La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia

1. INTRODUCCIÓN

El triunfo del bando sublevado en la guerra civil española en 1939 llevó a una larga dictadura bajo el liderazgo de Francisco Franco, quien consolidó su régimen durante la guerra.

La dictadura, disfrazada bajo instituciones aparentemente democráticas, mantuvo su autoritarismo y totalitarismo hasta los años 60. Sin embargo, cambios en la política económica y el contexto internacional llevaron a una apertura del régimen, lo que eventualmente condujo a la transición a la democracia tras la muerte de Franco en 1975.

2. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS

El régimen franquista, liderado por Franco tras la Guerra Civil, se apoyó en una serie de pilares ideológicos para mantener su autoridad. La Falange, un movimiento político de corte fascista, proporcionó a Franco una base de apoyo inicial, aunque su adhesión nunca fue total. El catolicismo desempeñó un papel crucial, siendo Franco un ferviente católico que promovió una mentalidad nacional-católica radical. Esta alianza entre la Iglesia y el Estado consolidó el llamado Nacional-catolicismo, que influyó en la educación, la cultura y las costumbres de la sociedad española.


El militarismo fue otro pilar fundamental del régimen, con Franco considerando al ejército como el núcleo de la esencia nacional y utilizando su fuerza para mantener el orden público y reprimir cualquier disidencia. El nacionalismo centralista también fue importante, con Franco defendiendo una España unida y rechazando las demandas de autonomía de regiones como Cataluña y el País Vasco.

El nacionalsindicalismo, representado por el sindicato vertical controlado por el Estado, buscaba eliminar la lucha de clases y promover la colaboración entre obreros y empresarios dentro de una estructura corporativa. Sin embargo, esto se tradujo en la supresión de derechos laborales básicos y en una represión generalizada contra cualquier forma de oposición.

Este conjunto de ideologías conformó lo que el régimen franquista llamó»democracia orgánic», un sistema político en el que la participación ciudadana se canalizaba a través de instituciones controladas por el Estado en lugar de elecciones libres. Así, la representación política recaía en entidades sociales como la familia, el municipio y el sindicato, en lugar de en los individuos.

Este sistema autoritario se mantuvo durante décadas, con Franco acumulando todo el poder y respondiendo solo»ante Dios y ante la Histori». Su régimen, caracterizado por la represión y la falta de libertades civiles, se sostuvo mediante la combinación de coerción, propaganda y la cooptación de ciertos sectores de la sociedad, como los terratenientes, los empresarios y las clases medias que se beneficiaron del desarrollo económico.

3. BASES SOCIALES

Durante la posguerra, la represión eliminó a los opositores al régimen, estableciendo un clima de miedo y silencio que permeó en la sociedad, especialmente en las nuevas generaciones educadas bajo principios franquistas.

Los pilares de apoyo del régimen fueron diversos:

– El Ejército, desde la adolescencia de Franco, se convirtió en una pieza clave, proporcionando la fuerza para el control social a través de militares y la guardia civil.


– La Iglesia católica, al considerar el golpe como una cruzada contra la República, obtuvo poder, influencia y control en diversos aspectos de la vida española, desde la educación hasta la censura y la vida social.

– El partido único, surgido de la unión de Falange, Tradicionalistas, las JONS y monárquicos, tuvo un papel fundamental en la primera década, aunque perdió relevancia en los años posteriores.

– Sectores como terratenientes, grandes empresarios, pequeñas burguesías provincianas y el campesinado católico del centro y norte, apoyaron activamente el nuevo régimen, sintiéndose beneficiados respecto a la política republicana.

– En los años sesenta, el régimen amplió su base social, atrayendo a las clases medias dispuestas a aceptar restricciones políticas a cambio de estabilidad económica, así como a obreros»apolítico» contratados en nuevas industrias, pequeñas burguesías beneficiadas por el proteccionismo oficial y colectivos de funcionarios que encontraron oportunidades de promoción en un Estado cada vez más burocratizado.

