El Reinado de Isabel II (1833-1868): Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. De la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases
Reformas Económicas y Revolución Liberal
Durante el reinado de Isabel II, España experimentó reformas económicas de carácter liberal que coincidieron con una auténtica revolución económica. La regencia de María Cristina, marcada por la Primera Guerra Carlista, agravó la situación económica debido a los problemas estructurales y al esfuerzo financiero para combatir a los carlistas.
Las Desamortizaciones: Liberalización de la Tierra
Las desamortizaciones se enmarcan dentro de las reformas económicas liberales que buscaban liberalizar la tierra, suprimiendo el mayorazgo y aboliendo el régimen señorial. Consistieron en la expropiación por parte del Estado de tierras eclesiásticas y municipales para su posterior venta en subasta pública. A cambio, el Estado se hacía cargo de los gastos de culto y del clero.
Aunque se realizaron desamortizaciones desde finales del siglo XVIII, el verdadero proceso se llevó a cabo con Mendizábal y Madoz.
Desamortización de Mendizábal (1837-1849)
Tras el fracaso de la etapa moderada (1833-1835) y el inicio de la revolución liberal (1835-1840), Mendizábal se propuso desmantelar el sistema legal del Antiguo Régimen para liberalizar el mercado de la tierra. En 1835, disolvió las órdenes religiosas, excepto las dedicadas a la enseñanza o al cuidado de enfermos.
La desamortización de Mendizábal consistió en la venta por subasta de tierras expropiadas a la Iglesia. Los objetivos eran sanear la Hacienda, financiar el ejército y convertir a los nuevos propietarios en adeptos a la causa liberal frente al carlismo. Se pretendía aumentar el número de propietarios, la producción y la riqueza.
Desamortización de Madoz (1855-1867)
La desamortización de Madoz afectó a bienes municipales, del Estado y eclesiásticos. Iniciada en el bienio progresista, la ley de 1855 pretendía, además de reducir la deuda pública, financiar la construcción de infraestructuras necesarias para modernizar la economía, fundamentalmente el ferrocarril. Provocó la ruptura con la Santa Sede y conflictos con la reina.
La venta de las tierras en metálico supuso un incremento de recursos para el Estado, que duplicó sus ingresos.
Consecuencias de las Desamortizaciones
Las desamortizaciones tuvieron como consecuencia el incremento del número de terratenientes y la puesta en cultivo de numerosas tierras abandonadas. Los grandes perdedores fueron la Iglesia, los municipios y los campesinos, que vieron frustradas sus expectativas, apareciendo un numeroso campesinado sin tierra que se convirtió en un foco de conflictividad.
También supusieron el distanciamiento con los moderados, quienes, una vez en el poder, no devolvieron los bienes a la Iglesia, pero ralentizaron su venta.
Transición de la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases
En la sociedad española se produjo el paso de una sociedad estamental a una de clases. Los estamentos desaparecieron al imponerse la igualdad jurídica, poniendo fin a los privilegios. Todos pagaban impuestos, eran juzgados por las mismas leyes y gozaban teóricamente de los mismos derechos políticos. La población constituía una sola categoría jurídica: la de ciudadanos.
Los ciudadanos quedaron definidos por la pertenencia a una clase social, siendo grupos abiertos y no cerrados como en el Antiguo Régimen.
La Nobleza
La nobleza disminuyó y perdió su influencia al perder sus privilegios, pero se adaptó a las circunstancias. Siguió ocupando altos cargos en la administración, el ejército y la política (en el Senado) y mejoró su situación económica. Entraron en consejos de administración y se aliaron con la burguesía financiera.
El Clero
El clero perdió su principal fuente de ingresos, el diezmo, y el monopolio de la enseñanza. La Iglesia perdió parte de sus bienes con las desamortizaciones y las órdenes religiosas disminuyeron. Se mostró enemiga del liberalismo, contraria a la tolerancia religiosa y a la separación Iglesia-Estado.
La Burguesía
La burguesía fue la protagonista de esta época. La supresión de privilegios permitió la movilidad social y las desamortizaciones la posibilidad de conseguir bienes. El progreso económico favoreció la aparición de una burguesía de negocios.
Las Clases Medias
Las clases medias constituían entre el 5% y el 10% de la sociedad. Eran propietarios liberales y empleados públicos. Constituyeron un grupo influyente en el país.
El Campesinado y el Proletariado Industrial
A finales del siglo XIX, el sector primario representaba la mitad del PIB y el 70% de la población activa, con diferencias: una minoría de grandes propietarios y una mayoría de pequeños y medianos propietarios, arrendatarios, aparceros y jornaleros.
Aportó una nueva clase social: el proletariado industrial, que aumentó y se nutrió del éxodo rural y de los artesanos arruinados.