La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia

Introducción

Al acabar la dictadura franquista, comenzó el camino hacia la democracia. Este camino es conocido como la Transición. Se le llama así al periodo que va desde 1975 a 1978 y en el que se pasa de la dictadura a la democracia. En este proceso, el elemento fundamental fue la Constitución de 1978, que se hizo a través del consenso.

La Transición Española y la Constitución

La Transición Española fue posible gracias a diversos factores como el fracaso de la Segunda República, la propia dictadura franquista y el desarrollo de los años 60. También influyeron los países occidentales, que presionaron para que se implantara una democracia. En 1975 existían tres opciones para elegir cuál sería la línea política: el continuismo del régimen, la ruptura democrática y la reforma, que fue la elegida. Esta opción se llevó a cabo mediante el diálogo y el consenso desde dentro del régimen, participando el rey, Suárez y Fernández Miranda. Al final, se optó por una ruptura a través de procedimientos reformistas.

La primera dificultad que se encontraron tras la muerte de Franco fue la instauración de la monarquía y el tipo de gobierno que se iba a imponer. La instauración de la monarquía ocurrió en momentos de confusión, de crisis económica y con la Marcha Verde marroquí. Así que se optó por la reforma del sistema dictatorial desde dentro, controlada por el gobierno, donde su primer paso fue la Ley para la Reforma Política. El proceso fue el siguiente: primero, el rey jura su cargo en las Cortes y, como presidente, continúa Navarro con un gobierno continuista. Pero en 1976, el rey nombra como presidente de las Cortes a Torcuato Fernández Miranda para, posteriormente, forzar la dimisión de Navarro y elegir a Suárez como presidente del gobierno. El primer paso se dio cuando la clase política franquista se hizo el harakiri al apoyar en las Cortes franquistas la Ley para la Reforma Política, modificando la legalidad desde el interior del propio régimen. Esta ley establecía los derechos fundamentales de la persona, la convocatoria de elecciones, el Congreso y el Senado para elaborar una Constitución y un referéndum que aprobara la ley. Después de aprobarla mediante el referéndum, desaparecieron las instituciones franquistas. Así, Suárez terminaba la primera fase de la Transición.

También debemos mencionar que en los inicios hubo una serie de problemas que casi arruinan el proceso de democratización del país:

  • El terrorismo de extrema derecha, que al ver que se quedaba al margen, recurrió a la violencia para crear un clima de incertidumbre.
  • El terrorismo de extrema izquierda, que a causa de las acciones de la extrema derecha atentó para vengarse de sus acciones y de la represión de las fuerzas de seguridad.
  • El terrorismo del nacionalismo vasco: ETA seguía matando indiscriminadamente y este hecho favoreció la aparición de los GAL, un grupo de sicarios pagados por el Estado para matar a etarras.

El efecto de la crisis económica influyó en el desarrollo político, provocando una serie de huelgas. Los militares permanecieron expectantes, pero se oponían al nuevo Estado y a las reivindicaciones de los nacionalistas. Todos estos problemas pusieron en peligro la Transición, pero tres factores la salvaron: la voluntad democrática de los españoles, la actitud de los partidos de la oposición y la actuación del gobierno. Esto explica la rapidez con la que se legalizó al Partido Comunista de España (PCE), la convocatoria a elecciones generales y los Pactos de la Moncloa, donde Suárez aprovechó que era Semana Santa para legalizar al PCE. Después se celebraron las elecciones de junio de 1977, donde ningún partido consiguió la mayoría absoluta y, a través del consenso, pactaron todos los acuerdos. Al terminar las elecciones se impuso la idea de borrar el pasado para hacer más fácil la reconciliación. Suárez formó gobierno y se enfrentó a la crisis económica, que solucionó con los Pactos de la Moncloa, y a la creación de una Constitución, que se aprobó mediante referéndum.

La Constitución de 1978

La Constitución de 1978 es una ley pactada, consensuada y no partidista, estableciendo como forma de Estado la monarquía parlamentaria. Esta Constitución reúne elementos de todas las constituciones anteriores. La idea del gobierno de UCD era presentar un proyecto breve y elaborado en muy poco tiempo, pero al final resultó uno largo porque el PSOE y el PCE querían que incluyera muchos derechos y libertades. Así, se creó una comisión constitucional que se encargaría de elaborar el proyecto. Al final, el proyecto fue aprobado por las Cámaras. El Estado se basa en los principios de igualdad, libertad y pluralismo político, donde la forma de Estado es la monarquía parlamentaria con la intervención del Estado en la economía, donde el rey tiene un papel simbólico y arbitral y las Cortes Generales son establecidas como un modelo bicameral.

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