4. INSTITUCIONALIZACIÓN DEL RÉGIMEN

El régimen franquista se sustentó en una estructura política caracterizada por la ausencia de una constitución formal, en su lugar se promulgaron varias Leyes Fundamentales que consolidaron la normativa para el funcionamiento del Estado, otorgando una apariencia de legalidad al régimen dictatorial.

Franco concentró todos los poderes en su persona, ejerciendo roles como Jefe del Estado, del ejército, presidente del gobierno y líder del partido único. Las Cortes tenían un papel meramente consultivo, mientras que el gobierno era designado directamente por Franco y los jueces dependían del dictador.

El Movimiento Nacional fue la única opción política permitida, bajo la dirección de Franco, y su inscripción era obligatoria para participar en la vida política. Además de servir como plataforma política, tenía una función de formación y adoctrinamiento de las masas.


4.1. LAS LEYES FUNDAMENTALES

El régimen franquista se apoyó en un conjunto de leyes llamadas Leyes Fundamentales, que regulaban las instituciones y los derechos de los españoles, aunque sin otorgar legitimidad democrática al régimen. Algunas de estas leyes incluyeron:

– El Fuero del Trabajo (1938), que estableció los fundamentos económicos del estado, prohibiendo la acción sindical y la huelga, y creando un sindicato vertical único.

– La Ley Constitutiva de las Cortes (1942), que otorgaba una apariencia participativa al régimen, aunque la mitad de los diputados eran designados por el dictador y la otra mitad por altas jerarquías afines.

– El Fuero de los Españoles (1945), que enumeraba los derechos de los ciudadanos, aunque podían ser suspendidos por el gobierno.

– La Ley de Referéndum Nacional (1945), que permitía convocar referendos, aunque solo por decisión de Franco.

– La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947), que estableció un sistema sucesorio sin usar la palabra»monarquí», designando como sucesor a Juan Carlos de Borbón.

– La Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958), que consolidó a Falange como partido único y estableció los cauces de participación política a través de la»democracia orgánic».

– La Ley Orgánica del Estado (1966), que intentó adaptarse a los nuevos tiempos, separando los cargos del jefe del estado y presidente del gobierno, y permitiendo la elección de un tercio de las Cortes por sufragio, aunque con candidatos del partido único.

Estas leyes, aunque pretendían dar una apariencia de legalidad y participación, en realidad mantenían el control del poder en manos de Franco y su régimen dictatorial.

5. EVOLUCIÓN POLÍTICA

**FASE TOTALITARIA (1939-1959):**

Durante los primeros años del régimen franquista, se estableció una etapa conocida como»totalitari»,


caracterizada por la consolidación del poder de Franco y la preponderancia de la Falange como fuerza política dominante. Tras la victoria en la Guerra Civil, el país se encontraba devastado, con una economía en ruinas y una sociedad profundamente dividida. En este contexto, Franco impuso una dura represión sobre los opositores al régimen, eliminando cualquier forma de disidencia y estableciendo un sistema de control basado en el miedo y el silencio.

El Movimiento Nacional, creado como partido único en 1937, incorporó la mayoría de los principios de Falange, adoptando una estructura similar a la de los regímenes totalitarios de la época. Bajo el liderazgo de figuras como Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco y destacado falangista, se buscó instaurar un Estado autoritario y centralizado, basado en la figura del»Caudill». Sin embargo, la preeminencia de los falangistas dentro del régimen no duraría mucho, ya que otros sectores, como los militares, monárquicos, tradicionalistas y la Iglesia, no aceptaron su predominio y presionaron para limitar su influencia.

A partir de 1941, Franco realizó una serie de reformas para contrarrestar el poder de la Falange,

remodelando el gobierno y promulgando nuevas leyes que redujeron su protagonismo en la vida política. La Ley de Cortes, por ejemplo, limitaba la importancia del Movimiento Nacional al establecer un órgano consultivo con escasa relevancia real. Además, la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial marcó un cambio en la orientación del régimen, que buscó renovar su imagen hacia el exterior y distanciarse del fascismo.

