Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana y Etapas de la Reconquista
La Reconquista se caracterizó por la formación de núcleos de resistencia cristiana frente al dominio musulmán. La primera etapa se inicia con la victoria de Don Pelayo sobre los árabes en la Batalla de Covadonga (722), dando lugar al Reino Astur-leonés, que se expandió hacia el sur, este y oeste. En los Pirineos, surgieron los condados catalanes, aragoneses y navarro, inicialmente bajo dominio carolingio, pero que luego se independizaron. El método de repoblación utilizado en esta etapa fue la presura, donde la tierra cultivada se convertía en propiedad del campesino.
La segunda etapa se divide en tres periodos marcados por la debilidad musulmana durante los Reinos Taifas:
1. Avance Cristiano durante los Primeros Reinos Taifas (XI – 1/2 XII)
Castilla avanza hasta el Tajo, conquistando Toledo en 1085. Aragón toma el control del valle del Ebro, conquistando Zaragoza en 1118 y Tortosa en 1148. La repoblación se realiza mediante el sistema concejil, otorgando a los campesinos tierras y privilegios a cambio de su defensa, regulados por las Cartas Pueblas.
2. Consolidación y Reparto Territorial (1/2 XII – 1212)
Durante los segundos Reinos Taifas, Castilla llega al Guadiana y Aragón al alto Júcar y Turia. El Tratado de Cazorla (1179) divide las zonas de conquista entre ambos reinos. Se inicia la repoblación con órdenes militares, a las que se les otorgan grandes extensiones de tierra como recompensa por su apoyo militar.
3. Conquista del Valle del Guadalquivir y Consolidación (1212 – 1/2 XIII)
Tras la victoria cristiana en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), la Reconquista se acelera, dejando solo el Reino Nazarí de Granada en manos musulmanas. Se utiliza el sistema de donadíos, grandes latifundios entregados a nobles, trabajados por jornaleros.
La tercera etapa culmina en 1492 con la conquista de Granada por los Reyes Católicos, poniendo fin a la Reconquista.
Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Organización Política y Sociedad
En la Península Ibérica coexisten tres reinos cristianos: Castilla, Aragón y Navarra. Los tres son monarquías, pero con características propias:
- Castilla: Monarquía con tendencia al centralismo, limitada por el régimen señorial.
- Aragón: Monarquía pactista, limitada por las Cortes y el régimen señorial.
- Navarra: Monarquía limitada por los Fueros y el régimen señorial.
La sociedad estamental se divide en:
- Privilegiados: Nobleza y clero, exentos de impuestos y con amplios derechos.
- No privilegiados: Campesinos, artesanos y comerciantes, sujetos a impuestos y con menos derechos.
Organización Política de los Reinos Cristianos al Final de la Edad Media
1. Corona de Castilla
Castilla se consolida como una monarquía centralizada y unitaria, apoyada en la teoría del origen divino del poder real y la recuperación del Derecho Romano. Las Partidas de Alfonso X reflejan esta concepción. La administración se centraliza en la figura del rey, asesorado por la Corte y las Cortes (con funciones consultivas). Se crean las Audiencias o Chancillerías y se establece la figura del Corregidor en las ciudades para representar al rey y controlar la recaudación de impuestos.
2. Corona de Aragón
Aragón se configura como una monarquía pactista, respetando las leyes y particularidades de cada uno de los reinos que la componen. Las Cortes tienen un papel fundamental en la vida política. Se crean las Diputaciones, instituciones permanentes que velan por el cumplimiento de lo pactado en las Cortes. El proceso de insaculación se utiliza para la elección de cargos públicos.
3. Reino de Navarra
Navarra, al igual que Aragón, se organiza como una monarquía pactista, donde el rey debe jurar y respetar los Fueros de cada territorio.