México: De la Reforma Liberal al Porfiriato (1856-1911)

La Reforma Liberal y el Ascenso de Juárez (1856-1872)

La Ley Lerdo y sus Consecuencias

Con la Ley Lerdo de 1856, los liberales atacaron el poder de la Iglesia, prohibiéndoles poseer tierras para usos no religiosos. Además, la ley abolía las tierras comunales con el objetivo de atraer inmigrantes europeos. El retorno de Benito Juárez a la Ciudad de México tras la derrota de los franceses marcó un punto de inflexión. Maximiliano fue ejecutado y Napoleón III destituido. El ejército, reestructurado para evitar servir a los conservadores, era liberal pero indisciplinado, poco instruido y dividido por jefes locales. A pesar del liderazgo de Juárez, el país, con provincias autónomas, tenía poca integración. Pocos pobres poseían tierras, la mayoría concentradas en manos de terratenientes. México se convertía en un paradigma de gran ejército y economía debilitada.

El Partido Liberal Mexicano

El Partido Liberal en México era atípico en comparación con Europa. No estaba financiado por la burguesía, mayoritariamente extranjera, sino apoyado por conservadores que buscaban acceder a las tierras de la Iglesia y por una clase media administrativa. Esta clase media y los conservadores, aunque no contentos con Juárez, lo mantenían en el poder para impedir el ascenso de la oposición. Para conservar el poder, Juárez hizo concesiones a los hacendados, otorgándoles autoridad en sus dominios. A la clase media, les ofreció más cargos públicos y una mayor cobertura educacional. También comenzó a acercarse a antiguos enemigos: los militares. Las tierras destinadas a inmigrantes nunca llegaron y los esfuerzos de Juárez por eliminar el peonaje fueron débiles.

Levantamientos Campesinos

Durante la época de Juárez, hubo levantamientos campesinos. En el centro, rebeliones locales contra las injusticias del sistema colonial; en el sur, rebeliones a mayor escala, con una población más asimilada a la civilización hispana y al cristianismo, que buscaba un retorno al orden prehispánico; y en el norte, movimientos de resistencia de pueblos que nunca se dejaron conquistar por los hispanos. La guerra contra los apaches en el norte generó un nuevo campesinado tras la conquista. Juárez luchó contra el bandolerismo en el campo, creando Los Rurales.

El Ascenso de Porfirio Díaz

El caudillo Porfirio Díaz se presentó tres veces a la presidencia. La última vez, se rebeló en Oaxaca con tropas federales, considerando los comicios fraudulentos. Juárez movilizó tropas y lo desarticuló. En 1872, Juárez sufrió un ataque cardíaco y fue sucedido por Sebastián Lerdo de Tejada, presidente del Tribunal Supremo. Lerdo ganó las elecciones de 1872 contra Díaz, expulsó a los jesuitas de México y buscó la integración entre regiones. Al final de su periodo, cambió la constitución para propiciar su reelección en 1876. Díaz, con el Plan de Tuxtepec, dio un golpe de estado con tropas de Oaxaca. La revuelta contra Lerdo, que proponía la autonomía municipal, ganó apoyo en regiones descontentas con el centralismo. Lerdo huyó y Díaz, tras asumir un gobierno interino, ganó las elecciones.

El Porfiriato (1876-1911)

Primer Periodo de Díaz (1876-1880)

En su primer periodo, Díaz aumentó el ejército, influenciado por las reformas intelectuales francesas, especialmente el positivismo. Dio concesiones políticas a la clase media e intentó incentivar la inversión estadounidense, contrarrestando su influencia con mayores relaciones con Europa. Su periodo fue interrumpido por la elección de Manuel González.