En los años 50, Franco introdujo una cierta apertura política con la denominada «Democracia Orgánica», que permitía una participación limitada en la vida política a través de la elección de representantes en los municipios, sindicatos y otras organizaciones afines al régimen. Sin embargo, esta apertura estuvo siempre controlada por el Estado, que mantuvo un estricto control sobre cualquier forma de disidencia o pluralismo político.

A nivel internacional, los Pactos de Madrid firmados con Estados Unidos en 1953 aseguraron la supervivencia del régimen franquista al proporcionar apoyo económico y militar a cambio de la instalación 


de bases militares en suelo español.

fomentó la industria nacional, especialmente en sectores estratégicos. Sin embargo, esta política provocó escasez y dificultades económicas para la población, que se vio obligada a recurrir al mercado negro para satisfacer sus necesidades básicas.

5.2. FASE TECNÓCRATA (1959-1970)

Durante este periodo, el franquismo experimentó una importante transformación con la inclusión de tecnócratas en el gobierno, muchos de ellos vinculados al Opus Dei, que aportaron su expertise en áreas como la economía y el derecho. Esto condujo a una modernización acelerada de la economía y la sociedad española, especialmente tras la implementación del Plan de Estabilización de 1959. Este plan, basado en medidas como el recorte del gasto público, la devaluación de la peseta y la apertura económica al liberalismo, generó efectos inmediatos, incluida una fuerte emigración hacia zonas industriales y otros países europeos.

Los Planes de Desarrollo entre 1962 y 1975 impulsaron la producción industrial, destacando la industria automotriz con empresas como SEAT y Renault. Sin embargo, España aún dependía de importaciones, financiadas en parte por los ingresos del turismo, que se potenciaron considerablemente en los años 60.

A nivel político, se introdujeron algunas reformas moderadas, como la Ley de Bases de la Seguridad Social en 1963, la Ley de Prensa en 1966 que eliminaba la censura previa y permitía cierta libertad de expresión, y la Ley de Libertad Religiosa en 1967 que autorizaba el culto público de otras religiones. La Ley Orgánica del Estado de 1966 separó las funciones del Jefe del Estado y del Presidente del Gobierno, y estableció que un tercio de los diputados serían elegidos por sufragio de los cabezas de familia y las mujeres casadas.

A pesar de estas medidas, el régimen mantenía un estricto control sobre la sociedad, como evidencia la existencia del Tribunal de Orden Público (TOP) establecido en 1962. En 1969, Franco designó a Juan Carlos como su sucesor, preparando el terreno para la transición hacia la monarquía.


5.3. FASE DE DESCOMPOSICIÓN DEL RÉGIMEN (1970-1975)

El año 1972 marcó un hito en la historia del franquismo, ya que Franco, a sus 80 años y con una salud deteriorada, comenzó a delegar cada vez más poder en su hombre de confianza, Luis Carrero Blanco, quien fue nombrado Presidente del Gobierno en 1973. Sin embargo, este periodo estuvo marcado por la crisis económica internacional, el aumento de la presión de los grupos opositores, como el PCE y la Plataforma de Convergencia Democrática, y la disminución de la capacidad de Franco para gobernar.

El asesinato de Carrero Blanco por parte de ETA a finales de 1973 aceleró la descomposición del régimen, ya que Franco ya no podía hacerse cargo de las tareas políticas. El nuevo presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, intentó iniciar una vía para la legalización de asociaciones políticas y un limitado pluralismo político, pero la oposición de los sectores inmovilistas y de la ultraderecha bloqueó cualquier intento en este sentido.

A esta situación se sumaron casos de corrupción, como el caso Malatesta, el desorden público en las calles y el terrorismo de grupos como ETA, FRAP y GRAPO. La represión se intensificó y en 1974-75, con el régimen en agonía, el gobierno ejecutó a Salvador Puig Antich mediante el garrote vil y firmó cinco sentencias de muerte, lo que provocó una condena internacional, incluso por parte del Vaticano.

Finalmente, el 20 de noviembre de 1975, Franco falleció, dejando abierto el interrogante sobre el futuro político de España y el destino del régimen franquista.

