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El congreso de Viena

En 1815, en Viena los representantes de las potencias europeas sentaron las bases territoriales y políticas de la restauración europea. Se reunieron las naciones vencedoras (Austria, Prusia, GB, Rusia). El Imperio austriaco se aseguro una fuerte influencia en la península italiana. Se decidíó el retorno de la familia de los borbones en el sur de Italia y se confirmo la existencia de Estados Pontificios. Rusia se expandíó hacia el Oeste. Prusia aumento su territorio. Holanda, Bélgica y Luxemburgo formaron Los países Bajos. Suecia se incorporo a Noruega y parte de la actual Finlandia. En Alemania se establecíó la Confederación germánica, compuesto por 41 estados. Austria y Prusia eran los poderes dominantes en la nueva organización germana. Junto a Rusia y GB fueron las naciones más beneficiadas por el congreso de Viena.

La Santa Alianza

El congreso de Viena establecíó también mecanismos para garantizar el nuevo orden político europeo. Rusia, Austria y Prusia llegaron a un acuerdo llamado Santa Alianza en el que se comprometían a guiar su conducta política por principios que ellos consideraban cristianos. Tanto los distintos congresos como la santa alianza tenían como objetivo establecer el derecho de sus miembros a intervenir en cualquier país en el que brotaran amenazas revolucionarias.

Los movimientos revolucionarios de 1820

En los países en los que la restauración pretendíó ser total y absoluta la situación era más inestable y condujo rápidamente a estallidos revolucionarios. La primera oleada revolucionaria tuvo lugar en el mediterráneo: España, Nápoles y Grecia. El absolutismo de Fernando VII en España resulto inviable: el país se encontraba arruinado y el retorno al antiguo régimen dificultaba la obtención de nuevos recursos para el Estado.

Las revoluciones de 1830

La ola revolucionaria de 1830 fue mucho más intensa. Se extendíó por Francia, Bélgica, Polonia, Italia y Alemania en demanda de mayor libertad política. En Francia, la chispa del movimiento revolucionario se origino en parís. El rey francés Carlos X se enfrentaba a un parlamento de mayoría liberal moderada y dio un giro revolucionario con su política con medidas como la supresión de la libertad de prensa y la disolución de la cámara de diputados. En Junio de 1830 el pueblo de parís se precipito a la calle y consiguió la derrota al ejercito real. El monarca tuvo que exiliarse. Se nombro rey a Luis Felipe de Orleans. Francia se doto de una constitución más liberal. Se inicio una revuelta en Bruselas contra el dominio holandés. El movimiento se extendíó rápidamente y permitíó declarar la independencia de Bélgica. Gran Bretaña promulgaba la Ley de Reforma de 1832 por la que se doblaba el doble de ciudadanos con derecho al voto. En Polonia hubo alzamientos liberales y nacionalistas que fueron duramente reprimidos por las tropas rusas. Lo mismo sucedíó en Módena, Parma, Bolonia y los dominios pontificios, pero la represión austriaca pudo controlar estas sublevaciones. En España, la muerte de Fernando VII abríó un periodo de transformaciones liberales y de Guerra Civil entre carlistas y liberales moderados. El mapa de Europa diseñado por el congreso de Viena se vio alterado por la independencia de Bélgica. El liberalismo avanzaba lentamente en Europa Occidental mientras que el inmovilismo y la represión seguían negando la libertad de Europa Oriental.

La independencia de América Latina

Los factores del movimiento independentista

Influyeron el ejemplo de la independencia de EEUU, las nuevas ideas de libertad contrarias al antiguo régimen, la modernización que afecto a toda Europa durante el periodo napoleónico y el vacío de poder que se produjo durante la ocupación francesa en España. Además, se uníó una debilidad política y militar de España. La iniciativa la tomaron los criollos (descendientes españoles). Depende de la zona había población criolla o blanca, otras zonas eran mayoritariamente población indígena, y otras con esclavos negros. Los dirigentes eran siempre criollos.

La revolución de 1848

Sus causas fueron el liberalismo democrático y el nacionalismo y también tuvo causas económicas: Crisis de los cereales, crisis de las patatas y una crisis industrial y financiera que afectaba a la industria textil. La crisis industrial acaba afectando a la industria pesada.

Consecuencias de las revoluciones de 1848

Se liquidó el feudalismo, con la excepción de la Rusia zarista. La mayor parte de Europa había establecido regíMenes parlamentarios con constituciones moderadas y sistemas electorales censitarios. En Francia se mantuvo el sufragio universal masculino. Los obreros, artesanos, trabajadores y las clases populares empezarían a participar en los procesos de cambio social y político frente a la burguésía.