Pregunta 5: Medidas Económicas del Bienio Progresista (1854-1856)
El Bienio Progresista (1854-1856) marcó el regreso de los progresistas al poder tras una década de gobierno moderado. Este retorno, impulsado por el pronunciamiento militar conocido como «la Vicalvarada», liderado por O’Donnell y apoyado por algunos moderados, trajo consigo una importante labor legislativa económica centrada en la liberalización, modernización y la resolución de la deuda pública.
Ley General de Desamortización
La Ley General de Desamortización de Pascual Madoz (segunda desamortización tras la de Mendizábal en 1836) afectó principalmente a bienes municipales (propios y comunes) y estatales, y en menor medida a la Iglesia. Buscó sanear la Hacienda, reducir la deuda pública y financiar el ferrocarril.
Consecuencias:
- Mayor acumulación de la propiedad en manos de grandes inversores y terratenientes.
- Perjuicio a campesinos pobres que perdieron bienes comunales.
- Aumento de la producción sin modificar la estructura de la propiedad.
Ley General de Ferrocarriles (1855)
Para impulsar el ferrocarril, clave para el desarrollo económico, se implementó la Ley General de Ferrocarriles (1855). Ofreció condiciones favorables a la inversión: exenciones fiscales, avales estatales, importación de material sin aranceles, etc.
Resultados:
- Aumento significativo del tendido ferroviario (de 200 a 5.000 km).
- Escasa contribución al desarrollo industrial nacional (siderurgia) por la importación de materiales.
- Especulación bursátil con acciones de compañías ferroviarias, muchas de las cuales quebraron.
- Creación de una red radial que no consolidó un mercado nacional.
Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias
Para facilitar la inversión en ferrocarril e industrialización, se necesitaba un sistema bancario sólido. La Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias creó un marco financiero moderno. Surgieron bancos industriales, comerciales, de emisión (Banco de España, antes Banco de San Fernando) y sociedades bancarias y crediticias, muchas con capital extranjero (especialmente francés).
Además, se aprobaron leyes para liberalizar la minería, fomentar el telégrafo, la construcción de carreteras y la reforestación.
Pregunta 8: Etapas Militares de la Guerra Civil Española (1936-1939)
Tras el fracaso parcial del golpe de Estado, la Guerra Civil Española tuvo las siguientes fases:
1. Avance hacia Madrid y Batallas en torno a la Capital (julio 1936 – marzo 1937)
La sublevación, apoyada por falangistas y carlistas, triunfó en África, Galicia, Cáceres, zonas de Andalucía occidental, Castilla y León, Navarra, Canarias y Baleares. La República mantuvo el control en el resto. El bando «nacional» buscó unir los territorios sublevados (conquista de Badajoz) y tomar Madrid. El paso de las tropas de Marruecos, las mejores del ejército español, fue crucial, aunque la resistencia de las milicias populares y la reorganización del ejército republicano impidieron la conquista de la capital, derrotando a las tropas franquistas e italianas en Jarama y Guadalajara.
2. Ocupación del Norte (abril – octubre 1937)
Franco cambió de estrategia y se dirigió al norte (Asturias, Cantabria, País Vasco) buscando controlar la minería, siderurgia e industria de esta zona republicana aislada. Se produjo la entrada de la Legión Cóndor alemana, que bombardeó Guernica. Los republicanos contraatacaron en Brunete (Madrid) y Belchite (Zaragoza) sin éxito. El norte cayó a finales de verano.
3. Avance hacia el Mediterráneo, Batalla del Ebro y Ocupación de Cataluña (noviembre 1937 – febrero 1939)
El ejército republicano, reorganizado bajo el mando de Vicente Rojo, lanzó ofensivas (Teruel). Franco reconquistó Teruel y atacó Aragón, llegando al Mediterráneo (Castellón), dividiendo el territorio republicano. Franco no avanzó sobre Cataluña, sino hacia Valencia. Las tropas republicanas cruzaron el Ebro (Tarragona) dando lugar a la Batalla del Ebro (verano 1938), la más importante de la guerra. Franco contraatacó y obligó a la retirada republicana. Tras esta victoria, Franco avanzó sobre Cataluña, tomando Barcelona a principios de 1939. El gobierno republicano, incluyendo al presidente Azaña, se exilió a Francia.
4. Final de la Guerra (febrero – abril 1939)
La República controlaba Madrid, La Mancha y el levante. El general Casado intentó negociar la rendición, enfrentándose a los comunistas y al gobierno de Negrín, que querían resistir. Franco exigió la rendición incondicional y ocupó Madrid a finales de marzo. Tras ocupar el levante, la guerra terminó el 1 de abril de 1939 con la victoria total de los sublevados.
Pregunta 9: Fundamentos Ideológicos del Franquismo
El régimen franquista se caracterizó por la concentración de poder en Franco (Caudillo): Jefe del Estado, Presidente del Gobierno, Generalísimo, jefe del partido único (Movimiento Nacional). Sus fundamentos ideológicos fueron:
1. Anticomunismo
Se consideraba «comunista» (o «rojo») a todo opositor a Franco, independientemente de su ideología. Este rasgo se acentuó tras 1950 durante la Guerra Fría.
2. Antiparlamentarismo
La democracia parlamentaria, asociada al republicanismo, era vista como antiespañola y marxista. Se promovió la «democracia orgánica» sin elecciones ni partidos.