6. CONCLUSIÓN

Tras la Guerra Civil, Franco instaura una dictadura militar en España de más de 40 años

basada en la represión y eliminación política del enemigo. El régimen evolucionó pero nunca perdió su carácter autoritario. A pesar de los intentos del régimen de mantener el control, el desarrollo económico de los años 60 no pudo ocultar las demandas de la sociedad por un cambio hacia la democracia, que vino tras la muerte del dictador en 1975.


1. INTRODUCCIÓN 2

2. DE LA MUERTE DE FRANCO AL GOBIERNO DE SUÁREZ 2

3. EL GOBIERNO DE SUÁREZ Y LA LEY DE REFORMA POLÍTICA 3

4. LAS ELECCIONES DEL 77 Y LOS PACTOS DE LA MONCLOA 4

5. LA CONSTITUCIÓN DE 1978 6

6. CONCLUSIÓN 8

1. INTRODUCCIÓN

El desarrollismo económico del régimen franquista en los años 60 llevó a una mejora de la

calidad de vida y a su vez la pérdida de su apoyo social. Con la muerte de Franco comenzó la transición a la democracia, siendo impulsada por las nuevas clases medias y altas interesadas en un cambio de régimen a pesar de la resistencia franquista, consolidándose con la proclamación de la constitución el 6 de diciembre de 1978.

2. DE LA MUERTE DE FRANCO AL GOBIERNO DE SUÁREZ

La transición política en España se refiere al proceso de desmantelamiento del régimen franquista y su sustitución por un sistema democrático. Formalmente, comenzó con la muerte de Franco en noviembre de 1975 y culminó con la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978. Sin embargo, algunos consideran que su inicio puede adelantarse a 1969 con la Ley de Sucesión o a 1973 con el asesinato de Carrero Blanco.

Tras la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado Jefe del Estado, y el gobierno liderado por Arias Navarro no logró implementar reformas democráticas significativas. La oposición, encabezada por la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática, demandaba un gobierno provisional que convocara elecciones y garantizara libertades políticas y sindicales.

Las movilizaciones populares, marcadas por huelgas y manifestaciones, ejercieron presión sobre el gobierno.


En marzo de 1976, una huelga general en Vitoria terminó trágicamente con la muerte de cinco personas a manos de la policía. El verano del 76 evidenció la división en el seno del franquismo, entre los inmovilistas que se oponían a cualquier reforma y aquellos que buscaban una vía de cambio desde dentro del sistema.

3. EL GOBIERNO DE SUÁREZ Y LA LEY DE REFORMA POLÍTICA

La transición política en España experimentó un cambio significativo con la llegada de Adolfo Suárez al poder en junio de 1976, sucediendo a Arias Navarro. Suárez, un político joven que conectaba con los deseos de reforma de Juan Carlos I, introdujo una serie de medidas que marcaron el inicio de la democratización del país. Entre ellas, se destacan la mayor tolerancia en las manifestaciones, los contactos con la oposición y la aprobación de una amnistía limitada.

En septiembre de 1976, Suárez presentó el proyecto de Ley de Reforma Política (LRP), que proclamaba la democracia como forma de gobierno y preveía la transformación de las Cortes franquistas en un Congreso y un Senado elegidos por sufragio universal. Esta reforma buscaba recuperar la soberanía popular, establecer un sistema pluripartidista y garantizar los derechos fundamentales.

La LRP recibió el apoyo del Rey, la presión de la opinión pública y la aceptación de importantes sectores políticos y sociales, así como el respaldo de potencias occidentales. A pesar de las dificultades y las actividades terroristas que amenazaban con una involución, la Ley fue aprobada en referéndum en diciembre de 1976 con una amplia mayoría.

Tras la legalización del Partido Comunista Español (PCE) en abril de 1977, se fueron configurando los distintos partidos políticos que participarían en las primeras elecciones democráticas de 1977. Destacan la Alianza Popular de Fraga, la Unión de Centro Democrático liderada por Suárez, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), así como grupos regionales como el Pacte Démocratic per Catalunya en Cataluña y el PNV en el País Vasco.



