La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia

La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia

Podemos entender la transición como el periodo que abarca desde 1973, con la muerte de Carrero Blanco, hasta 1978 con la constitución. Aunque unas fechas más ajustadas nos marcarían su comienzo con la muerte de Franco en 1975, y su final con la victoria electoral del PSOE en 1982, asentando de forma definitiva el modelo democrático.

La Transición Política

Cuestiones Generales

La transición fue un proceso a través del cual el viejo régimen abandonó las características propias para ser sustituidas por otras instituciones que constituyen un nuevo régimen. Fue un fenómeno fundamentalmente político. Aflora la sociedad civil: Partidos políticos, movimientos sociales, etc. La sociedad se moviliza y participa.

La crisis del régimen anterior provocó que se abriera un proceso de liberalización. Se considerará terminada cuando queden consolidadas las bases institucionales del nuevo régimen. Transición vía transacción. Las fuerzas de la dictadura encauzan el desarrollo de esa transición. La transacción, el negocio de propuestas, necesita la colaboración y el pacto con las fuerzas de la oposición.

La única donde se instaura una monarquía. La monarquía no se cuestiona, obligando a abandonar por parte de la izquierda las esperanzas republicanas. Será el rey el que legitime a la monarquía más que la monarquía al rey.

La Reforma Política

Los primeros momentos del reinado de Juan Carlos I: el gobierno Arias Navarro (noviembre 1975-julio 1976): Tras la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, siguiendo el ordenamiento jurídico existente, Juan Carlos I ocupaba la Jefatura del Estado a título de Rey. El modelo de monarquía no garantizaba la democracia, sino la continuidad del sistema franquista. El primer gobierno de la monarquía parecía continuista, presidido por Arias Navarro. Las fuerzas de oposición pedían una “ruptura” con el sistema franquista, romper con la legalidad franquista y crear una democracia. Los sectores más aperturistas del gobierno buscaban una reforma paulatina, veían como única salida viable una reforma en profundidad de las instituciones y Leyes Fundamentales franquistas. Sería fundamental la colaboración del rey como Jefe del Estado, y como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Durante 1976 se irán produciendo numerosos incidentes al comenzar a desbordarse la dinámica social más deprisa de lo previsto. El gobierno se veía atacado por el “búnker”, el ala más dura del franquismo, a lo que se sumaría una de las mayores oleadas de huelgas de toda la transición. El gobierno de Arias Navarro era incapaz de satisfacer las necesidades y deseos de los ciudadanos. En julio de 1976, al no contar con la confianza del monarca, presentó su dimisión. El rey eligió como nuevo presidente del gobierno a Adolfo Suárez, que dejaba la Secretaría General del Movimiento.

El Gobierno Suárez y la Ley de Reforma Política: Desde el primer momento Suárez manifestó su intención de introducir cambios democráticos. Formó un gobierno de monárquicos y reformistas. El nuevo talante aperturista se notó en la amnistía de julio y en la libertad de actuación de los partidos de la oposición, aún ilegales. Santiago Carrillo, Secretario General del PCE, dará una conferencia de prensa, y el PSOE celebraba su primer Congreso en Madrid.

La primera gran medida será la aprobación de la llamada Ley para la Reforma Política (LRP) que modificaría las Leyes Fundamentales. Previamente, el 14 de julio, ya se había modificado el Código Penal para permitir la legalización de los partidos, salvo el PCE. Según la LRP, se devolvía la Soberanía al pueblo y la iniciativa de la reforma correspondería a unas nuevas Cortes elegidas democráticamente por sufragio universal. El voto a favor de las Cortes franquistas significaba el voto autoreformista. Meses después fue sometida a referéndum y aprobada por mayoría.

Terrorismo durante la Transición. El año clave: 1977.

El proceso se tendría que enfrentar a numerosos obstáculos de los grupos de extrema derecha como de extrema izquierda. La extrema derecha actuó con personas e intereses de izquierda (Guerrilleros de Cristo Rey, Alianza Apostólica Anticomunista, y el Batallón Vasco-Español); la izquierda estuvo representada por ETA, FRAP y el GRAPO. Durante ese mismo año hubo 12 atentados de ETA.

23 de enero. Muerte de un estudiante a manos de Guerrilleros de Cristo Rey 24 de enero. Secuestro del teniente general Villaescusa por el GRAPO. 24 de enero. Muestre de otro manifestante por el impacto de un bote de humo. 25 de enero. Asesinato de cinco abogados laboristas en su despacho de la calle Atocha por miembros de la ultraderecha. 28 de enero. Asesinato de dos policías nacionales y un guardia civil por el GRAPO. Para hacer real el proyecto de Reforma Política había que legalizar a todos los partidos políticos. El verdadero problema se presentaba ante la legalización del PCE, que era visto como la bestia negra por parte del bunker. Tras la disolución del Movimiento el 9 de abril, Sábado Santo, se hará pública la legalización del Partido Comunista. El 14 de abril este partido anunciara su renuncia a la alternativa republicana y aceptación de la bandera bicolor. Se presentaría a las elecciones para Cortes Constituyentes que se habían convocado a principios de 1977. A esta contienda electoral se presentaran numerosos partidos históricos el PCE, el PSOE, el PNV; y nuevos partidos como Alianza Popular, fundado por Fraga Iribarne, la UCD (Unión de Centro Democrático) creada por Suarez, Eueskadiko Ezkerra y la UDC ( Unidad Democrática Catalana) o CIU.Fue un tiempo de profunda conflictividad laboral debido a la crisis de 1973. Para evitarla los representantes de los partidos políticos, sindicatos y patronal firmaron los llamados “Pactos de la Moncloa”. El ministro de Economía, Fuentes Quintana, buscaba solución pactada de los problemas económicos, sociales y políticos. Las medidas tomadas atajaron inmediatamente la inflación y pusieron un cierto orden al caos económico, y sobre todo laboral existente hasta el momento. Los Pactos de la Moncloa representaron un hito en la transición política y un cambio de orientación que iba a

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