Manifiesto de la Junta Democrática: Claves para la Transición Española

Comentario. Manifiesto de la Junta Democrática.

El documento «Manifiesto de la Junta Democrática» es un texto político fechado el 29 de julio de 1974, a un año escaso de la muerte del General Franco. Es un documento cuya autoría corresponde a las fuerzas políticas que, desde el exterior y la oposición al régimen de Franco, ya mostraban un claro sentido de unidad y de criterios al ver cercano el final del Régimen que durante casi cuarenta años gobernó España. La Junta Democrática de España fue un organismo de la oposición al franquismo nacido el 29 de julio de 1974 en París e impulsada por el Partido Comunista de España (PCE), liderado por Santiago Carrillo. En ella estuvieron integrados:

  • Partido Comunista de España (PCE).
  • Partido del Trabajo de España (PTE).
  • Partido Carlista.
  • Comisiones Obreras (CCOO).
  • Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván.
  • Personalidades como Rafael Calvo Serer, Antonio García-Trevijano Forte y el intelectual progresista José Vidal-Beneyto.

Se trata de una fuente primaria al ser recogido por el número 14 del 31 de julio de 1974 de Mundo Obrero, Órgano del Comité Central del Partido Comunista de España. Es un documento que tiene un claro destino general: la sociedad española. El texto presenta doce puntos con una importancia capital, ya que cada uno de ellos se convierte por derecho propio en pauta de cambio político para España.

Puntos Clave del Manifiesto

La Junta Democrática plantea, desde su primer punto, una ruptura del sistema, la devolución a la sociedad española de todos sus derechos, en definitiva, de la soberanía nacional que le fue arrebatada tras la Guerra Civil. Cada uno de los puntos que integran este manifiesto incide en varios aspectos que podemos resumir en lo siguiente:

  • Derechos políticos: Devolución de la soberanía a la sociedad española, amnistía para los presos políticos, conformación de un marco político plural con la legalización de todos los partidos.
  • Derechos laborales y sociales: Derechos y libertad sindical para los trabajadores, libertad de prensa.
  • Separación de poderes: Independencia del poder judicial.
  • Pluralidad regional: Reconocimiento de la pluralidad regional de España, dentro de la indisolubilidad de la nación.
  • Fuerzas Armadas y religión: Profesionalidad de las Fuerzas Armadas, libertad religiosa y separación entre Iglesia y Estado.
  • Elecciones libres: Celebración de elecciones libres con todas las garantías democráticas.
  • Integración europea: Política clara de alineamiento e integración de España dentro de las estructuras políticas, económicas y sociales de la Europa Occidental.

En definitiva, a modo de conclusión, este documento viene a propugnar una ruptura democrática, un cambio radical en el marco político español, donde las viejas estructuras del franquismo quedarían atrás, para dar paso a una nueva fórmula basada en los principios democráticos reflejados en las propuestas del manifiesto.

La Respuesta de la Oposición y el Fin del Franquismo

El 11 de junio de 1975 se creó la Plataforma de Convergencia Democrática, encabezada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), a pesar de que tanto desde la Junta como desde el PCE se habían llevado a cabo conversaciones con el PSOE y con Izquierda Democrática, grupo democristiano liderado por Ruiz-Giménez, para lograr un organismo unitario de la oposición. En dicha Plataforma figuraban, junto al PSOE, la ya citada Izquierda Democrática (que formaba parte del Equipo Demócrata Cristiano del Estado Español), el Movimiento Comunista, la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y la Unión Socialdemócrata Española. Poco después ingresó el Partido Carlista y se marchó la ORT. La Comisión Coordinadora de Fuerzas Políticas de Cataluña había decidido no incorporarse a ninguna organización unitaria de carácter estatal, y mantenía relaciones tanto con la Junta como con la Plataforma. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) conversaba con todos y no se unía a nadie, ni siquiera en el País Vasco. Junta y Plataforma constituyeron en marzo de 1976 Coordinación Democrática (CD), más conocida como Platajunta.

Un acontecimiento trascendente echó por tierra toda la estrategia del franquismo de cara al futuro. El 20 de diciembre de 1973, Carrero Blanco fue asesinado por la banda terrorista ETA, desapareciendo así el personaje clave de la continuidad del franquismo. Franco volvió a reafirmarse en sus posturas inalterables nombrando jefe de Gobierno a Arias Navarro. En 1974, la situación se complica a causa del agravamiento de la salud de Franco, por lo que se promulgó el decreto por el que el príncipe Juan Carlos asumía las funciones de Jefe de Estado. Recuperado en pocas semanas, Franco reasumió sus poderes en medio de la sorpresa general; sin embargo, el régimen se desintegraba, la oposición actuaba cada vez más abiertamente y la crisis económica era patente. La cerrazón del régimen continuaba con la promulgación de una Ley Antiterrorista que ampliaba la aplicación de la pena de muerte. Al mes ya se habían dictado once penas de muerte en varios consejos de Guerra. Cinco de los condenados fueron fusilados a pesar de las peticiones de clemencia que llegaban de todo el mundo. En consecuencia, se puso en marcha un boicot contra España que se extendió a todo tipo de actividades.

En octubre de 1975 Franco volvió a recaer y, después de una larga agonía, falleció el 20 de noviembre de ese mismo año. Su testamento político fue su último escrito y refleja de nuevo sus ideales: catolicismo, patriotismo, autoritarismo, falta de comprensión ante las ideas de democracia y libertad, e identificación plena entre España y él. Con el Caudillo acabó la dictadura más larga de la historia contemporánea de España, convirtiendo a este manifiesto y sus propuestas en claro exponente de los caminos que se abren tras la muerte del General Franco.

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