4. LAS ELECCIONES DEL 77 Y LOS PACTOS DE LA MONCLOA

Las elecciones legislativas de junio de 1977 marcaron un hito en la historia política española, con la Unión de Centro Democrático (UCD) liderada por Adolfo Suárez como vencedora.

El PSOE, liderado por Felipe González y Alfonso Guerra, emergió como la principal fuerza de la izquierda, mientras que Alianza Popular, antecedente del actual Partido Popular, obtuvo resultados decepcionantes debido a su asociación percibida con el franquismo. El Partido Comunista Español (PCE), a pesar de su histórica lucha contra la dictadura, no alcanzó las expectativas.

El nuevo gobierno tuvo que hacer frente a una grave crisis económica, agravada por la crisis del petróleo de 1973. La inflación estaba descontrolada, había una fuga de capitales y las organizaciones obreras mantenían altos niveles de protesta. Consciente de la urgencia de la situación, el gobierno firmó los Pactos de la Moncloa el 25 de octubre de 1977, un conjunto de acuerdos políticos y económicos con los principales partidos políticos y el sindicato Comisiones Obreras. Estos pactos incluyeron reformas significativas, como la supresión de la censura previa, la aprobación de derechos de reunión y libertad de expresión, la reforma de las fuerzas del orden público, así como medidas económicas para controlar la inflación y reformas tributarias.

Los Pactos de la Moncloa contribuyeron a mejorar la economía española, aunque fueron objeto de críticas por parte de algunos sectores de la izquierda. A pesar de que las Cortes no se convocaron como constituyentes,

se formó una Comisión de Asuntos Constitucionales para redactar un texto constitucional consensuado, con representantes de diversos partidos políticos y nacionalistas catalanes. Este proceso sentó las bases para la redacción de la Constitución española de 1978, que finalmente fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de ese año.

5. LA CONSTITUCIÓN DE 1978

La Constitución española de 1978 fue el resultado de un proceso de negociación y consenso que reflejó las aspiraciones de una España que transitaba hacia la democracia.


Aprobada por las Cortes Generales el 31 de octubre de 1978 y refrendada por la ciudadanía en referéndum el 6 de diciembre del mismo año, este documento estableció las bases para la nueva etapa democrática del país.

Entre sus aspectos más destacados, el título preliminar definió a España como un «Estado social y democrático de Derecho», donde la soberanía nacional reside en el pueblo español y se establece la monarquía parlamentaria como forma política del Estado. El título I abordó los derechos y libertades fundamentales, incluyendo la aconfesionalidad del Estado y una amplia declaración de derechos civiles y políticos, así como económicos y sociales.

El título II delineó el papel de la Corona como institución parlamentaria, moderadora y arbitral, con funciones principalmente representativas y simbólicas. El título III estableció las Cortes Generales como el poder legislativo, con un Congreso y un Senado como cámaras representativas, y destacó la importancia de las leyes orgánicas que requerían mayoría absoluta para su aprobación.

El título IV abordó el poder ejecutivo, con el gobierno como responsable de la función ejecutiva, y el título V ordenó las relaciones entre el gobierno y las Cortes. El poder judicial fue tratado en el título VI, enfatizando la independencia de los jueces y magistrados.

La organización territorial del Estado, tema sensible en España, se abordó en el título VIII, reconociendo y protegiendo el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que integran la nación española. Este título estableció las comunidades autónomas y sus competencias, buscando satisfacer las demandas de los nacionalismos históricos y responder al sentimiento descentralizador.

Finalmente, los títulos IX y X establecieron la formación y función del Tribunal Constitucional y los procedimientos para la reforma constitucional, completando así el marco jurídico fundamental de la democracia española.

Aunque la redacción de la Constitución implicó debates intensos y negociaciones complejas sobre diversos temas, logró conciliar diferentes intereses y visiones para sentar las bases de un sistema político democrático y pluralista en España.


6. CONCLUSIÓN

La Transición Española y la Constitución de 1978 representan un capítulo fundamental en

la historia de España, inaugurando un periodo democrático en España, respaldado por el

consenso político y la transformación social. Aunque se discuten reformas, como la del Senado o la sucesión monárquica, el legado de la Transición sigue siendo evidente, marcando el fin de la dictadura franquista y estableciendo los cimientos de una sociedad democrática diversa en España.

