Las Revoluciones Liberales del Siglo XIX: Un Recorrido por la Lucha por la Libertad y la Unidad

Las Revoluciones Liberales del Siglo XIX

La Revolución de 1820

Comienza en Francia, donde el rey Luis XVIII mantenía una monarquía absolutista, pero el pueblo le obligaba a instaurar una democracia. Impuso un sufragio censitario muy restringido, que la gente consigue, siendo un primer paso. Esta constitución se llamará la Carta Otorgada, y se le obliga a firmarla.

Los revolucionarios de 1820 son sociedades secretas como los masones o carbonarios. Con esta revolución comienza el trienio liberal en España que acabó con la Santa Alianza.

En Portugal hay un movimiento revolucionario, la Revolución Portuguesa, y los reyes tienen que aceptar la independencia de Brasil. La Revolución Liberal de Oporto surge por la crisis con Brasil y quieren una constitución, pero son una república.

En Grecia, bajo el Imperio Otomano (turco) se busca la independencia. Desde la Iglesia lo ven con muy buenos ojos (cristianismo) y apoyan a Grecia, también por los románticos por la libertad.

El gobierno turco era la Sublime Puerta (Estambul) e intenta que Grecia no se separe, enviando a 45.000 hombres y cometiendo una matanza, la de Quíos, y Grecia se levanta en contra. Europa los apoya. En 1827 se da la batalla de Navarino: Griegos contra turcos frente a costas de Egipto. La victoria propicia la independencia de Grecia. Esta guerra llega hasta el final de la Primera Guerra Mundial y los turcos desaparecen.

La Revolución de 1830

Luis XVIII fallece y le sucede Carlos X (su hermano menor), quien quita la Carta Otorgada e impone una monarquía absoluta otra vez. En 1830 surge el movimiento revolucionario de Las Tres Gloriosas (tres días de barricadas) en julio, y obliga a que Carlos abdique y se vaya. Entra el último rey, Luis Felipe de Orleans, quien acepta ser rey constitucional y vuelve a poner la Carta Otorgada con sufragio censitario pero más abierto. Es rey 18 años (1830-1848).

En Holanda también hay un movimiento importante. Bélgica era de España, pero cuando se separó fue de Holanda, pero se independiza de Holanda en 1830 y aparece Bélgica, capital Bruselas.

En Polonia, tras las Guerras Napoleónicas, estaba repartida entre rusos y prusianos (alemanes de Prusia) y en 1830 quieren independizarse. La respuesta es terrible por parte de los rusos zaristas, que producen una matanza y muchos polacos tienen que irse, no independizándose hasta el final de la Primera Guerra Mundial.

La Revolución de 1848 (La Gloriosa)

París se levanta contra la monarquía de Luis Felipe de Orleans, porque los revolucionarios exigen el sufragio universal. Como Luis se niega, luchan en contra y pierde, teniendo que irse y estalla la Segunda República Francesa (1848-1852). El sobrino de Napoleón Bonaparte, Luis Napoleón Bonaparte, es quien gana las elecciones.

En Alemania, los estados alemanes se empiezan a juntar por los estallidos revolucionarios (terminan en 1871 y se crea Alemania). En Italia ocurre lo mismo, crean Austria y la unificación de Italia.

En España el movimiento es menor (en Madrid, Sevilla, Barcelona y Valencia). En general, Narváez obliga a Isabel II a que se haga reina con solo 13 años. Le busca marido, su primo Francisco de Asís.

Francia de Napoleón III

Unificación Alemana

Desde la Paz de Westfalia, donde el Sacro Imperio Romano Germánico desaparece y se divide en más de 300 estados independientes (39 de Alemania), el más importante, Prusia, gobernaba el Káiser (César, Emperador) Guillermo I, pero quien gobernaba realmente era el canciller (Primer Ministro) Otto von Bismarck.

El Reino de Baviera (Munich), el rey Luis II de Baviera (el rey loco, era pacífico pero le pusieron ese mote). Hizo el Castillo de Neuschwanstein (el más hermoso de Europa), en medio de los Alpes Bávaros. Se hace un salón como la Alhambra de Granada y se lleva a vivir a Wagner (músico romántico). Es el primero que hace, con los planos de Leonardo da Vinci, un aparato de aire acondicionado. Tenía relaciones con la Emperatriz Sissi, estaban muy enamorados. Le pegan dos tiros porque no se quería unificar Alemania y Bismarck manda a dos pistoleros para que lo maten.

Uno de los estados más importantes también eran Schleswig y Holstein porque son dos estados alemanes, de habla alemana, que en esos momentos pertenecían a Dinamarca y se hace una guerra por pasarlos a Alemania.

Dos Modelos de Unificación

  1. Prusiano (modelo de Bismarck): Todos los alemanes unidos, el pangermanismo bajo Prusia.
  2. Austriaco: Francisco José I quiere Alemania unida bajo el Imperio Austríaco. (GANA EL PRUSIANO)

Paralelismo con la Unificación Europea

Existe un paralelismo entre la unificación alemana con la de Europa porque esta unificación tiene tres pasos:

  1. Zollverein (unificación aduanera): Que en todos los estados alemanes se quiten las aduanas, y fomentaron el comercio dentro de toda Alemania (igual que en la Unión Europea a principios de los 90).
  2. Unificación económica: El marco (moneda de Prusia) se pone para toda Alemania (en la Unión Europea el euro).
  3. Unificación política: Costó tres guerras, las provoca Bismarck:
    • Guerra de los Ducados (Schleswig y Holstein): Se buscó como aliado al Imperio Austrohúngaro para enfrentarse contra Dinamarca, esta no puede y pierde la guerra, por lo que se unen los estados, los ducados.
    • Guerra Austro-Prusiana: Entre Austria y Prusia. Bismarck se busca a Francia (Napoleón III). El imperio de Francisco José I ya era un imperio trasnochado, no era moderno, pero el prusiano iba muy bien equipado (morteros, granadas…) por lo que ganaron la batalla definitiva, la de Sadowa (1866), tras ella Francisco José I se tiene que rendir y se queda muy débil hasta la Primera Guerra Mundial.
    • Guerra Franco-Prusiana: Quería nacionalismo para los alemanes (si Francia entra en guerra con Alemania, todos los alemanes se unen, pero para que Francia atacara Bismarck hace que Guillermo le manda una carta a Napoleón III en sentido amistoso), le pidió tener una Alemania unida (pero sería más fuerte que Francia por lo que él se niega) pero Bismarck, enfadado por su rechazo, le envía un telegrama diciéndole que Alemania no acepta ingerencias extranjeras. Napoleón lo recibe y le declara la guerra (cae en la trampa).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *