Manifiesto de los Persas (1814)
Análisis y Contexto Histórico
El Manifiesto de los Persas, redactado en Madrid el 12 de abril de 1814, es un documento político crucial para entender la restauración del absolutismo en España tras la Guerra de la Independencia. Atribuido a un grupo de 69 diputados, en su mayoría alta nobleza y clero, este manifiesto buscaba el apoyo de Fernando VII para derogar la Constitución de Cádiz de 1812 y restablecer el Antiguo Régimen.
Contexto Histórico
La Guerra de la Independencia (1808-1814) trajo consigo un movimiento liberal que culminó con la promulgación de la Constitución de 1812. Sin embargo, la debilitada situación de Napoleón tras la campaña de Rusia le obligó a devolver el trono a Fernando VII en 1813. El Tratado de Valencay (1814) reconoció a Fernando VII como rey legítimo de España. A su regreso a Valencia, los absolutistas le entregaron el Manifiesto de los Persas, animándole a abolir la Constitución y la legislación de las Cortes de Cádiz.
Análisis del Manifiesto
El Manifiesto de los Persas argumenta a favor del absolutismo y en contra de los principios liberales. A continuación, se analizan sus ideas principales:
- Primer párrafo: Expresa el deseo del clero y la nobleza de restaurar el Antiguo Régimen, argumentando que la Constitución de 1812 les perjudicaba. Señalan el caos vivido durante la ausencia de Fernando VII y la necesidad de un rey para restaurar el orden. Destacan el apoyo popular que el rey recibía, considerándolo un salvador.
- Segundo párrafo: Defiende la monarquía absoluta como la única forma válida de gobierno, despreciando la capacidad del pueblo para gobernarse. Señala la obediencia debida a los monarcas absolutos por parte de sus súbditos.
- Tercer párrafo: Solicita al rey la restauración del absolutismo, pidiendo la abolición de la Constitución de Cádiz, la celebración de cortes estamentales y el mantenimiento de la legislación tradicional. Piden la anulación de los decretos promulgados en Cádiz.
Consecuencias del Manifiesto
El Manifiesto de los Persas cumplió su objetivo. El 4 de mayo de 1814, Fernando VII publicó un Real Decreto restableciendo el absolutismo, dando inicio al Sexenio Absolutista (1814-1820). Este periodo se caracterizó por la inestabilidad política y la represión de los liberales. Tras varios pronunciamientos fallidos, el comandante Riego logró restaurar la Constitución en 1820, obligando a Fernando VII a jurarla. Sin embargo, el absolutismo sería restaurado de nuevo en 1823.
Contexto Adicional
La retirada de Napoleón y el Tratado de Valencay facilitaron la restauración de Fernando VII como monarca absoluto. A su vuelta, la nobleza y el clero absolutistas, que no habían participado en el conflicto, le esperaban. Las Cortes de Cádiz, con una importante presencia liberal, representaban una amenaza para sus intereses.