Transformación Económica y Social en la España del Siglo XIX
1. Transformaciones Agrarias
La agricultura española del siglo XIX, base de la riqueza nacional, presentaba dificultades por la desigual distribución de la tierra, la falta de innovación y los bajos rendimientos. Los gobiernos liberales implementaron una reforma agraria con tres medidas clave:
- Supresión de los mayorazgos (1836): Permitió la venta y donación de bienes nobiliarios heredados.
- Abolición del régimen señorial (1837): Eliminó los derechos jurisdiccionales de los señores, convirtiendo los antiguos señoríos en propiedades libres.
- Desamortizaciones: Expropiación de tierras eclesiásticas y municipales para su venta en subasta pública.
1.1. Desamortización de Mendizábal (1837)
Afectó a bienes eclesiásticos durante la Regencia de María Cristina, con el objetivo de sanear la Hacienda, financiar la primera guerra carlista y ganar adeptos a la causa liberal.
1.2. Desamortización de Madoz (1855)
Iniciada durante el bienio progresista, afectó a tierras de la Iglesia y municipales, buscando reducir la deuda pública y mejorar las infraestructuras, especialmente el ferrocarril.
1.3. Consecuencias de las Desamortizaciones
Si bien se cultivaron nuevas tierras, la finalidad fiscal se antepuso a la social, sin repartir tierras entre los campesinos. No hubo cambios significativos en la estructura de la propiedad, sino un cambio de propietarios, principalmente a clases urbanas ricas que formaron una nueva oligarquía agraria.
2. La Revolución Industrial en España
La industrialización en España sufrió un retraso notable y una extensión limitada en comparación con otros países europeos. Cataluña, con su industria textil, lideró el proceso. La industria siderúrgica tuvo un despegue tardío.
Las principales razones de esta situación fueron:
- Escasez de capital nacional para invertir en industrias modernas.
- Desfavorable dotación de energía y materias primas.
- Inestabilidad política que afectó la coherencia de la política económica.
3. Modernización de las Infraestructuras
Durante el siglo XIX, la mejora de las infraestructuras impulsó la transición hacia una economía nacional e internacional. Los avances en carreteras fueron lentos, manteniendo el modelo radial del siglo XVIII. La construcción de puertos se modernizó con el uso del hormigón armado.
3.1. El Impacto del Ferrocarril
El ferrocarril revolucionó el transporte. La primera línea en la península, Barcelona-Mataró, se inauguró en 1848. La red ferroviaria imitó el modelo radial de carreteras, con Madrid como centro.
La Ley General de Ferrocarriles (1855) impulsó la construcción con inversión extranjera, principalmente francesa. Surgieron grandes compañías como la C.M.Z.A. y la Cía. del Norte. La red ferroviaria se consolidó en la década de 1870.
Aunque el ferrocarril no impulsó la industria nacional como en otros países europeos, su impacto fue considerable: vertebró el mercado español, movilizó mercancías, fomentó el comercio y la movilidad de la población, favoreciendo la integración social y cultural.