Tema 4: Los grandes estados nacionales
2. El nacionalismo del siglo XIX
El concepto de nación como comunidad política con derecho a crear un estado organizado es una de las herencias de la Revolución Francesa.
Los liberales del siglo XIX fueron generalmente nacionalistas. El acontecimiento que permitió la difusión de las ideas nacionalistas fue la expansión del ejército de Napoleón y la creación de monarquías nuevas. Durante este siglo se desarrolló la investigación histórica, lingüística, folclórica y cultural, consagrada a redescubrir el pasado nacional de los estados. El romanticismo también colaboró en la creación de un pasado nacional.
El nacionalismo tuvo dos vertientes:
Progresista:
Según esta vertiente, la revolución liberaba a los pueblos sometidos. Estos pueblos debían apoyarse mutuamente para llevar a cabo sus liberaciones. Concepción subjetiva y voluntarista, cualquier comunidad podía convertirse en nación si lo deseaba y ponía los medios necesarios.
Tradicionalista:
Las naciones no se basaban en la voluntad de los pueblos sino que existían previamente. Concepción objetiva y orgánica, una comunidad constituía una nación cuando su historia así lo determinaba.
2.1. Las revoluciones del 48
Fue la última de las tres grandes olas revolucionarias. Se inspiraba en los principios de la Revolución Francesa, su expansión e influencia fue mayor que en las otras revoluciones. Las revoluciones del 48 señalaron la apertura de un nuevo periodo histórico. La difusión fue rapidísima y su fracaso fulgurante. Las revoluciones del 48 destacaron por su carácter revolucionario y social.
- Revolución democrática y de gran contenido social:
En los años anteriores a la revolución, Europa sufría una crisis agraria e industrial. Milán y Roma se llenaron de barricadas de trabajadores urbanos. Reclamaban los derechos y libertades más radicales de la Revolución Francesa. La revolución del 48 no consiguió movilizar a los campesinos.
- Revolución de carácter nacionalista:
El nacionalismo tuvo gran importancia en las revoluciones del 48. En la Confederación Germánica, los liberales decidieron convocar un parlamento en Francfort, se propusieron redactar una constitución nacional. Las rebeliones de Viena y Berlín paralizaron Austria. En Hungría, Lajos Kossuth logró que se formara un parlamento y se aprobara una constitución. Los eslavos y checos obtuvieron concesiones. Italia, Venecia y Milán se rebelaron contra los austriacos y pidieron ayuda a Piamonte.
4.1. Formación del Reino de Italia
El fracaso de la vía revolucionaria (1815-1849):
El norte y el centro de la península se encontraban bajo influencia austriaca, solo permanecían independientes el Reino de Piamonte-Cerdeña y los Estados Pontificios. Entre el norte y el sur de la península existían notables diferencias. Surgieron iniciativas como las siguientes:
- Un movimiento intelectual, el Risorgimento, que soñaba con la unidad italiana.
- Unas ambiciones económicas lideradas por los comerciantes e industriales piamonteses.
Diversos proyectos políticos, unos pretendían unificar a los italianos en torno al papa, otros bajo el rey de Piamonte y Mazzini aspiraba a una república. En el 48 creció la oposición popular al Imperio Austriaco. El promotor de la unificación italiana fue Cavour, un liberal moderado al frente del gobierno de Cerdeña-Piamonte, que había convertido este reino en un estado liberal y a su rey Víctor Manuel II en el candidato perfecto para dirigir la lucha contra Austria.
Francia y Piamonte entraron en guerra contra el Imperio Austriaco y le arrebataron Lombardía. A Piamonte le resultó fácil anexionarse los ducados centrales y parte de los Estados Pontificios.
4.2. Formación del Imperio Alemán
El fracaso de la vía revolucionaria (1815-1849):
El Imperio Alemán fue sustituido por una Confederación Germánica en la que convivían más de treinta estados, entre ellos sobresalían el Imperio Austriaco y el Reino de Prusia. El Reino de Dinamarca poseía Holstein. La mayor parte de la población alemana estaba unida por un vínculo cultural.
El Parlamento de Francfort, que pretendía proclamar una constitución alemana, no contó con el apoyo de Austria ni de Prusia. La unión del Zollverein creó vínculos económicos que contribuyeron a la unificación. Así, en torno a Prusia se creó un espacio de comercio que excluía a Austria y a Dinamarca.
El recurso a la guerra (1849-1871):
El promotor de la unificación alemana fue Otto von Bismarck, que unificó Alemania en torno a Prusia a través de varias guerras:
- Guerra contra Dinamarca:
En 1864 se produjo un conflicto entre la Confederación Germánica y Dinamarca. Se discutía quién debía heredar los ducados daneses. Prusia se unió con Austria y declaró la guerra a Dinamarca. Los ducados fueron para Austria y Prusia. - Guerra contra Austria:
Bismarck provocó otra guerra contra Austria. Contó con el apoyo de Italia. El Imperio Austriaco fue derrotado y tuvo que ceder Venecia a Italia y permitió unos cambios en la Confederación Germánica. Prusia se situó a la cabeza de la nueva organización y se quedó con los ducados. - Guerra contra Francia:
Bismarck utilizó la actitud francesa para atraerse a los estados alemanes. Emprendió una guerra contra Francia (1870-1871). Guillermo I fue proclamado káiser en Versalles. Nació así un nuevo Imperio Alemán que incluía la Confederación del Norte y los estados del sur sin Austria.