en el País Vasco existía un enfrentamiento entre el PNV y los españolistas.

La izquierda se presentaba muy dividida. Estaba el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, que acabaría integrándose en el PSOE. Este último mantuvo luchas internas entre los viejos dirigentes y los jóvenes hasta 1974, cuando estos, dirigidos por Felipe González, se hicieron con el poder tras el Congreso de Suresnes (Francia). El Partido Comunista de España (PCE) había desempeñado la principal labor opositora. Dirigido por Santiago Carrillo, cambió su discurso al eurocomunismo, lo que significaba la aceptación de las vías democráticas. Esta estrategia le granjeó apoyos entre la intelectualidad, pero la ruptura con grupos de extrema izquierda. Fuerzas de extrema izquierda eran el FRAP o el GRAPO.

El sindicalismo seguía estando dirigido por CC.OO., aunque la UGT socialista comenzaba a recuperar influencia.

Cuando se preveía el final de la dictadura, las fuerzas de oposición se organizaron en asambleas. Las dos más importantes, dirigidas por los comunistas (Junta Democrática) y los socialistas (Plataforma de Convergencia Democrática), acabarían uniéndose en 1976 en la llamada “Platajunta”, donde se acordó la ruptura del franquismo por la vía democrática.

2. EL GOBIERNO CONTINUISTA DE ARIAS NAVARRO (NOVIEMBRE DE 1975 A JULIO DE 1976)

Los asesores del monarca, entre ellos Torcuato Fernández Miranda, tenían en mente realizar el cambio político. Para ello el rey confirmó a Arias Navarro como presidente del Gobierno y les impuso ministros reformistas como Fraga o Adolfo Suárez. Arias Navarro puso en marcha medidas “aperturistas” con las que pretendía lavar la cara al régimen. Se reconocieron derechos limitados de asociación y manifestación. Se suavizó la represión, se inició la reforma de las Cortes y se indultó a presos políticos.

A principios de 1976 una oleada de huelgas sacudió el país, en principio a causa de la crisis económica y del paro, pero con un trasfondo político claro (amnistía generalizada). La situación se hizo explosiva en el País Vasco con los atentados de ETA. En Montejurra, pistoleros carlistas de ultraderecha asesinaron a otros militantes del carlismo democrático. Tras esto, la imagen reformista del Gobierno quedó desacreditada. El rey decidiría en el verano de 1976 cesar a Arias Navarro.

3. EL PRIMER GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ (JULIO DE 1976 A JUNIO DE 1977)

El monarca nombró presidente a Adolfo Suárez, quien supo rodearse de aperturistas como Martín Villa o Leopoldo Calvo Sotelo.

Las manifestaciones a favor de la amnistía fueron respondidas con una actuación de la policía. Las Cortes aprobaban la reforma del Código Penal que permitiría la legalización de los partidos políticos y el Gobierno exponía su programa de gobierno hablando de soberanía popular, de régimen democrático y de respeto por las libertades.

En septiembre se presentó la Ley para la Reforma Política, pieza fundamental de la transición. El proyecto significaba el cambio hacia un sistema parlamentario basado en la soberanía popular, sufragio universal, bicameralismo… El texto fue aprobado por las Cortes, pero era necesaria que fuera ratificada mediante un referéndum nacional (diciembre de 1976). La participación fue masiva y el “sí” ganó por mayoría. A finales de 1976 se decretó la desaparición del Tribunal de Orden Público.

A comienzos de 1977 transcurren los meses más difíciles de la Transición motivado por los terroristas de la extrema derecha, del GRAPO y la ETA. El suceso más grave fue el asesinato de cinco abogados laboralistas del PCE en un despacho de la calle Atocha.

