1 Los Nacionalismos Periféricos en la España de la Restauración
El liberalismo español del siglo XIX, tanto moderados como progresistas, se había basado en una idea centralista del Estado y la nación.
Incluso entre los demócratas y republicanos predominaba el sentido centralista y unitario.
Fuerzas, como carlistas y federales republicanos, propugnaban, sin embargo, una idea de España como unión de territorios que mantenían su fueros medievales (los carlistas) o como unión de estados libremente asociados (los federales).
El sistema de la Restauración consagró nuevamente el centralismo en su Constitución.
Con medidas como la abolición definitiva de los fueros vasco-navarros tras la victoria militar frente al carlismo.
En esta situación, movimientos de recuperación cultural y lingüística que se venían produciendo en varios territorios del Estado adquirieron poco a poco tintes políticos.
Surgieron así los regionalismos: movimientos que reclamaban formas de autogobierno en territorios con lengua propia y señas de identidad y tradiciones peculiares y arraigadas, especialmente en el País Vasco, Cataluña y Galicia.
Su base social inicialmente fue la pequeña burguesía, el campesinado y sectores del clero.
Ampliándose después sus apoyos entre la alta burguesía e incluso el proletariado en el caso catalán, ya entrado el siglo XX.
2 El Regionalismo y el Nacionalismo Catalán en la Restauración
En Cataluña desde 1830 hay una preocupación por la lengua y la cultura catalanas, surgiendo un movimiento cultural: la Renaixença.
El carlismo y el federalismo también estarán en los orígenes del catalanismo.
Los carlistas aspiraban a la recuperación de instituciones tradicionales y fueros.
Los federales, alentados por la obra de Pi y Margall Las Nacionalidades, a una fuerte descentralización de los poderes.
En las elecciones de 1869 obtienen mayoría como Partido Republicano Democrático Federal.
En 1870 se funda una organización política pionera, La Jove Catalunya liderada por Guimerá.
Tras la caída de la República y la derrota del carlismo se desarrolló un regionalismo prenacionalista, que se puede denominar genéricamente catalanismo político.
Lo Catalanisme, de Valentín Almirall en 1886, y La Tradició Catalana obra del obispo Torras y Bages, fueron las obras que influenciaron ideológicamente en el movimiento.
Almirall fue el creador del catalanismo “moderno”, de orientación federalista.
En Lo Catalanisme defendía el fomento de las costumbres tradicionales de las comarcas forales frente a la división artificial en provincias.
Fundó en 1882 el Centre Catalá, como una organización aglutinadora que estuviera por encima de los partidos existentes y que uniera a la burguesía federal con la conservadora.
En 1887, el nacionalismo moderado se une en la Lliga de Catalunya.
En los Juegos Florales de la Exposición Universal de Barcelona presentaron un programa regionalista: fidelidad a la monarquía y amplia autonomía.
En 1891 el Centre y la Lliga se unen en Unió Catalanista de la mano de Enric Prat de la Riba.
En 1892 se redactan las Bases de Manresa para una constitución regional catalana.
Síntesis de una concepción federal de integración del Estado catalán en el Estado español y de las ideas del catalanismo moderado.
En 1896 Enric Prat de la Riba publica el Compendi de la doctrina nacionalista, obra fundamental que expresaba el regeneracionismo del fin de siglo.
3 Los Inicios del Nacionalismo Vasco
El nacionalismo vasco surgió sobre todo a partir de la defensa de los fueros.
Tuvo peculiaridades distintas al catalán y sus bases fueron el clero, campesinado y la pequeña burguesía.
La abolición de los fueros históricos, en 1876, generó una sensación de derrota y de idealización del pasado.
Los perdedores del carlismo reivindicarán el regreso a las tradiciones agrarias.
Representan el surgimiento de un sentimiento contrario al fenómeno urbano e industrial.
La defensa de los fueros equivalía a defender la esencia de “lo vasco”.
Son enemigos, por tanto, del gobierno liberal español y la inmigración.
Sabino Arana Goiri enfatiza y sacraliza ese fuerismo tradicional.
Era hijo de Santiago Arana Ansótegui, importante armador y constructor de barcos y alcalde de Abando entre 1854-1857.
Al apoyar la insurrección carlista la familia se ve obligada a exiliarse en Francia hasta 1876.
El lema nacionalista vasco Jaungoicoa eta Lege Zarra (JEL): Dios y leyes viejas (fueros).
Este primer nacionalismo es tradicionalista e integrista católico, contrario a la industrialización y al liberalismo.
Pero será su hermano Luis Arana (quien diseñó la ikurriña) el primero que involucre a Sabino en los ideales nacionalistas.
Fue el Domingo de Resurrección de 1882 cuando Sabino, en una conversación con Luis, se convierte al ideario nacionalista, abjurando del carlismo.
Desde 1932 dicho día será el de celebración del Aberri Eguna (día de la Patria Vasca).
Ideario que desarrolla en torno a la idea de regreso a una Euskadi (término inventado por Sabino como equivalente a patria vasca) tradicional, una especie de Arcadia feliz.
El 31 de julio de 1895 funda el Eusko Alderdi Jeltzalea (Partido Nacionalista Vasco).
Eusko Alderdi significa Partido Vasco, Jeltzalea no significa nacionalista, que es una palabra inexistente en euskara, sino partidarios de JEL. Jeltzale: miembro del EAJ-PNV.
EAJ-PNV será un partido confesional católico hasta 1977.
Pero el partido no se desarrollaba mientras se apoyaba solamente en la pequeña burguesía bilbaína tradicionalista.
El ingreso del naviero Ramón de la Sota en 1898 en EAJ-PNV amplió sus bases hacia una burguesía más moderna e industrial.
Fue quien arrastró al grupo fuerista de la Sociedad Euskalerria de Bilbao, con su semanario Euskalduna.
Pero también aparece una tensión interna entre los defensores de la independencia (Aranistas) y los que buscaban, como objetivo más viable, la autonomía dentro del Estado español, dentro de la línea de Ramón de la Sota.
Estos últimos, urbanos, industriales y con dinero imprescindible para el partido, se impusieron en el control del PNV. Con una estrategia autonomista similar a la del catalanismo, sobre la idea de “rehacer España” desde, en este caso, el País Vasco, comienzan a crecer y a obtener éxitos en las elecciones municipales.
El propio Sabino Arana consiguió un escaño en la Diputación de Vizcaya en 1898.
Murió en 1903 de la enfermedad de Addison.
4 Otras Expresiones Regionalistas y Nacionalistas
En Galicia, las bases del regionalismo se encuentran en el resurgimiento de la lengua literaria (Rexurdimiento) y en el movimiento federalista.
Escritores como Rosalía de Castro y Manuel Murguía dignificaban la lengua.
Pero será Alfredo Brañas quien formula las aspiraciones políticas del primer regionalismo.
En 1899 Brañas publicó El Regionalismo, como primera teorización sobre el problema.
En 1890 se creó el embrión político del galleguismo en la Liga Regionalista Gallega.
Este movimiento tuvo lento desarrollo y no se amplió hasta bien entrado el siglo XX.
En otros territorios, como Andalucía y Valencia, surgieron también corrientes poco organizadas y de escasa presencia política, en la línea de la tradición federal.