3. Nacionalcatolicismo
La Iglesia católica tuvo un papel dominante, amparando y justificando la dictadura. Controló la educación, la censura y los medios de comunicación. La vida pública y privada se sometió a la moral católica.
4. Tradicionalismo
Se exaltó la unidad de España, basada en la Reconquista y el Imperio. Franco se presentaba como continuador de esta historia. Se persiguió cualquier autonomía y se impuso el castellano.
5. Militarismo
Abundaron los desfiles militares y la exaltación de la bandera y el himno. Se ensalzaba la victoria en la guerra y el papel del Ejército. Los militares ocuparon puestos en la administración, empresas públicas y política.
6. Rasgos Fascistas
Se adoptaron elementos fascistas: saludo brazo en alto, uniformes inspirados en el fascismo italiano y el nazismo, la figura del «Caudillo», la violencia como control social, etc.
Pregunta 10: Oposición al Franquismo (desde 1960)
A partir de 1950, el franquismo se abrió al exterior y experimentó cambios económicos (desarrollismo). Sin embargo, el inmovilismo político persistió. La oposición, cada vez más organizada, se enfrentó a la represión:
1. Movimiento Obrero
Se reactivaron las huelgas en zonas industrializadas (Asturias, País Vasco, Barcelona) y otras (Madrid, Valladolid, El Ferrol). Las reivindicaciones laborales se tornaron políticas. Surgieron nuevos sindicatos (Comisiones Obreras) y otros de inspiración católica (HOAC) cobraron importancia. Los sindicatos tradicionales (UGT, CNT) se debilitaron.
2. Movimiento Estudiantil
Las universidades (Madrid, Barcelona) iniciaron protestas estudiantiles que se extendieron en los 60 y 70. Se demandaba la democratización de la universidad y la modernización de los planes de estudio. El régimen respondió con represión.
3. Sector Crítico de la Iglesia
Tras el Concilio Vaticano II, surgieron voces críticas dentro de la Iglesia. Algunos miembros de la jerarquía y sectores jóvenes del clero adoptaron posturas antifranquistas. Organizaciones obreras y juveniles católicas se convirtieron en núcleos de oposición.
4. Partidos Políticos de Oposición
El Partido Comunista de España (PCE), liderado por Santiago Carrillo, ganó influencia en movimientos sociales (Comisiones Obreras, estudiantes, vecinos). Surgieron grupos de extrema izquierda, incluso terroristas (FRAP). El PSOE, con Felipe González como Secretario General (1974), se revitalizó. Partidos nacionalistas (Esquerra Republicana de Cataluña, Partido Nacionalista Vasco) se reactivaron junto a nuevos partidos (Convergencia Democrática de Cataluña, ETA). Entre los moderados, destacó la Democracia Cristiana, liderada por Joaquín Ruiz-Jiménez.
En resumen, los cambios socioeconómicos de los 60 reactivaron la oposición al franquismo, pero la dictadura solo terminó con la muerte de Franco.
Pregunta 11: Acontecimientos de la Transición Democrática (1975-1978)
Tras la muerte de Franco (noviembre 1975), se inició la Transición Española hacia la democracia, basada en la monarquía de Juan Carlos I. La primera etapa (1975-1978) culminó con la aprobación de la Constitución.
Primeros Pasos hacia la Democracia
Juan Carlos I mostró voluntad democratizadora, pero enfrentó obstáculos. Inicialmente, mantuvo a Carlos Arias Navarro como presidente del gobierno. Arias Navarro, a pesar de anunciar reformas, apostó por la continuidad del régimen. La oposición se unió en torno a un gobierno provisional y elecciones. Las movilizaciones (manifestaciones, huelgas) por libertades y amnistía aumentaron, mientras el gobierno respondía con represión y permitía la actuación de grupos paramilitares. La violencia de ETA y el GRAPO elevó la tensión.
Reforma Política con Adolfo Suárez
Los reformistas franquistas, con apoyo del rey, buscaron una salida. Adolfo Suárez, un joven político, fue el encargado de la reforma. Suárez contactó con la oposición, concedió un indulto y propuso la Ley de Reforma Política, que planteaba un sistema democrático. Convencer a las Cortes franquistas fue crucial. Se negoció con los procuradores, asegurándoles su estatus económico, sin exigir responsabilidades políticas y sin legalizar el PCE. La ley fue aprobada y sometida a referéndum (15 diciembre 1976), obteniendo un 85% de apoyo.
Legalización de Partidos y Elecciones de 1977
Se aprobaron decretos para la libertad sindical y la legalización de partidos, incluyendo el PCE. Esto provocó una crisis de gobierno y la reacción violenta de la ultraderecha, pero fue clave para la legitimidad de las elecciones (junio 1977). Unión de Centro Democrático (UCD), de Suárez, ganó, seguido del PSOE. Las Cortes estaban formadas por partidos de izquierda, nacionalistas y Alianza Popular (derecha), liderada por Manuel Fraga.
Crisis Económica y Pactos de la Moncloa
El gobierno de UCD enfrentó una crisis económica (alza del petróleo). La inflación, el cierre de empresas y el paro generaron malestar. Se firmaron los Pactos de la Moncloa, un acuerdo entre partidos para reformas económicas.
Elaboración y Aprobación de la Constitución
Las Cortes elaboraron una nueva Constitución. La ponencia, con representantes de los principales partidos, negoció un texto consensuado. La Constitución fue aprobada en referéndum (6 diciembre 1978) y sigue vigente.