Los Reyes Católicos: Unificación, Expansión y Fortalecimiento del Poder Real
La Unidad Dinástica
Diez años después del matrimonio de Isabel y Fernando, se produjo la unión dinástica de los reinos de Castilla y Aragón. Esta unión política de ambas coronas tenía tres objetivos principales:
- Unificación territorial: Se conquistó Granada en 1492, se recuperaron Rosellón y Cerdaña en 1493, y se anexó Navarra en 1515. También se intentó la unión con Portugal a través de matrimonios concertados.
- Unidad religiosa: Se instauró la Inquisición, se expulsó a los judíos en 1492 y a los mudéjares en el siglo XVI. Los que permanecieron y aceptaron la conversión fueron a menudo acusados de falsos conversos.
- Centralización del poder: Se sometió políticamente a la nobleza, a cambio de conservar su preeminencia social mediante la ratificación de privilegios, el aumento del poder de la Mesta y la fundación de mayorazgos. Además, se crearon instituciones para aumentar el poder real.
Sin embargo, la unión era dinástica. Bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones.
Conquista de Granada y Navarra
La Guerra de Granada (1481-1492) fue financiada por la bula de la cruzada. Se inició con la conquista de Zahara por los musulmanes, a lo que respondió el Marqués de Cádiz tomando Alhama. Los Reyes Católicos reforzaron la conquista mediante el asedio de plazas fuertes y la destrucción de cosechas. Se vieron favorecidos por la guerra civil entre los pretendientes al trono nazarí, y compraron el apoyo de Boabdil. Ocuparon Málaga, y el resto de las plazas del reino nazarí se entregaron sin apenas resistencia. Finalmente, en 1492, Boabdil entregó Granada.
Navarra: A la muerte del rey Juan II de Aragón, Navarra pasó por vía matrimonial de su hija a la casa de Foix, que simpatizaba con Francia. Fernando ordenó la intervención del Duque de Alba, quien ocupó Navarra. Aunque Navarra conservó la autonomía de sus instituciones, sus fueros y su condición de reino propio.
Canarias y Portugal
La Corona de Castilla y Portugal rivalizaron por los derechos de conquista de las Islas Canarias. Finalmente, en 1479, Portugal renunció a las islas por el Tratado de Alcaçovas.
Con respecto a Portugal, los Reyes Católicos utilizaron la política matrimonial como instrumento de política exterior. En 1490, casaron a su hija Isabel con el príncipe Alfonso de Portugal. La muerte de Alfonso en 1491 y la del rey Juan II en 1495 dejaron como heredero a Manuel el Afortunado. En 1497, Manuel se casó con Isabel, viuda de Alfonso. Isabel murió en 1498 y su hijo Miguel dos años más tarde. La infanta María, también hija de los Reyes Católicos, se casó con Manuel. Aunque esta política no dio resultado inmediato, en 1580 Felipe II reclamó con éxito el trono de Portugal, al morir sin descendencia el rey Sebastián.
En 1478, los Reyes Católicos ordenaron la conquista de Gran Canaria. En 1493 se anexionó La Palma, y la unión a Castilla concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife. El proceso de conquista fue similar al que luego se aplicó en América, llevado a cabo por particulares que firmaban capitulaciones con la Corona.
Fortalecimiento del Poder Real: Instituciones
Los Reyes Católicos fortalecieron el poder de los monarcas. Isabel y Fernando pusieron fin al conflicto entre el poder nobiliario y el poder real que había caracterizado a la Baja Edad Media. Con ellos, la autoridad de los monarcas fue restaurada y se consolidaron las instituciones de gobierno y la hacienda pública.
- Reorganización de la Hacienda: Adoptada en las Cortes de Toledo de 1480, se revisaron las mercedes (concesiones a los nobles).
- Santa Hermandad: En 1476, en las Cortes de Madrigal de las Altas Torres, se aprobó la constitución de la Santa Hermandad, una fuerza de orden público.
- Consejo Real: Se reorganizó en 1480, fortaleciendo el poder real.
- Corregidores: Se generalizó la figura del corregidor, delegado del poder real en villas y ciudades, con funciones judiciales y policiales.
- Órdenes Militares: Se controlaron las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava y Alcántara.
- Administración de Justicia: Se fortaleció con dos Reales Chancillerías en Valladolid y Granada.
Política Exterior: África e Italia
Cerdeña y Sicilia estaban integradas en la Corona de Aragón, y en Nápoles reinaba una rama de la familia de Alfonso V el Magnánimo. Fernando el Católico y el monarca francés, Carlos VIII, buscaron una solución pactada. Fruto de esta actitud fue el Tratado de Barcelona (1493) por el que Aragón recuperaba el Rosellón y la Cerdaña. Sin embargo, Carlos VIII conquistó Nápoles en 1495. La reacción española fue inmediata y se enviaron tropas comandadas por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Tras una larga campaña militar, las tropas españolas incorporaron el reino de Nápoles a la monarquía en 1505. España se convertía en una gran potencia europea.
En el norte de África, los castellanos, enardecidos por la conquista de Granada, practicaron una política expansionista para neutralizar a los piratas berberiscos apoyados por el Imperio Otomano. La conquista de Melilla (1497) y de Orán (1509), junto al establecimiento de protectorados en Bujía, Trípoli y Argel, parecía adelantar la conquista española del Magreb. Sin embargo, la derrota en las islas de Gelves frustró el sueño expansionista. La monarquía hispánica mantuvo algunas plazas fuertes en el norte de África, pero no consiguió acabar con la piratería berberisca.