INTRODUCCIÓN
La consolidación democrática llegará a España a partir de 1978. Tras la muerte de Franco, la sustitución de Arias Navarro en la jefatura del Gobierno por Adolfo Suárez, hará posible el inicio del proceso democratizador desde las propias instituciones del Régimen. La Ley para la Reforma Política será completada con la legalización de todos los partidos políticos, incluido el PCE, que se presentarán, junto a otros de nuevo cuño, a las primeras elecciones generales celebradas desde la Guerra Civil Española.
A pesar del triunfo de la UCD, se organiza una comisión de ponentes, representantes de todas las fuerzas presentes en Cortes, a excepción de los nacionalistas vascos, (los padres de la Constitución) que tenían representación en Cortes. Se inicia así la llamada política de consenso, que consistía en resolver las cuestiones claves para la construcción de la democracia y los problemas que se planteaban mediante la negociación y el acuerdo entre las fuerzas políticas.
En este contexto de colaboración se firman los Pactos de la Moncloa (octubre de 1977) para intentar hacer frente a la crisis económica y garantizar la estabilidad social.
La Constitución se refrendará el 6 de diciembre de 1978, adoptando un carácter progresista, aunque presentará cierta ambigüedad, producto del consenso, para permitir su desarrollo legislativo tanto por la derecha como por la izquierda.
El texto constitucional es sometido a referéndum el 6 de diciembre de 1978.
La Constitución Española de 1978
Define España como un “Estado social y democrático de Derecho” organizado como una monarquía parlamentaria. El rey, como jefe del Estado, arbitra entre las diferentes instituciones, sin tener poder ejecutivo.
Se garantiza la división y separación de los tres poderes del Estado:
- El legislativo correspondería a las Cortes Bicamerales (Congreso de los Diputados y Senado) elegidos por sufragio universal, directo y secreto para un mandato de cuatro años.
- El ejecutivo recaería en el Gobierno, integrado por el presidente (elegido por el Congreso) y sus ministros.
- Y el judicial a los jueces y magistrados, coordinados en última instancia por el Tribunal Supremo.
El texto fija el carácter aconfesional del Estado, deroga la pena de muerte y recoge una amplia declaración de derechos y libertades fundamentales.
Así mismo, establece el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones. Y reconoce como lengua oficial del Estado el castellano, además de las lenguas propias en las respectivas Comunidades Autónomas. Previamente a la aprobación de la Constitución, se había reconocido gobiernos preautonómicos a Cataluña (septiembre de 1977) al País Vasco (enero de 1978) y a Galicia (marzo de 1978).
El Estado de las Autonomías
A partir de 1983 todas las Comunidades Autónomas poseerán su Estatuto de Autonomía a través de los cuales se repartían con el Gobierno Central gran parte de las competencias políticas y administrativas. Las diferentes vías para acceder a la autonomía son:
- Acogiéndose al artículo 151 de la Constitución (vía rápida).
- Acogiéndose al artículo 143 (vía lenta).
La Unión de Centro Democrático (UCD)
La UCD (Unión de Centro Democrático), se crea en vísperas de las primeras elecciones generales. Es un grupo político que se crea desde el poder encabezado por el entonces presidente del Gobierno Adolfo Suárez. Es un partido heterogéneo (liberales, socialdemócratas y democristianos), que conseguirá convencer a millones de ciudadanos con un proyecto alejado de cualquier extremismo político.
Tras alcanzar el poder, liderará la redacción del texto constitucional ya comentado.
Conseguirá llevar adelante una política de consenso para afrontar los problemas más graves. Un ejemplo de ello son los Pactos de la Moncloa.
Tuvo que hacer frente a la enorme tensión provocada por la escalada terrorista (ETA, FRAP y GRAPO), que alimentaba las proclamas antidemocráticas del búnker y fomentaba el golpismo en el seno de las Fuerzas Armadas.
La UCD, con Suárez a la cabeza, consigue rentabilizar su imagen como promotor de la reforma pacífica de la dictadura y consigue un nuevo triunfo electoral en las elecciones generales de marzo de 1979. Sin embargo este éxito no se repitió en las Elecciones Municipales de ese mismo año (abril de 1979), donde consiguieron la victoria las candidaturas socialistas.
Poco a poco, el partido sufrirá un duro desgaste, principalmente debido al proceso descentralizador (oposición de parte del ejército) y la propia división interna en el seno del partido (falta de consenso en temas como el de la ley del divorcio, educación, la conveniencia del ingreso de España en la OTAN o la necesidad de generalizar el estado de las autonomías a todas las regiones. Su liderazgo era cada vez más contestado por los llamados “barones de la UCD”). En las primeras elecciones autonómicas en el País vasco y Cataluña (1980) la UCD perdió la mitad de los votos conseguidos el año anterior.
La oposición ganó fuerza y se benefició del malestar social y político. En mayo de 1980 el Gobierno se vio sometido a una moción de censura presentada por el PSOE, que ganó Adolfo Suárez con escaso margen.
Poco después, en enero de 1981 Suárez dimite. Parte del Ejército apoyado por fuerzas de la extrema derecha intentan llevar a cabo un golpe de estado (argumentando el “estado de necesidad” en que se encontraba España: carencia de un liderazgo claro, descomposición autonómica, crisis económica, y terrorismo) el día de la investidura del nuevo presidente de gobierno: Leopoldo Calvo Sotelo (23 de febrero de 1981). Tras más de 14 horas de secuestro, los militares abandonan el Parlamento tras el decisivo discurso del rey desautorizando a los golpistas y ordenando al ejército que respetara el orden constitucional. Los días posteriores, las calles de España protagonizaron multitudinarias manifestaciones en apoyo de la democracia.
El Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo
En el nuevo gobierno de la UCD, presidido por Calvo Sotelo:
- Se aprobará la Ley del Divorcio (abril de 1981)
- Se solicitará el ingreso de España a la OTAN (30 de mayo de 1982)
- Agosto de 1982 LORAFNA
- No conseguirá frenar el declive del partido y convocará nuevas elecciones para octubre de 1982.
El Triunfo del PSOE
El triunfo del PSOE marcará el final del proceso de transición y permitirá la consolidación del régimen democrático. Por primera vez, desde la II República, asistiremos a un gobierno de izquierdas.
En las elecciones generales de octubre de 1982, el PSOE (Felipe González) consigue la mayoría absoluta (lema: vota por el cambio). El segundo partido, Alianza Popular (Manuel Fraga Iribarne) consigue la mitad de votos.
El PSOE se mantendrá en el poder durante 4 legislaturas, de 1982 a 1996.