El Reinado de los Reyes Católicos: Unificación y Fortalecimiento del Estado

Antecedentes: La Situación Peninsular a Finales de la Edad Media

Al final de la Edad Media, los reinos cristianos peninsulares sufrieron los efectos de la crisis de los siglos XIV y XV. En Castilla, se produjeron enfrentamientos entre la monarquía y una poderosa nobleza. En Aragón, continuó la tradición pactista, y el enfrentamiento entre la monarquía y las élites catalanas llevó a una guerra civil que finalizó con la pacificación de señores y payeses tras la Sentencia Arbitral de Guadalupe, dictada por Fernando II (El Católico). Enrique IV, rey de Castilla, había firmado con su hermana Isabel el Pacto de los Toros de Guisando (1468) en el que la reconocía como heredera si no contraía matrimonio sin su consentimiento. Al casarse en secreto con Fernando de Aragón, el rey nombró a su hija Juana heredera. Al morir Enrique IV, Isabel se autoproclamó reina de Castilla, iniciándose la Guerra de Sucesión Castellana que enfrentó a los partidarios de Isabel (Corona de Aragón, parte de la nobleza y el clero castellano, ciudades vascas y la meseta del norte) y a los de Juana (Portugal, Francia, parte de la nobleza y el clero castellano, ciudades de Galicia, la meseta sur, Andalucía y Murcia). Finalizó con la derrota portuguesa en la batalla de Toro y la firma del Tratado de Alcaçovas (1479) que reconocía a Isabel como reina de Castilla a cambio del dominio portugués del África Atlántica.

La unión entre Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón vinculó en una misma monarquía a los dos reinos más extensos de la península, moderó las luchas dinásticas, creó una comisión central y sentó las bases del poder de la Corona frente a la nobleza y el clero. Los reyes consiguieron la unión peninsular bajo su corona, concluyendo el proceso de unificación española. La unión era dinástica, por lo que los reinos mantuvieron sus leyes.

La Organización del Estado Bajo el Reinado de los Reyes Católicos

Los Reyes Católicos consolidaron las instituciones monárquicas y reforzaron el poder real para crear un Estado fuerte y moderno. En Castilla, la aplicación del autoritarismo fue más drástica; en Aragón se mantuvo el pactismo y las instituciones permanecieron intactas.

Las Instituciones de Gobierno

• Consejos: Eran órganos consultivos de los reyes, los había territoriales y especializados en temas concretos. Entre los Consejos especializados se formaron el Consejo de Cruzada, el Consejo de la Inquisición, el Consejo de la Santa Hermandad y el Consejo de Órdenes Militares.
• Secretarios: Personas de confianza de los reyes que les servían de enlace con los diferentes consejos.
• Virreyes: Representaban a los monarcas en algunos reinos durante su ausencia.
• Cortes: Se convirtieron en asambleas dóciles que fueron convocadas para hechos puntuales como la jura del heredero.

La Administración de Hacienda

En Castilla mejoró la vigilancia fiscal, lo que originó un aumento de ingresos muy importante. Los Reyes Católicos introdujeron una cierta unidad monetaria (el maravedí), aunque cada reino seguía usando una moneda diferente.

La Administración de Justicia

La justicia pública se impuso sobre la justicia señorial y sobre la privada. Las Audiencias eran la máxima instancia judicial en lo penal y en lo civil. Por encima de las Audiencias, la última instancia judicial era el Consejo Real. Los Reyes Católicos promovieron el Ordenamiento de Montalvo, donde se recopilaron todas las disposiciones legales. Tras la muerte de Isabel se promulgaron las Leyes de Toro (conjunto de 83 leyes con toda la actividad legislativa de los Reyes Católicos).

La Administración Local

Se generalizó la figura del corregidor, que presidía los ayuntamientos y tenía funciones judiciales y policiales.

Creación de un Ejército Permanente

Crearon un ejército siempre militarizado, por lo que dejó de depender de la nobleza en el aspecto militar. El ejército profesional surgió en la Guerra de Granada y se implantó en las guerras contra Francia en Italia.

La Unidad Territorial

La Conquista de Granada

Fue una contienda en la que participaron castellanos y aragoneses, por lo que fue la primera gran empresa común de la nueva monarquía. La conquista de Granada ratificó la victoria de Isabel y Fernando y aseguró su posición frente a la nobleza. Además, aseguró el flanco mediterráneo frente a los turcos. La guerra, iniciada en 1482, estuvo marcada por el poderío militar cristiano y por las desavenencias internas en el reino musulmán. Tuvo sus principales momentos en la conquista de Ronda y Málaga. El sitio final de la ciudad de Granada culminó con la rendición de Boabdil y la firma de capitulaciones en las que se respetaba la libertad personal de los musulmanes. El 2 de enero de 1492 el reino de Granada pasó a formar parte de Castilla. La guerra tuvo rasgos tanto medievales como modernos (armas de fuego).

La Integración Definitiva de las Islas Canarias

Portugal renunció a las islas en el Tratado de Alcaçovas (1479). El proceso de conquista fue similar al que se aplicó en América, llevada a cabo por particulares que firmaban capitulaciones con la Corona. La estructura administrativa se copió de la castellana. Los guanches fueron diezmados por la guerra y las enfermedades de los conquistadores. Estos esclavizaron a la población indígena pese a las prohibiciones de los reyes castellanos y el Papa. Importaron esclavos de la costa africana. El azúcar se convirtió en la principal fuente de riqueza. Las Canarias fueron el punto de partida para expediciones atlánticas.

La Incorporación del Reino de Navarra

Fernando desarrolló una activa diplomacia con Inglaterra y Francia para recuperar estos territorios, concertando alianzas matrimoniales. El Papa excomulgó al rey navarro y Fernando, con la bendición del Papa, invadió Navarra, que fue unida a Castilla, pero conservó sus propias leyes y la independencia de sus instituciones.