Suárez había iniciado los contactos con la oposición para la legalización de los partidos políticos, salvo el PCE, estaba claro que era necesario legalizar a los comunistas antes de las elecciones si se quería que éstas fueran aceptadas como legítimas. Suárez se entrevistó con Carrillo, quien se comprometió a aceptar a la monarquía a cambio de ser reconocidos como partido legal. El primero de abril el Gobierno decretó la disolución del Movimiento Nacional, y el día 9 se hizo pública la legalización del Partido Comunista. Días después se legalizaron las centrales sindicales. En mayo se produjo la renuncia a la corona por parte de don Juan de Borbón.

Ante las próximas elecciones de junio de 1977 las fuerzas políticas se fueron perfilando. En la derecha la Alianza Popular (AP) de Fraga representó a los nostálgicos de la dictadura. Suárez formó su propio partido, la Unión de Centro Democrático (UCD). En la izquierda, el PSOE llevaba la delantera al PCE. Las elecciones dieron el triunfo a la UCD seguida del PSOE. Nacionalistas catalanes y vascos y el PSP ocupan los escaños restantes. La UCD consiguió una mayoría para gobernar en solitario.

4. EL PRIMER GOBIERNO DEMOCRÁTICO DE SUÁREZ (VI/1977-III/1979). LA CONSTITUCIÓN DE 1978

La situación era tan crítica que el Gobierno propuso un pacto a todas las fuerzas. Los llamados Pactos de la Moncloa (25 de octubre de 1977) establecieron medidas económicas, políticas y sociales que involucraron a todas las fuerzas políticas, incluidos los sindicatos y la patronal. Estos Pactos resultaron fundamentales para que el Gobierno pudiera avanzar en las reformas democráticas.

Tras constituirse las nuevas Cortes, los grupos políticos coincidieron en la elaboración de una nueva Constitución. Se formó una Comisión Constitucional de 36 miembros y una Ponencia formada por representantes de todos los partidos políticos presentes en la Cámara con la excepción del PNV [Manuel Fraga (AP), Gabriel Cisneros (UCD)…] .

Los nacionalistas vascos y catalanes comenzaban a reclamar el restablecimiento de regímenes autonómicos. Ello dio lugar a finales de septiembre de 1977 al restablecimiento de la Generalitat. El 1 de enero de 1978 entró en vigor la preautonomía de Euskadi, y en marzo la de Galicia.

A pesar de los ataques que sufría el gobierno, la Ponencia, la Comisión y los Plenos aprobaron el proyecto constitucional el 31 de octubre de 1978. El 6 de diciembre de 1978 los españoles respaldaron en referéndum la nueva Constitución.

La actual Constitución es un texto largo (169 artículos repartidos en 11 títulos), que presenta las siguientes características:

  • Se reconoce la soberanía nacional.
  • Amplia declaración de derechos individuales y colectivos.
  • Se habla de la “indisoluble unidad de España”, que se hace compatible con el derecho a la autonomía.
  • Separación de poderes.
  • Monarquía parlamentaria con Juan Carlos I de Borbón como rey que pasaría a ser una figura simbólica sin poder político.
  • El Estado se declara aconfesional, pero no laico. Se ampara la libertad de cultos y se obliga a la colaboración con las confesiones religiosas.
  • El sistema económico será el de libre mercado.
  • Legislativo bicameral formado por un Congreso de los Diputados y un Senado, cámaras elegidas por el pueblo. Las Cortes designan al Presidente del Gobierno y lo pueden destituir (moción de censura).
  • El Ejecutivo recae en el presidente del Gobierno y en sus ministros. Dirigen la Administración y tiene la facultad de presentar proyectos.
  • El poder judicial recae en los tribunales de justicia, cuyos jueces son independientes y nombrados por el Consejo General del Poder Judicial. El Tribunal Constitucional velará por el cumplimiento de la legalidad.

La Constitución de 1978, actualmente en vigor, ha sido modificada una vez con motivo de la incorporación de España a la Unión Europea. En los años ’80 se aprobaron leyes como las leyes del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, la Ley del Divorcio, de Enjuiciamiento Criminal…

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