1. INTRODUCCIÓN 1

2. DE UCD AL PSOE 2

2.1. EL 23 FEBRERO 1981 (23F) 3

3. EL GOBIERNO DEL PSOE (1982-1996) 4

4. LOS GOBIERNOS DEL PARTIDO POPULAR (PP) 1996-2004 6

5. 2004-ACTUALIDAD. 8

5. CONCLUSIÓN 9

1. INTRODUCCIÓN

La democracia en España se establece con la Constitución de 1978, a pesar de la crisis

económica y las secuelas de la Guerra Civil.Tras el intento de golpe de Estado en 1981, la democracia se consolida definitivamente con el ascenso al poder del PSOE de Felipe Gonzálezen 1982. Desde entonces, el régimen político democrático se fortalece, con una alternancia normalizada entre los dos principales partidos políticos, mientras que a nivel económico experimenta un significativo crecimiento, modernizando la sociedad española.

2. DE UCD AL PSOE

El periodo posterior a la aprobación de la Constitución de 1978 estuvo marcado por una serie de eventos políticos y sociales que pusieron a prueba la estabilidad del sistema democrático español.


 Las elecciones legislativas de 1979, que dieron la victoria a UCD pero sin mayoría absoluta, reflejaron un cambio en la dinámica política, con un desencanto creciente y un mayor protagonismo de los medios de comunicación.

La crisis económica, agravada por la subida de los precios del petróleo en 1979, generó un clima de descontento social debido al aumento del desempleo y la conflictividad laboral. Además, surgieron tensiones en torno al problema autonómico, especialmente en las regiones que no tenían experiencia previa en autogobierno.

El referéndum autonómico en Andalucía en febrero de 1980 provocó divisiones dentro de UCD y una derrota para el partido, lo que fortaleció al PSOE. Las diferencias personales e ideológicas dentro de la coalición gobernante se agudizaron, y la creciente tensión social y el terrorismo alimentaron el golpismo, como se evidenció en el fracaso de la denominada Operación Galaxia.

El voto de censura presentado por el PSOE en mayo de 1980 contra el gobierno de Suárez fue un punto de inflexión, ya que, al ser un voto de censura «constructivo», permitió que Felipe González emergiera como el principal beneficiado. Finalmente, el declive político de Suárez culminó con su dimisión el 29 de enero de 1981.

Estos eventos marcaron el fin de una era política en España y pusieron de manifiesto los desafíos y tensiones inherentes al proceso de transición democrática.

2.1. EL 23 FEBRERO 1981 (23F)

Durante la transición española, el papel del ejército era visto con cierta preocupación debido a su historia durante la guerra civil y su papel como pilar del franquismo. Sin embargo, hubo esfuerzos por parte de los primeros gobiernos democráticos para alejar a los militares de la política y modernizar las fuerzas armadas, liderados en gran parte por el general Gutiérrez Mellado.

Sin embargo, a finales de 1980, el gobierno de Suárez estaba sumido en una crisis que propició una conspiración militar.


El 23 de febrero de 1981, durante la votación para la candidatura de Leopoldo Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno en el Congreso, un grupo de guardias civiles liderados por el teniente-coronel Antonio Tejero asaltó la sede parlamentaria en un intento de golpe de Estado.

Aunque la conspiración incluía planes para levantamientos en varias unidades militares, solo el Capitán General de Valencia, Jaime Milans del Bosch, desplegó tanques en las calles. Sin embargo, la rápida y decisiva intervención del Rey Juan Carlos I, quien se pronunció en contra del golpe por televisión, junto con la lealtad de importantes mandos militares a la legalidad constitucional, contribuyeron al fracaso del golpe.

El intento de golpe de Estado fue ampliamente condenado por la opinión pública y tuvo varias consecuencias importantes. En primer lugar, desacreditó cualquier intento futuro de golpe militar y fortaleció la figura del Rey como garante de la democracia. Además, facilitó la victoria del Partido Socialista en las elecciones generales del año siguiente, mostrando el rechazo popular a cualquier amenaza contra la democracia.

