2.3. El reinado de Fernando VI (1746-1759)
Felipe V abdicó en su hijo Luis I pero éste fallecíó pocos meses después por lo que Felipe V volvíó a recuperar la corona. Al fallecer le sucede Fernando VI, casado con la portuguesa Bárbara de Braganza.
Este reinado va unido a la labor de su ministro el marqués de la Ensenada, que llevó a cabo importantes reformas interiores:
A) Arreglo de caminos, construcción de carreteras y de canales
B) Quiso aplicar una reforma fiscal, introduciendo un nuevo y único impuesto proporcional a la riqueza
Una de las principales carácterísticas del este rey fue su talante neutral. Así, cuando estalló la Guerra de los Siete Años (1756-1763), entre Francia y Gran Bretaña, España se mantuvo neutral.
Fernando VI no deja descendencia. Además, el fallecimiento de la reina, Bárbara de Braganza, en 1758 desencadenó en Fernando VI un trastorno mental que terminó llevándose su vida pocos meses después (1759)
2.4. El reinado de Carlos III (1759-1788)
Al fallecer Fernando VI en 1759 le sucede Carlos III.
La principal carácterística de este monarca es su deseo reformista, por lo que es considerado como un ejemplo del despotismo ilustrado.
1. Política exterior
Carlos
III decidíó participar en la Guerra de los Siete Años defendiendo la causa francesa. Se buscaba la recuperación de Gibraltar y Menorca, pero no pudo ser a partir de la Paz de París (1763) Esta paz supuso la pérdida de España de la Florida. En compensación, Francia decidíó entregar a España el territorio de la Luisiana.
En 1776 estalló la guerra de independencia de las trece colonias de Gran Bretaña, Francia y España intervinieron a favor de los colonos. Esta guerra terminó con la derrota británica firmándose la Paz de Versalles en 1783 por la que se reconocía la independencia de los Estados Unidos. España, recuperó la Florida y la isla de Menorca, pero no así Gibraltar.
2. Política interior
Carlos III, llevó a cabo algunas reformas importantes. Durante su reinado, dejó el gobierno en manos de una serie de ministros ilustrados, que pusieron en marcha algunas medidas tendentes a solucionar los problemas más graves de España. Esta combinación se conoce como el despotismo ilustrado.
El reformismo de Carlos III comenzó desde muy pronto, con su primer ministro, Esquilache: libertad de comercios de grano, reformas urbanísticas en la villa de Madrid, reformas en los usos y costumbres, etc. En Madrid introdujo una medida muy impopular, como la de cambiar la forma de vestir. El pueblo de Madrid se rebeló contra el ministro y sus decretos (1766). Este hecho se conoce en la historia como el Motín de Esquilache que terminó con la destitución del ministro.
Al año siguiente del motín, en 1767, los jesuitas eran expulsados de España y de América.
Le siguió el Conde de Aranda. Entre sus medidas reformistas más importantes destaca la repoblación de territorios despoblados.
Le sucedíó el Conde de Floridablanca, que realizó reformas de tipo económico debido a la nefasta situación de las cuentas españolas. Destaca la creación del Banco de San Carlos; la ampliación de la libertad de comercio con América con el objetivo de activar el comercio exterior; o la creación y desarrollo de las Sociedades Económicas de Amigos del País.
Las reformas más importantes que se efectuaron en la época:
– Agricultura: Limitar los privilegios de la Mesta, colonizar nuevas tierras e impulsar proyectos de reforma agraria para aumentar el número de propietarios y arrendatarios.
– Comercio: mejorar los transportes y liberalizar los mercados, tanto en el interior como en el exterior
– Manufacturas: liberación parcial de los procesos de fabricación. Establecimiento de aranceles para defender la producción nacional.
– Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, que se dedicaron al estudio de la situación de cada provincia y al fomento de las actividades agrícolas, comerciales, industriales y culturales.
Todas estas reformas, chocaron con los estamentos privilegiados.
3º. La América española en el Siglo XVIII
A nivel social, podemos destacar que la población de la América española aumentó en torno al 50%.
El necio de los metales preciosos continuó, aunque a la vez, se desarrollaron nuevos comercios en sectores como el azúcar, cacao, algodón, tabaco…Y es que potenciar el comercio colonial fue otra de las grandes preocupaciones de la nueva dinastía.
En cuanto a las divisiones administrativas, se realizaron reformas de importancia ya que se aumentó el número de virreinatos:
– Nueva España siguió siendo el único para los territorios de América del Norte.
– Perú.
– Nueva Granada
– Río de la Plata
La expulsión de los jesuitas fue un duro golpe para las misiones de Paraguay.
La cultura se vio estimulada con la creación de universidades, el auge de las imprentas y de la prensa y las expediciones científicas.