Segundo Periodo de Díaz (1884-1911)

Díaz reasumió la presidencia en 1884. México aumentó su población en un tercio gracias a la falta de guerras y a un mejor nivel de vida. El rápido crecimiento económico se debió en gran parte al ferrocarril, que impulsó la minería, hasta entonces restringida a metales preciosos. La agricultura también creció, pero el desarrollo industrial decayó para 1900 por falta de apoyo gubernamental. La dictadura se consolidó gracias a la estabilidad interna y al surgimiento de un estado fuerte y eficaz. El ferrocarril permitió la rápida movilización del ejército, controlando las revueltas. Para controlar al ejército, Díaz redujo su influencia y dio mejor trato y pago a Los Rurales. No continuó el anticlericalismo de Lerdo, pero persiguió movimientos que buscaban cambios sociales. Se pacificó la frontera norte con los apaches, lo que atrajo colonos norteamericanos y mexicanos. Se expropiaron muchas tierras comunales, casi desapareciendo para 1911. La subida de precios de productos agrícolas aumentó la codicia de los hacendados, quienes buscaban destruir el colectivismo social. El ferrocarril también aumentó la plusvalía de las tierras. Para 1900, la agricultura, a pesar de un leve repunte, seguía estancada en técnicas tradicionales por la abundancia de mano de obra barata, lo que impidió avances tecnológicos y no fomentó la industrialización. Estados Unidos no veía con malos ojos la inversión europea en México, ya que aún era una nación deudora. Hubo conflictos de inversión entre franceses y alemanes en México, generando mayor desigualdad entre el centro, el sur y el norte.

La Pax Porfiriana y sus Contradicciones

La Pax Porfiriana neutralizó a las clases media y alta, y al ejército, principales líderes de revueltas, facilitando la represión de las clases bajas. La huelga de Río Blanco en 1907, una cooperativa sindical fabril, terminó en una matanza a manos del ejército mexicano, marcando un preludio de la Revolución Mexicana.

El Inicio de la Revolución (1910-1923)

Díaz se reeligió en 1910. El hacendado Francisco Madero se rebeló con el Plan de San Luis en Texas, buscando sufragio efectivo. Tras un intento fallido de regresar a México, Madero se reorganizó en Estados Unidos. Mientras tanto, zonas rurales ajenas a su movimiento se rebelaron. Francisco Villa, en Chihuahua, defendía a indígenas asediados por latifundistas y proponía la expropiación de haciendas, lo que se consolidó con el Plan de Ayala. Emiliano Zapata, en Morelos, buscaba la devolución de tierras a los indígenas. Madero regresó a México en 1911, pero fue derrotado en Casas Grandes. Herido, volvió a atacar con Villa, venciendo en Ciudad Juárez. Díaz renunció y se exilió en Francia. Francisco León de la Barra asumió un gobierno interino, intentando conciliar con gabinetes mixtos, pero falló. Los zapatistas exigieron la devolución de tierras, pero León priorizó la desmovilización. Ante la negativa, las tropas federales atacaron y zapatistas, villistas y Madero huyeron. Madero ganó las elecciones de 1911. Villa exigió el cumplimiento de promesas, pero Madero pidió la desmovilización. Ante la negativa, Madero envió al ejército, que abrió fuego contra Villa. Tras huir, dieron a conocer el Plan de Ayala. Pascual Orozco, militar a cargo del sitio en Ayala, se rebeló contra Madero, pero fue suprimido por Victoriano Huerta. El embajador Wilson, enemistado con Madero por creer que no protegía los intereses estadounidenses, dio un golpe de estado en 1913 y asesinó a Madero. Durante la dictadura de Huerta, surgió el Ejército Constitucionalista en 1913. Estados Unidos invadió Veracruz en 1914. Huerta huyó al exilio y murió en Estados Unidos. El ejército constitucionalista de Venustiano Carranza tomó la capital y convocó a una convención legislativa en Aguascalientes. Villa y Zapata se negaron a ir a la Ciudad de México. Surgieron diferencias entre constitucionalistas y villistas, evidenciadas en el incidente de la bandera. La convención, con mayoría villista y zapatista, pidió la renuncia de Carranza, quien se negó, enfrentando a convencionalistas y constitucionalistas. Las tropas de Villa y Zapata entraron a la Ciudad de México, pero Carranza las desalojó en 1916. Los villistas provocaron la Batalla de Columbus, matando a estadounidenses. Estados Unidos envió una expedición para matar a Villa, sin éxito. Villa murió en 1919, Carranza en 1920 y Zapata en 1923, todos emboscados. Álvaro Obregón asumió la presidencia de 1920 a 1924. En 1920, Adolfo de la Huerta intentó un golpe de estado, falló y se exilió. De 1924 a 1928, gobernó Plutarco Elías Calles, quien fundó el Partido Nacional Revolucionario en 1929, luego el Partido de la Revolución Mexicana y finalmente el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

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