3. EL GOBIERNO DEL PSOE (1982-1996)

La presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo, sucediendo a Suárez en un momento crítico tras el intento de golpe de Estado, estuvo marcada por varios factores que contribuyeron al deterioro de la situación política en España.

La desunión dentro del partido gobernante, UCD, fue un problema constante, con constantes fugas de militantes y parlamentarios que minaron la estabilidad del gobierno.

Además, sucesos como el envenenamiento por el aceite de colza socavaron la confianza pública en la gestión del gobierno.

La decisión de ingresar en la OTAN fue otro factor que generó controversia y alimentó la percepción de derechización del gobierno, lo que favoreció la posición del PSOE en las elecciones.

La discusión y enfrentamientos internos dentro de UCD sobre leyes como la del divorcio, las televisiones privadas y la autonomía universitaria también contribuyeron al desgaste del partido gobernante.


Ante este panorama, Calvo Sotelo anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones para octubre de 1982. En este contexto, el PSOE se encontraba en una posición privilegiada, capitalizando los descontentos sociales y ofreciendo una imagen de cohesión interna en contraste con la desunión de UCD. Su programa de campaña se centró en conceptos como la justicia, la libertad, la calidad de vida y el cambio.

Las elecciones de octubre de 1982 marcaron un cambio significativo en el panorama político español. El PSOE obtuvo una mayoría absoluta, lo que le permitió gobernar sin necesidad de pactar con otras fuerzas políticas. Esto provocó un desplome de UCD y un debilitamiento del PCE, que solo obtuvo cuatro diputados. Sin embargo, las mayorías absolutas también propiciaron el abuso de poder y limitaron el papel de control de las instituciones sobre el ejecutivo, aunque otorgaron estabilidad política a los gobiernos del PSOE.

3.1. REFORMAS POLÍTICAS

La política reformista del PSOE durante su mandato estuvo marcada por una serie de acciones significativas:

1. **Política económica de ajuste y reconversión industrial**: Ante problemas como la inflación, el déficit público y la deuda exterior, se implementó una política de ajuste que incluyó la congelación de salarios, la reducción de importaciones y la reconversión industrial en sectores clave como la metalurgia y el sector naval.

2. **Reforma fiscal progresiva**: Se llevó a cabo una reforma fiscal con el objetivo de que pagaran más impuestos aquellos con mayores ingresos, aumentando los impuestos sobre el trabajo y el patrimonio. Esto garantizó ingresos para el estado de bienestar y se equiparó la tributación española a la de la CEE con la introducción del IVA en 1986.

3. **Reforma del sistema educativo**: Se adaptó el sistema educativo a la Comunidad Europea y a la nueva realidad autonómica con leyes como la LODE y la LOGSE, que ampliaron la escolaridad obligatoria y pusieron en manos del Estado el control de los centros concertados.


4. **Democratización del Ejército**: Tras el intento de golpe de Estado de 1981, se impulsó la reforma y democratización del Ejército, reduciendo el número de oficiales, modernizando el armamento y supeditando el poder militar al civil.

5. **Referéndum sobre la permanencia en la OTAN**: Se celebró un referéndum en 1986 sobre la permanencia de España en la OTAN, en el que finalmente se decidió seguir formando parte de la organización militar.

6. **Incorporación a la Comunidad Económica Europea**: España se integró en la CEE en 1986, lo que implicó participar en proyectos europeos, apoyar la moneda única y participar en la creación del Banco Central Europeo.

A pesar de lograr mayorías electorales en 1986 y 1989, el último mandato del PSOE estuvo marcado por casos de corrupción, la crisis económica mundial y el escándalo del GAL, lo que contribuyó al desprestigio del gobierno socialista. Estos factores, junto con el desgaste de catorce años en el poder, propiciaron la victoria del Partido Popular en las elecciones de 1996.

