Los Pueblos Prerromanos y la Hispania Romana: Historia, Cultura y Legado

Los Pueblos Prerromanos: Diversidad Cultural en la Península Ibérica

Tartesos

Los Tartesos, situados en la Península Ibérica durante la Edad Antigua, destacaban por su sistema de gobierno monárquico, siendo Argantonio su rey más importante. Su economía se basaba en la agricultura, ganadería, minería y fundición de metales. Conocían la escritura y dejaron importantes hallazgos como el Tesoro del Carambolo.

Iberos

Pueblos autóctonos del este y sur peninsular, con una cultura heterogénea. Entre ellos, destacaban los turdetanos, edetanos y bastetanos. Mantuvieron contacto con los colonizadores fenicios y griegos. Su economía se basaba en el comercio, la minería y la ganadería. Nunca llegaron a unificarse políticamente y estaban dirigidos por monarcas. Conocían la moneda y dejaron muestras de su arte en esculturas religiosas como la Dama de Elche, la Dama de Baza y la Bicha de Balazote.

Celtas

Entraron en la península a través de los Pirineos en el primer milenio a. C. No conocían la escritura y su metalurgia era escasa. Se dividían en tres áreas:

  1. Celtiberos: Asentados en el interior de la península, su economía era agrícola y ganadera. Se organizaban en tribus y poblados. En el arte, destacan los verracos. Incineraban a sus muertos.
  2. Cultura de la costa catalana: Ubicados en zonas cercanas a la costa de Tarragona y el centro de Cataluña, su economía se basaba en la agricultura y la ganadería. Sus ritos funerarios consistían en la incineración y el depósito de las cenizas en urnas de piedra.
  3. Cultura del noroeste: Asentados en el norte y noroeste peninsular, conocían la metalurgia. Su economía se basaba en la ganadería, la recolección y la pesca. Se organizaban en tribus y solían vivir en castros y citanias.

Los Colonizadores: Fenicios, Griegos y Cartagineses

Pueblos provenientes de Asia y el Mediterráneo oriental llegaron a la península en busca de metales y otros productos. Poseían una cultura evolucionada. Los primeros en llegar fueron los fenicios, seguidos de los griegos y los cartagineses.

Fenicios

Procedentes del actual Líbano, su economía se basaba en el comercio. Su primera colonia fue Gadir (Cádiz), y fundaron otras ciudades como Malaka (Málaga) y Sexi (Almuñécar). Comerciaban con estaño, cobre y pescado. Introdujeron el alfabeto fenicio y la cerámica en la península.

Griegos

Procedentes de Focea (en la actual Turquía), fundaron colonias como Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias). Se cree que introdujeron el cultivo del olivo y la vid, el uso de la moneda, el alfabeto griego y algunas divinidades griegas.

Cartagineses

Fenicios procedentes de Cartago (en la actual Túnez), se hicieron con el control de las rutas comerciales y las colonias fenicias del Mediterráneo occidental. En la península, fundaron Carthago Nova (Cartagena) y conquistaron el sur y sureste.

Conquista y Romanización: La Impronta de Roma en Hispania

La historia de Roma se divide en tres periodos: Monarquía (753-510 a. C.), República (510-27 a. C.) e Imperio (27 a. C.-476 d. C.). El Imperio se divide a su vez en dos etapas: el Imperio Romano de Occidente (hasta el 476 d. C.) y el Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino (hasta 1453 d. C.).

La Conquista Romana

La llegada de los romanos a la Península Ibérica en el año 218 a. C. marca el inicio de la conquista, que culminaría con la creación de la provincia romana de Hispania.

  1. Segunda Guerra Púnica (218-201 a. C.): Roma se enfrentó a Cartago por el control del Mediterráneo occidental. La victoria romana supuso la conquista del sur y parte del interior de la península.
  2. Conquista de la meseta (201-133 a. C.): Guerras contra lusitanos y celtíberos culminaron con la conquista de la meseta central.
  3. Conquista del norte (133-19 a. C.): Las guerras contra cántabros y astures finalizaron con la conquista del norte peninsular.

La Romanización

Proceso de asimilación de la cultura romana por parte de los pueblos indígenas. Los principales difusores fueron los soldados y comerciantes. La romanización en Hispania duró más de 500 años y se extendió de sur a norte, siendo más tardía en el interior de la meseta. Destacan los siguientes aspectos:

  1. Lengua latina: El latín vulgar, lengua hablada por los soldados y colonos romanos, se impuso sobre las lenguas indígenas y se convirtió en la base de las lenguas romances, entre ellas el castellano.
  2. Derecho romano: La implantación del derecho romano, que reconocía los derechos del individuo, la familia y la propiedad privada, transformó la vida pública de los pueblos indígenas.
  3. Religión romana y cristianismo: Los romanos introdujeron sus dioses y el culto imperial. Posteriormente, el cristianismo se extendió por el Imperio Romano y se convirtió en la religión oficial.
  4. Obras de ingeniería: Los romanos construyeron una extensa red de calzadas, puentes, acueductos y otras infraestructuras que facilitaron las comunicaciones y el desarrollo económico. Destacan la Vía Augusta, que unía Cádiz con Roma a través de la costa mediterránea, y la Vía de la Plata, que conectaba Mérida con Astorga.
  5. Literatura: La literatura latina, influenciada por la griega, se difundió por Hispania. Algunos autores hispanorromanos, como Séneca y Marcial, alcanzaron gran renombre.

Invasiones Bárbaras y Reino Visigodo: Nuevas Estructuras de Poder

Las Invasiones Bárbaras

A partir del siglo III d. C., la presión de los pueblos germánicos sobre las fronteras del Imperio Romano se intensificó. En el siglo V d. C., la entrada de los pueblos bárbaros en el Imperio Romano de Occidente provocó su caída. En el año 409 d. C., suevos, vándalos y alanos penetraron en la Península Ibérica. En el año 415 d. C., llegaron los visigodos.

El Reino Visigodo de Toledo

En el año 507 d. C., los visigodos, tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, se establecieron definitivamente en la Península Ibérica y crearon el reino visigodo de Toledo. A pesar de la inicial separación entre visigodos e hispanorromanos, se produjo una progresiva unificación en los ámbitos territorial, religioso y jurídico.

  1. Unificación territorial: El rey Leovigildo (568-586) logró unificar la mayor parte de la Península Ibérica bajo el dominio visigodo tras derrotar a suevos y bizantinos.
  2. Unificación religiosa: El rey Recaredo (586-601) se convirtió al catolicismo en el año 589 d. C., lo que facilitó la unificación religiosa del reino.
  3. Unificación jurídica: El rey Recesvinto (649-672) promulgó el Liber Iudiciorum en el año 654 d. C., un código legal que unificaba la legislación visigoda e hispanorromana.

Instituciones Visigodas

La organización político-administrativa del reino visigodo estaba influenciada por el modelo romano. El gobierno recaía en el rey, que era elegido por la nobleza. El rey se asesoraba por el Aula Regia o Consejo Real. El Officium Palatinum se encargaba de la administración del reino. El Concilium Toletanum, asamblea compuesta por obispos, nobles y altos funcionarios, asesoraba al rey en materia religiosa y legislativa.

Cultura Visigoda

La cultura visigoda recibió la influencia de la cultura romana. Destacaron las obras de carácter jurídico y religioso. Los principales centros culturales fueron las sedes episcopales y los monasterios. Entre las figuras más destacadas se encuentran San Leandro y San Isidoro de Sevilla, autor de las Etimologías, una obra enciclopédica que recopilaba el saber de la época.

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