La integración de las coronas de Castilla y de Aragón:
En 1469, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón reinaban en diferentes ramas de la dinastía Trastámara. Enrique4 estalló la guerra civil, este conflicto culminó con la batalla de Toro en 1476 y la paz de Alcacovas en 1479. Isabel1 era reconocida como reina de Castilla. Fernando2, coronado rey de Aragón, unió los dos reinos más poderosos y se aprestaron a conseguir la unión peninsular bajo su corona. En enero de 1492 culminó la conquista del reino nazarí de Granada. Acabada así la reconquista y el proceso de unificación de España. La unión era dinástica bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones. Con Portugal, los Reyes Católicos intentaron la unión matrimonial sin éxito.
Conquista del reino nazarí y la incorporación de Navarra:
Los restos de Isabel y Fernando reposan en la Capilla Real de la Catedral de Granada, símbolo y testimonio de la importancia que tuvo la guerra y la conquista de Granada en el reinado. Ratificó la victoria en el conflicto de sucesión y aseguró su posición frente a la nobleza, clave para desarrollar el sistema fiscal y la capacidad militar castellana, forja del estado del castellano moderno. Participaron, militar y financieramente, castellanos y aragoneses en la primera gran empresa común. La política internacional aseguró el flanco mediterráneo ante el empuje turco, especialmente su rivalidad con Francia. La guerra y la conquista de Granada fueron explotadas por los propagandistas de la corona para reforzar el prestigio de los nuevos monarcas. Rodrigo Ponce de León publica una profecía anónima que decía que Fernando construiría un imperio universal. La guerra iniciada en 1482, marcada por el poderío militar cristiano y desavenencias internas en el reino musulmán. Principales conquistas: Ronda y Málaga. El sitio final, desde abril de 1491 a enero de 1492, culminó con la rendición.
La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal:
La Corona de Castilla y Portugal eran rivales por los derechos a la conquista de las Islas Canarias, Portugal renunció por el Tratado de Alcacovas. El proceso de conquista fue muy similar en América, por particulares firmaban contratos, capitulaciones, con la corona. Los conquistadores esclavizaron a la población indígena, pese a las prohibiciones legales de los reyes castellanos y del papa. Paulatinamente importaron esclavos de la costa africana. El azúcar fue la principal fuente de riqueza. La estructura administrativa castellana contaba con un Capitán General al frente del archipiélago y dos Adelantados en Tenerife y Gran Canaria. Portugal y los Reyes Católicos usaron la política matrimonial como un instrumento de la política exterior. Casaron a su hija Isabel con el príncipe Alfonso de Portugal, Alfonso y la hija del rey Juan2, pero todo acabó cuando Isabel murió.
Instituciones de gobierno:
Los Reyes Católicos fortalecieron el poder. La tarea, iniciada en la guerra civil de Castilla, continuó en su reinado. Isabel y Fernando pusieron fin al conflicto entre poder nobiliar y poder real, la autoridad de los monarcas fue restaurada y se consolidaron instituciones de gobierno y la hacienda pública. La Corona de Castilla, la reorganización del sistema de Hacienda fue una primera y necesaria en las Cortes de Toledo de Enrique2. En 1476, en las Cortes de Madrigal de las Altas Torres, se aprobó la Constitución Santa Hermandad que fue clave en la restauración de la paz y el orden. En 1480 se reorganizó el Consejo Real dando papel central a los letrados. Se reforzó en el ámbito local con los corregidores. El control de las órdenes militares y el fortalecimiento de la administración de justicia, Reales Chancillerías.
Política italiana y norteafricana:
Los Reyes Católicos se enfrentaron con Francia por el predominio en la península italiana. Cerdeña y Sicilia, integradas en Nápoles, reinaba una rama bastarda de Alfonso5 el Magnánimo. Fernando el Católico y el monarca francés llegaron a una solución pactada. El Tratado de Barcelona por el que Aragón recupera el Rosellón y la Cerdaña. Tras una larga y compleja campaña militar, incorporaron a Nápoles como una gran potencia europea. En el norte de África hubo una política expansionista. La conquista de Melilla y de Orán, junto al establecimiento de protectorados en Bujía, Trípoli y Argel, adelantaron al Magreb en la conquista. La derrota en las Islas Gelves mantuvo plazas fuertes en el norte de África, pero no consiguió acabar con la piratería.
El descubrimiento de América:
En 1492, Cristóbal Colón hizo uno de los hechos más importantes en la historia de Europa y condicionó la evolución política, social y económica de los siglos siguientes. Los portugueses y los castellanos habían iniciado un intento de llegar a Oriente mediante un camino alternativo. Las dificultades del Imperio Bizantino, toma por los turcos de Constantinopla, forzaron a buscar rutas alternativas a Asia. Al final, los portugueses adelantaron a los castellanos gracias al dominio sobre la costa occidental africana. Cristóbal Colón, a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste, partiendo de la idea de la esfericidad de la tierra. Los Reyes Católicos acordaron el inicio de la expedición. El 3 de agosto de 1492, inició su viaje. La expedición de tres naves llegó a una isla de las Antillas el 12 de octubre. Colón, creyendo que había llegado a Asia, en realidad era el continente desconocido América. La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se estableció en el Tratado de Tordesillas. Un meridiano a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de influencia. La occidental para Castilla y la oriental para Portugal. La costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas y el resto de América en manos castellanas.