Las Cruzadas: Orígenes, Desarrollo y Consecuencias en la Edad Media

Las Cruzadas: Orígenes, Desarrollo y Consecuencias

Las Cruzadas buscaron expandir la influencia, territorios y poder de los Estados Europeos. Se desarrollaron ocho cruzadas principales entre los siglos XI y XIII.

Factores que Impulsaron el Movimiento Cruzado

  • Cambio de mentalidad: Influencia de la Reconquista Cristiana en la Península Ibérica. Este proceso, vinculado a los cambios en Bizancio, el mundo islámico y Europa, y a las relaciones entre estos dos últimos, fomentó la idea de combatir al infiel bajo una justificación religiosa.
  • Motivos demográficos: Notable crecimiento de la población europea.
  • Motivos económicos: Relaciones comerciales preexistentes entre ciudades italianas (Génova y Venecia) y Oriente. Si bien la cruzada facilitó el comercio, no fue el motor principal del movimiento.
  • Motivos políticos:
    • Aumento del poder de las monarquías occidentales, generando expansión feudal.
    • Movimientos pacifistas como «La Paz de Dios».
    • Participación de grandes monarcas cristianos en la Tercera Cruzada (1189): Ricardo I Corazón de León, Felipe II Augusto, Federico I Barbarroja. La participación en las cruzadas se convirtió en un símbolo de prestigio y consolidación del poder real.
  • Motivos eclesiásticos: El poder del Papado. El Papa era la única autoridad con el poder de convocar una cruzada, otorgar indulgencias plenarias y conceder el emblema de cruzado.
  • Motivos emocionales: Ambiente religioso marcado por corrientes milenaristas que predicaban el fin del mundo y la promesa de salvación eterna a través de la cruzada.

Primera Cruzada: Personajes y Desarrollo

Personajes clave: Alejo Comneno (Emperador de Bizancio), Ademaro de Monteil (Legado pontificio), Pedro el Ermitaño y Gualterio sin Haber (líderes de la cruzada popular).

Antes de Urbano II, Gregorio VII intentó una primera «llamada a los cristianos», pero la lucha de las investiduras con Enrique IV lo impidió. Urbano II inició el movimiento en 1095, respondiendo a la petición de ayuda del emperador bizantino Alejo Comneno ante el avance turco.

El Papa convocó a nobles y príncipes, instauró la cruz como distintivo y nombró a Ademaro de Monteil como líder en su nombre.

En 1096, mientras se preparaba la cruzada oficial, surgió la cruzada popular o «de los pobres», liderada por Pedro el Ermitaño y Gualterio sin Haber. Esta cruzada se caracterizó por la persecución y masacre de judíos en Colonia y otras ciudades, marcando el inicio del antijudaísmo. La falta de provisiones llevó al saqueo de ciudades. Los grupos se reunieron en Constantinopla, donde el emperador los ayudó a cruzar a Asia Menor, donde fueron derrotados por los turcos.

La cruzada de los nobles o «de los príncipes» fue liderada por Hugo de Vermandois, Godofredo de Bouillon, Eustaquio y Balduino, Bohemundo y Tancredo de Tarento, y Raimundo de Saint-Gilles. Entre 60.000 y 100.000 personas participaron. Alejo Comneno les exigió un juramento de fidelidad.

Antioquía cayó en 1098, quedando Bohemundo de Tarento como señor. Balduino tomó Edesa. Jerusalén fue conquistada en 1099, tras una cruenta batalla.

Tras la conquista, surgieron problemas:

  • Político: Se eligió a Godofredo de Bouillon como monarca, quien se proclamó «Defensor del Santo Sepulcro».
  • Religioso: Se impuso el cristianismo latino a las diversas religiones existentes.

Los cruzados se enfrentaron a la constante amenaza de los Fatimíes de Egipto y los turcos de Alepo y Damasco. La esperanza de continuar la conquista dependía de evitar la unión de estos frentes. Zengí y su hijo Nur al-Din conquistaron Siria y Damasco.

Segunda Cruzada y las Órdenes Militares

Personajes: Zengí, Nur al-Din, Balduino III de Jerusalén, Raimundo de Poitiers, Eugenio III, Bernardo de Claraval, Hugo de Payens.

La caída de Edesa en 1145-46 provocó la llamada a la Segunda Cruzada por el Papa Eugenio III, con el apoyo de Bernardo de Claraval.

Surgieron las órdenes militares, instituciones religiosas y militares bajo el control del Papa, con fines asistenciales y de protección. Las más antiguas fueron:

  • Hospitalarios: Mercaderes formaron un hospital en Amalfi para peregrinos, bajo la advocación de San Juan.
  • Templarios: Fundada por Hugo de Payens, reconocida por el Papa en 1127 y protegida por Bernardo de Claraval. Se dedicaron a las finanzas, inversiones y créditos.

Estas órdenes se convirtieron en grandes señores feudales.

Consecuencias de las Cruzadas

  • No solucionaron el problema demográfico en Europa.
  • No fueron determinantes para el auge comercial italiano, catalán y provenzal.
  • No fueron la causa principal de los enriquecimientos técnicos y culturales (estos se dieron principalmente a través de España y Sicilia).
  • Como fenómeno de colonización, fueron negativas debido a su agresividad.
  • Bizancio fue la gran perdedora, culminando con la conquista de Constantinopla en 1204.
  • El emblema cruzado se utilizó para justificar todo tipo de acciones, incluyendo el antisemitismo.
  • Contribuyeron a forjar una identidad común de la cristiandad occidental.

El término «cruzado» se extendió a otras empresas políticas. Los requisitos para su uso eran:

  • Luchar contra el infiel.
  • Ser convocada por el Papa.
  • Ser justa.
  • Ser necesaria.

Existieron cruzadas oficiales (las cuatro principales) y otras menores, además de la Reconquista.

Delimitación Social en la Europa Cristiana

  • Delimitación exterior de la cristiandad: Bizantinos, musulmanes y paganos.
    • Bizancio: Las diferencias se acentuaron a partir del siglo XI, culminando con el cisma de 1054.
    • Musulmanes: El gregorianismo radicalizó las posturas, con movimientos como los Almohades y Fatimíes. Surgió una literatura antimusulmana que presentaba a Mahoma como el Anticristo y a los musulmanes como una secta demoníaca.
  • Delimitación interior de la cristiandad: Naturales y extranjeros, «El otro» (judíos y musulmanes).
    • Extranjeros y naturales: Mayor conciencia de pertenencia a un lugar y vasallaje.
    • El otro: Judíos y musulmanes convivían dentro de la cristiandad, pero eran vistos como diferentes. En Europa, se desarrolló una imagen negativa del judío como financiero y usurero. El Concilio de Letrán de 1215 exigió que los judíos vivieran en guetos.

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