4. LOS GOBIERNOS DEL PARTIDO POPULAR (PP) 1996-2004

El gobierno del Partido Popular (PP) liderado por José María Aznar, que comenzó en 1996, se enfrentó a una serie de desafíos y logros significativos durante sus dos legislaturas:

1. **Política económica y convergencia con la Unión Monetaria Europea (UEM)**: Se implementaron políticas de privatizaciones y liberalización de servicios públicos, así como acuerdos con los sindicatos para garantizar las pensiones y reformas laborales que redujeron el desempleo y la precariedad laboral. Estas medidas contribuyeron a cumplir los criterios de convergencia de Maastricht y a ingresar en el euro en 1999.

2. **Política antiterrorista**: El gobierno del PP enfrentó la amenaza constante de la banda terrorista ETA, destacando el secuestro de José Antonio Ortega Lara y el asesinato de

Miguel Ángel Blanco. Se mantuvo una acción policial y judicial contra ETA, aunque también se intentó una negociación que fracasó.


3. **Política internacional y seguridad**: Se destacan la abolición del servicio militar obligatorio, la Ley de Extranjería para regular la inmigración de manera más restrictiva, y la Ley Orgánica de Partidos Políticos para ilegalizar a aquellos que no condenaran la violencia terrorista. Además, España entró en la Unión Europea y adoptó el euro en 2002. Sin embargo, la participación en la invasión de Irak en 2003 sin el respaldo de la ONU generó controversia y críticas.

4. **Atentado del 11 de marzo de 2004 y cambio de gobierno**: El atentado terrorista en Madrid, tres días antes de las elecciones generales, que dejó 200 muertos y más de 1000 heridos, marcó el final del gobierno de José María Aznar. Las elecciones posteriores llevaron al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de José Luis Rodríguez Zapatero al poder.

El gobierno de Aznar fue significativo por su gestión económica, su política antiterrorista y su papel en la escena internacional, pero el atentado del 11 de marzo de 2004 y sus consecuencias políticas marcaron el fin de su mandato.

5. 2004-ACTUALIDAD.

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que abarcó desde 2004 hasta 2011, se caracterizó por una serie de reformas sociales significativas, como la aprobación de la ley de matrimonio igualitario y la ley de dependencia. También buscó un diálogo con la banda terrorista ETA, lo que culminó en el cese definitivo de la violencia en 2011. Sin embargo, su mandato estuvo marcado por la crisis económica de 2008, lo que llevó a la adopción de medidas de austeridad y reformas laborales que generaron críticas y protestas. En las elecciones de 2011, el Partido Popular liderado por Mariano Rajoy ganó, y Zapatero dejó la política activa.

Durante el mandato de Mariano Rajoy, que abarcó desde 2011 hasta 2018, se centró en la gestión de la crisis económica y la implementación de políticas de austeridad para reducir el déficit público. Estas medidas, como la reforma laboral y la subida del IVA, fueron controvertidas y generaron protestas.


El gobierno también tuvo que enfrentar la crisis catalana, con el intento de secesión de Cataluña y la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía catalana.

En 2018, Rajoy fue derrocado por una moción de censura presentada por el Partido Socialista liderado por Pedro Sánchez. Desde enero de 2020, el gobierno de coalición formado por el PSOE y Unidas Podemos ha adoptado varias medidas significativas, incluyendo una ley de eutanasia, una ley de educación, y reformas en el ámbito laboral como la derogación de la reforma laboral de 2012 y la aprobación de una ley de trabajo a distancia. Además, han implementado medidas para hacer frente a la pandemia de COVID-19, como un plan de vacunación masiva y ayudas económicas para empresas y trabajadores afectados por la crisis. A pesar de ello, España ha sido uno de los países más afectados por la pandemia en Europa.

5. CONCLUSIÓN

Durante la Transición política en España, a pesar de las dificultades como la crisis

económica y el terrorismo, se estableció un régimen democrático consolidado en la

Constitución de 1978. Las elecciones democráticas y el consenso entre las principales fuerzas políticas contribuyeron a consolidar este periodo, permitiendo la evolución y modernización delpaís, su integración en instituciones europeas, y la defensa del estado social y de derecho establecido en la constitución.

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